Las comunidades indígenas son más
vulnerables a la inseguridad alimentaria
en comparación al resto de los
habitantes de América Latina, sin
embargo, poseen conocimientos que pueden
ser claves para erradicar el hambre,
señaló este viernes la FAO durante el
Día Internacional de los Pueblos
Indígenas.
"Es de enorme importancia trabajar codo a codo con ellos para lograr la erradicación del hambre, utilizando su sabiduría ancestral y practicas milenarias como herramientas claves para garantizar la seguridad alimentaria", destacó a EFE el representante regional de la FAO, Raúl Benítez.
Según el organismo, los índices de pobreza e inseguridad alimentaria entre los pueblos indígenas son tres veces más altos que entre el resto de la población de la región, y en algunos casos hasta ocho veces más.
En algunos países hasta el 90 % de la población indígena es pobre y el 70 % vive en extrema pobreza, precisó.
Asimismo, la desnutrición infantil de los niños y niñas de los pueblos indígenas duplica el promedio de la población no indígena de la región, existiendo casos extremos donde el 95 % de los niños indígenas menores de 14 años padecen desnutrición en algún grado.
Según la ministra de Desarrollo Rural y Tierras del Estado Plurinacional de Bolivia, Nemesia Achacollo, el tema de la reducción del hambre no es solo el esfuerzo de las organizaciones internacionales; en su opinión, la lucha contra el hambre es junto a los pueblos campesinos indígenas del mundo, implementando las políticas hacia el desarrollo.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, dijo a Efe que en América Latina y el Caribe viven unos 46 millones de indígenas y que los países que más han avanzado en políticas en favor de los aborígenes son Ecuador y Bolivia.
"Es de enorme importancia trabajar codo a codo con ellos para lograr la erradicación del hambre, utilizando su sabiduría ancestral y practicas milenarias como herramientas claves para garantizar la seguridad alimentaria", destacó a EFE el representante regional de la FAO, Raúl Benítez.
Según el organismo, los índices de pobreza e inseguridad alimentaria entre los pueblos indígenas son tres veces más altos que entre el resto de la población de la región, y en algunos casos hasta ocho veces más.
En algunos países hasta el 90 % de la población indígena es pobre y el 70 % vive en extrema pobreza, precisó.
Asimismo, la desnutrición infantil de los niños y niñas de los pueblos indígenas duplica el promedio de la población no indígena de la región, existiendo casos extremos donde el 95 % de los niños indígenas menores de 14 años padecen desnutrición en algún grado.
Según la ministra de Desarrollo Rural y Tierras del Estado Plurinacional de Bolivia, Nemesia Achacollo, el tema de la reducción del hambre no es solo el esfuerzo de las organizaciones internacionales; en su opinión, la lucha contra el hambre es junto a los pueblos campesinos indígenas del mundo, implementando las políticas hacia el desarrollo.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, dijo a Efe que en América Latina y el Caribe viven unos 46 millones de indígenas y que los países que más han avanzado en políticas en favor de los aborígenes son Ecuador y Bolivia.
Precisamente, el
Gobierno boliviano anunció la
preparación de una ley para proteger a
las etnias "en peligro de extinción, en
situación de aislamiento voluntario y no
contactados".
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