10 sept. 2013 - Kerry ha dejado claro que la única forma de llegar a un
diálogo en Siria es una intervención militar y su 'propuesta' de
entregar las armas químicas a la comunidad internacional para evitarla
es "una trampa", opina la analista Conchetta Dellavernia.
"Lo que pretende EE.UU., que el régimen de Bashar al Assad se deshaga en una semana de sus arsenales químicos, es una trampa. Es una excusa para que una vez que no haya armas químicas, los misiles de EE.UU. puedan acabar con todo", insiste la analista.
El problema que tiene EE.UU. es que bombardear los arsenales químicos causaría "una auténtica masacre" de la población civil siria, explica Dellavernia. "Entonces, lo que quiere es poder bombardear tranquilamente, sin ningún problema de cara a posteriores resultados", puntualiza.
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, ha declarado este lunes que Al Assad podría resolver la crisis vinculada con los ataques químicos simplemente entregando "cada unidad" de sus arsenales químicos a la comunidad internacional durante la próxima semana. Cabe destacar que unas horas después Washington ha comentado que en realidad Kerry no estaba ofreciendo a Damasco un escenario concreto, sino que usó un "argumento retórico" para decir que no se puede confiar en un dictador tan cruel como Assad conocido por tergiversar los hechos.
En el mismo discurso, el jefe de la diplomacia estadounidense puntualizó que no puede haber una solución militar a la crisis en Siria, pero que la acción militar que EE.UU. planea en Siria tiene como objetivo impulsar el diálogo entre las partes.
"Con sus planes de intervenir en Siria, EE.UU. no solo desprecia completamente la opinión pública, sino también está despreciando la legalidad internacional. Lo que sus servicios de inteligencia digan, no se puede discutir. Todos sabemos cómo trabajan estos y mucho más la CIA, pero eso hace ley, es indiscutible, es un acto de fe. EE.UU. trata de confundir a la opinión pública con el fin de conseguir sus propios objetivos", puntualiza Dellavernia.
"Lo que pretende EE.UU., que el régimen de Bashar al Assad se deshaga en una semana de sus arsenales químicos, es una trampa. Es una excusa para que una vez que no haya armas químicas, los misiles de EE.UU. puedan acabar con todo", insiste la analista.
El problema que tiene EE.UU. es que bombardear los arsenales químicos causaría "una auténtica masacre" de la población civil siria, explica Dellavernia. "Entonces, lo que quiere es poder bombardear tranquilamente, sin ningún problema de cara a posteriores resultados", puntualiza.
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, ha declarado este lunes que Al Assad podría resolver la crisis vinculada con los ataques químicos simplemente entregando "cada unidad" de sus arsenales químicos a la comunidad internacional durante la próxima semana. Cabe destacar que unas horas después Washington ha comentado que en realidad Kerry no estaba ofreciendo a Damasco un escenario concreto, sino que usó un "argumento retórico" para decir que no se puede confiar en un dictador tan cruel como Assad conocido por tergiversar los hechos.
En el mismo discurso, el jefe de la diplomacia estadounidense puntualizó que no puede haber una solución militar a la crisis en Siria, pero que la acción militar que EE.UU. planea en Siria tiene como objetivo impulsar el diálogo entre las partes.
"Con sus planes de intervenir en Siria, EE.UU. no solo desprecia completamente la opinión pública, sino también está despreciando la legalidad internacional. Lo que sus servicios de inteligencia digan, no se puede discutir. Todos sabemos cómo trabajan estos y mucho más la CIA, pero eso hace ley, es indiscutible, es un acto de fe. EE.UU. trata de confundir a la opinión pública con el fin de conseguir sus propios objetivos", puntualiza Dellavernia.
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