Pinar bajo agua

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Persisten inundaciones en las zonas más occidentales. Tan solo en estos primeros seis días de junio ya Vueltabajo se encuentra a más del 175 por ciento del acumulado histórico para el mes

Mayra García Cardentey
digital@juventudrebelde.cu
6 de Junio del 2013 21:46:46 CDT

PINAR DEL RÍO.— La vista aérea hacia el occidente pinareño por estos días se convierte en la usual imagen de un río que, caprichoso y animado por las persistentes lluvias, ha usurpado sembrados de plátano y maíz, caminos, llanuras y arboledas, casas de tabaco y viviendas.
Las instantáneas no engañan, como tampoco los datos: tan solo en estos primeros seis días de junio ya la provincia se encuentra a más del 175 por ciento del acumulado histórico para el mes.
El panorama no puede ser distinto entonces. San Juan y Martínez y San Luis mostraban aún desbordamientos perceptibles, pero el territorio más afectado continúa siendo Guane. En recorrido aéreo realizado ayer se constataron considerables inundaciones en zonas de Isabel Rubio y Punta de la Sierra; esta última todavía poseía sus principales vías de comunicación interrumpidas y el poblado de La Güira estaba completamente aislado.

Continúa la vigilancia

Hasta la tarde de este jueves la provincia mantenía activos el Consejo de Defensa Provincial y los municipales, prestando vital atención al desbordamiento de ríos y arroyos, fundamentalmente por la saturación ya existente, el acumulado de lluvia y el vertimiento de algunas presas. También los distintos organismos prestan mayor vigilancia al estado de las instalaciones ante la incidencia de las persistentes precipitaciones.
Los 24 embalses del territorio se encontraban en la tarde de ayer a más del 81 por ciento de su capacidad; 11 de estos vierten parte de su contenido, en tanto se preveía que para el final del día también lo hicieran otros tres.
La provincia mantenía a más de 3 300 personas protegidas en casas de familiares o evacuadas, principalmente en los municipios de Sandino, Guane y Mantua.
Las autoridades del territorio instan a la población a no desmovilizarse hasta que no culmine completamente esta etapa de precipitaciones; a la vez llaman a extremar las medidas higiénico-sanitarias como hervir o clorar el agua destinada al consumo.

No muchas inundaciones como esta

Según habitantes de varias comunidades del municipio de Guane, inundaciones como esta ha habido pocas. Muchos incluso se aventuran a decir que desde el ciclón Alberto, en la década de los 80, no ocurría nada semejante.
Jorge Ignacio Gato Llanuza, vicepresidente del Consejo de Defensa Municipal de Guane, informó que el río Cuyaguateje aumentó su cauce en 9,7 metros hasta la noche del miércoles, hecho poco usual. Hasta la tarde de ayer todavía se mantenía sobre los ocho metros.
Pero tanto en Guane como en el poblado de La Güira, en el Consejo Popular Punta de la Sierra, que hasta las cuatro de la tarde  se mantenía incomunicado, los habitantes son duchos en el tema de inundaciones. «Ya tenemos experiencia en esto; sabemos lo que tenemos que hacer y adoptamos las medidas necesarias a tiempo», aseguró Pedro Luis Camejo Díaz, presidente del Consejo de Zona.
La protección de los bienes materiales, la salvaguarda de las personas residentes en zonas bajas, el aseguramiento alimentario y de salud y el mantenimiento de las comunicaciones con las instancias municipales y provinciales comprueban el acertado accionar y buenas prácticas en dichas localidades ante este tipo de evento hidrometeorológico.

Más lluvias, más daños

Casi 3 000 clientes carecen de electricidad en el territorio. Caso particular deviene el    mencionado Consejo Popular Punta de la Sierra, en Guane, al que no se le puede restaurar el fluido eléctrico ante la interrupción de sus principales vías de acceso. Laboran en estas funciones de restablecimiento de la electricidad 39 grupos de trabajo en las ocho zonas identificadas. Asimismo, contingentes de acueducto y alcantarillado intervienen en lugares con problemas en el bombeo de agua.
Unos 200 servicios telefónicos están afectados en la provincia, debido, esencialmente, a la humedad.
También se reportan daños serios en 4 000 hectáreas de cultivos varios, más 80 toneladas de tabaco afectadas, unas siete casas de curación caídas y 71 con averías en sus cubiertas, así como la rotura de techos en una granja de reemplazo de ponedoras, que provocó la pérdida de más de 500 aves.
En muchos territorios, principalmente en el occidente pinareño, no se pueden contabilizar los daños hasta que no bajen las aguas.

Médicos buenos y manos amigas

Pero inundaciones por lluvia han traído a la par inundaciones de solidaridad, y no solo por la acogida en casa de familiares y amigos de aquellas personas necesitadas.
Las historias llegan desde la comunidad La Güira, donde a un médico todos le palmean y le tildan de «bueno». «Lo mejor que ha pasado por aquí», dicen los más viejos.
Y es que ante la crecida del río y la incomunicación del poblado, el galeno se creció en la atención médica y la ayuda a todos sus vecinos. El joven médico, con solo diez meses laborando en La Güira, confiesa no haber visto jamás «tanta agua junta».
«Es mi primera experiencia de este tipo», declaró el médico del consultorio radicado en la comunidad. «Esta vivencia da más experiencia, aprendes más que con un libro de Medicina», añadió.
Gracias a su constante auxilio se mantuvo estable Aida Rojas Puentes, paciente con una fractura de rótula debido a una caída en su casa.
Mas otras manos amigas se prestaron a la ayuda solidaria. Sandino, a pesar de ser uno de los territorios más afectados, puso a disposición su hospital para acoger a los casos de Guane y Mantua. Así lo aseveró Arnulfo Ramos Peña, vicepresidente del Consejo de Defensa Municipal.
Tal fue el caso de Aida, quien gracias a un helicóptero de la Fuerza Aérea Revolucionaria pudo ser trasladada hacia el centro hospitalario sandinense para recibir asistencia médica.
Pinar del Río se mantiene vigilante ante la situación meteorológica; poco a poco, en algunas zonas, el río regresa a su caudal original, y con los días quedará el recuerdo de estas inundaciones y la respuesta rápida y certera de la población y sus dirigentes.