Foto: EPA
El
mencionado paquete de documentos bilaterales preparado por compañías
especializadas en la extracción, producción y transporte de
hidrocarburos incluye proyectos tan importantes como la creación de dos
nuevas rutas de suministro de gas ruso a China: la “oriental” que supone
la construcción del gasoducto Fuerza de Siberia, de Yakutia a
Vladivostok, y la “occidental” que contempla colocar la tubería Altái a
través de la región rusa del mismo nombre. Las empresas involucradas
firmaron un memorándum de exportación de crudo y acordaron las
condiciones para poner en marcha una refinería de petróleo en la ciudad
china de Tianjin. Los principales socios de los proyectos mencionados
son las rusas Gazprom, Rosneft y Novatek y las chinas CNPC y Sinopec,
entre otras.
Al
mismo tiempo, el acuerdo más importante logrado en estas negociaciones
bilaterales es, tal vez, la fórmula para calcular el precio de gas ruso
para China. El presidente de Gazprom, Alexéi Miller, la define como un
ejercicio “multiplicativo” basado en el costo de petróleo y sus
derivados. Es sabido que a lo largo de muchos años el costo de gas ha
sido el mayor problema en las negociaciones sobre la exportación de
productos energéticos a China.
China
es un negociador experto y duro y ha ido insistiendo durante todo este
tiempo en que la fórmula de precio parta del índice estadounidense Henry
Hub. El director del departamento de mercados de gas en el Instituto de
Energía y Finanzas, Valeri Ravenkov, comenta:
—En
el mercado estadounidense hay una excesiva oferta de gas debido a la
revolución de esquistos y petrogasífera. En estas circunstancias el gas
está subvalorado en relación al petróleo. La relación es del 25 %. En
otros mercados incluido el también sobresaturado mercado europeo, es el
50 % aproximadamente. En los contratos a largo plazo entre Rusia y
países europeos, es incluso el 70 %.
Por
cierto, las empresas proveedoras rusas han ofrecido últimamente ciertas
rebajas a sus socios europeos. Actualmente, el precio de gas está a
nivel del 60 % con relación al precio de petróleo. Vladímir Ravenkov
explica que las variaciones tienen que ver con el acuerdo recién logrado
entre Moscú y Europa ante la disminución de la demanda de productos
energéticos incluido el gas natural en el Viejo Continente como
consecuencia de la actual crisis económica.
A
diferencia de Europa extenuada por las crisis, China se está
convirtiendo en el mayor consumidor de todo, incluidos los
hidrocarburos. La economía china seguirá creciendo a buen ritmo. El
director del departamento de análisis del grupo de inversiones Nord
Capital, Vladímir Rozhankovski, estima que se mantendrá a un nivel del 5
% hasta el año 2020. El PIB estará a nivel del 7 %. Está claro que el
crecimiento de la demanda de hidrocarburos en el mercado ruso solo es
posible con las exportaciones a China. Vladímir Rozhankovski agrega:
—Las
exportaciones a Europa Occidental están disminuyendo. Simplemente
porque hay una fuerte desaceleración económica que hace imposible
mantener el consumo de combustible propio de los tiempos del boom. El
destino de nuestra industria de gas depende del número de plantas
licuadoras de gas que podamos construir en los próximos años. Las
necesitamos como el aire. Al menos para vender gas licuado al Japón.
También es importante que China tenga sus primeros grandes gasoductos lo
antes posible.
Según
estimaciones de expertos, hasta finales de esta década China necesitará
entre ciento cincuenta a cuatrocientos mil millones de metros cúbicos
de gas. Con la realización del proyecto de los gasoductos “oriental” y
“occidental”, Rusia podrá exportar a China unos setenta mil millones de
metros cúbicos de gas de tubería, sin contar el licuado.
La
imperiosa necesidad de un cambio de geografía de las exportaciones de
gas rusas a favor de la dirección sureste no solo supone la redacción de
nuevos planes de negocios por parte de las grandes empresas nacionales
del sector, sino que sin duda se está considerando como una nueva
prioridad estratégica a nivel del Gobierno. Por otro lado, dado que
Europa aún sigue siendo el principal socio de Rusia en el negocio de
hidrocarburos, lo óptimo sería equilibrar los suministros de gas natural
a Europa y China en una proporción de cincuenta a 50 %.
nv/as
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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