Foto: RIA Novosti
El primer parque de cultura y descanso de
Rusia se estrenó el 12 de agosto de 1928. Desde el Jardín Neskuchny, a
lo largo del malecón Krymski del río Moscova, hacia el Anillo Sadóvoye,
allí donde se paseaban los príncipes Trubetsoi, Goltsin, Orlov, las
autoridades soviéticas decidieron crear un lugar en el que los
trabajadores pudieran pasar en masa y en forma cultural sus horas de
descanso. En un área de 120 hectáreas, prácticamente en el centro de
Moscú, fueron instalados pabellones de exposición, canchas de tenis,
escenarios al aire libre, atracciones para adultos y un terreno especial
para niños. Y todo esto situado entre umbrosas alamedas y parterres de
flores. Por entonces, en ninguna parte del mundo había tales parques,
destaca el director del parque Gorki para relaciones con la sociedad
Antón Yakimov:
–El parque fue abierto primero para
unir el ocio de obreros, campesinos, que trabajaban en la ciudad, y de
la intelectualidad trabajadora. El parque se radicó en el lugar de la
exposición nacional agrícola, de industria y artesanía, realizada por
los años 20. La creación de parterres corrió al cargo de los maestros de
arquitectura mundial Vlasov y Mélnikov.
En los
años treinta el parque comenzó a desarrollarse activamente y recibió el
nombre de conocido escritor soviético Máximo Gorki. Durante la II Guerra
Mundial a fin de mantener el espíritu combativo de los soviéticos en el
Parque Gorki, se exponía material de guerra capturado al enemigo. En
1955, con motivo del decenio de la victoria sobre los invasores
fascistas alemanes, fue construida la entrada central del parque, en la
forma que la vemos hoy. Incluso en los tiempos más arduos, en el parque
funcionaba un embarcadero de botes, pistas de bailar, en invierno
funcionaba un amplio patinadero. Este oasis de vida alegre y feliz en el
centro de Moscú fue muy querido de los moscovitas y de los huéspedes
capitalinos.
Por los años noventa, el Parque Gorki
reflejaba los cambios que afectaron a toda Rusia. Carpas comerciales,
establecimientos de diversión de sospechosa calidad, abandono. De la
inicial idea se quedaron tan solo la verja y la plaza delante de la
entrada. Pero pasó cierto tiempo y las autoridades urbanas se acordaron
del Parque Gorki y de su misión. En 2011 el parque fue reconstruido a
fondo, cuyos autores se atenían a los planes históricos. Se rehicieron
las veredas verdes y estanques de aguas limpias con peces, fuentes y
esculturas, escenarios al cielo abierto, recintos para conferencias. Se
crearon terrenos para actos sociopolíticos a semejanza del Hyde Park de
Londres. Otra vez vienen al parque personas de diferente edad y de
distintos intereses, resalta Yuri Saprykin, redactor jefe de la compañía
Afisha-Rambler:
–Literalmente en varios años este
parque se ha convertido en una exposición de realizaciones de la
industria de diversión. Allí se desarrolla una vida interesante. Se
reúnen personas para pasear por el malecón, jugar al tenis de mesa,
correr, se puede inventar aún un millón de diversiones. Es un patente
ejemplo de cómo una política inteligente de las autoridades, plasmando
medidas concretas, es capaz de cambiar a ojos vistas una gran parte de
la ciudad para mejor.
En su 85º aniversario el
Parque Gorki acoge a los visitantes con Internet sin filos, pista para
ciclistas, sillas tijera en el malecón y con el cantar de pájaros. El
fin de semana lo suelen visitar hasta cien mil personas.
vs/sk/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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