Foto: RIAN
Ya
este verano la coraza glacial del Ártico ha aumentado un 60 % en
comparación con el mismo período del año pasado. Los hielos con una
superficie igual a la mitad de Europa se extienden de las cosas de
Canadá al litoral nórdico de Rusia.
Para
los rusos, el frío fuerte es un fenómeno habitual. Y ofrece no pocas
cosas agradables: esquí, patinaje, pesca subglacial… Algunos se bañan
con placer en agua helada, limpiando un reducido lugar de hielo en un
río o un lago congelados. Por lo demás, en Europa Central e incluso en
la Meridional no siempre hacía más calor que en la nevosa Rusia. Por
ejemplo, en 1323 la Laguna Veneciana se cubrió de hielo el 3 de
noviembre. A la sazón, todas las mercancías se transportaban a Venecia
por el hielo, en carros, y no por mar. En el siglo XVII en el Támesis
congelado funcionó la feria, cerca de Tower (Torre de las Libertades)
londinense. El Rin hace tiempos se cubría de hielo en su curso bajo
durante cuatro meses al año. El clima tiene sus ciclos de desarrollo,
explica Vladímir Chuprov, director del programa de Greenpeace en Rusia:
—La
última década de veras ha sido acompañada de la disminución de ritmos
de calentamiento global. La temperatura subía, pero la velocidad de este
fenómeno menguaba. Los científicos que preparan bajo la égida de la ONU
el siguiente informe sobre el clima, a presentarse en septiembre,
conocen y explican este fenómeno. Viene un ciclo natural de
enfriamiento. Muy corto, por unos cincuenta años en el marco de
mutaciones no catastróficas.
En
la historia geológica de la Tierra se conocen cuatro períodos glaciales
severos. El actual período interglaciar, según el criterio de los
estudiosos, comenzó hace aproximadamente doce mil años. Y ahora la
humanidad vive en condiciones muy confortables, pues la temperatura ha
alcanzado el nivel más favorable. Sin lugar a dudas, este “descanso”
finalizará y sobrevendrá una nueva glaciación.
Resulta
que un enfriamiento no duradero, por varias décadas, se efectuará sobre
fondo de un calentamiento global. En lo que se refiere a la coraza
glacial en el Ártico, el director del Centro de Programas Climáticos de
la Fundación Mundial para la Naturaleza (WWF) Alexéi Kokorin estima que
este ejemplo no es del todo correcto en lo científico:
—El
año pasado 2012 fue un año récord por la superficie mínima del hielo.
Está claro que este año habrá mucho más hielo. El Ártico no se derrite
todos los años y de continuo. Es una yuxtaposición de la tendencia al
derretimiento y de ciclos naturales de congelación de una duración de
varios años. Ahora hay aproximadamente tanto hielo cuanto lo hubo en
2009. Pero, lo hay menos que en los años 1980.
El
carácter cíclico de la conducta de los hielos árticos se destaca en el
informe de un grupo intergubernamental de expertos que estudian los
cambios climáticos. En el aumento de hielos también hay sus momentos
positivos. El año pasado se logró a duras penas encontrar un banco de
hielo conveniente para la estación Polo Norte 40. A los ocho meses se
obligó a evacuar a los exploradores porque el hielo se derritió. Es
posible que este año se halle un banco de hielo más firme. Esto tiene
mucha importancia para los exploradores, puesto que recogen datos y
estudian cambios únicos del clima global.
vs/as/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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