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Especialistas
del Instituto del Norte de Ecología Aplicada, en Yakutia, explicaban
que para ello cuentan con tejidos blandos y sangre perfectamente
conservados del animal prehistórico en un muro glacial.
Pero
antes, un análisis de sangre y de los tejidos del animal revelarán si
el experimento posible. Y ello porque para el éxito de toda la operación
se requieren células vivas. Y aunque en el Norte de Rusia los mamuts no
son una novedad, hasta ahora no se ha encontrado el material biológico
adecuado. Los restos encontrados no contienen células vivas,
indispensables para el proceso de clonación, explicaba a nuestra emisora
Semión Grigoriev, especialista del Museo del Mamut P.A. Lazariev, del
Instituto del Norte de Ecología Aplicada:
–El
mamut que encontramos infunde en nosotros grandes esperanzas. Pues, son
los mejores restos que hayan caído alguna vez en manos de científicos,
por su grado de conservación de los tejidos blandos. Allí pueden existir
células vivas, debido a que constatamos condiciones prácticamente
ideales de inhumación. El mamut cayó en una fosa llena de agua hasta la
mitad que se congeló muy pronto para permanecer en tal estado hasta su
hallazgo. Los trozos de carne se conservaron muy bien, con el color rojo
y la sangre en estado líquido. Esta se acumuló y quedó conservada en
los vacíos del hielo.
Los
trabajos en el restablecimiento del mamut se llevan a cabo desde la
década de los noventa del siglo pasado. Todo comenzó con el proyecto
conjunto de científicos del Museo del Mamut, del Instituto del Norte de
Ecología Aplicada y, de la Universidad japonesa de Kinki. Luego, después
de un prolongado intervalo fue firmado un convenio entre la Universidad
federal nororiental y, la Fundación surcoreana Sooam. Paralelamente,
los japoneses firmaron el año pasado un convenio de cooperación con la
Academia de Ciencias de la república de Yakutia.
Después
del afortunado hallazgo en las islas de Novosibírsk, donde fuera
encontrado el ejemplar excepcional del mamut, comenzará la realización
del proyecto ruso-coreano. El fósil de mamut tiene como mínimo diez mil
años, sin embargo, los científicos estiman que lograrán regalarle una
segunda vida. Semión Grigoriev expone algunos pormenores de la
investigación:
–La
primera etapa de la investigación transcurrirá en Yakutsk donde está
siendo creado un laboratorio conjunto para el estudio de las células de
fósiles. La parte coreana entrega los equipos a la universidad y esta
ofrece el recinto. Más tarde, con los primeros resultados positivos, el
experimento se trasladará a Seúl. Pues, solo allí cuentan con la
experiencia y las tecnologías que pueden conducir, a fin de cuentas, a
la clonación del mamut.
Hwаng
Woo Suk, director de las investigaciones por la parte coreana, es un
especialista de renombre en este campo. El fue el primero en el mundo
que clonó un perro y, en 2011, un lobo y un coyote. Ni el experto
surcoreano ni los científicos rusos se plantean la tarea del
restablecimiento de la población de los mamuts siberianos. Para ello
sería necesario clonar no menos de treinta ejemplares distintos, lo que
es del todo irreal. Si dentro de diez a quince años se lograse clonar
aunque fuera un mamut, aquello sería algo sensacional y una enorme
suerte. “Entonces se podría señalar con precisión, si la ciencia ha
alcanzado la fase de desarrollo que nos permite renacer especies en
extinción”, indicó el interlocutor de La Voz de Rusia.
sb/kg/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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