Foto: La Voz de Rusia
Veinte y nueve programas, trescientas sesenta y
cuatro películas… ¡Cuantas cosas más interesantes!.. En el bochorno que
llegó a Moscú los espectadores se ven constreñidos a correr de un cine a
otro, pues se quiere ver no solo el concurso principal, sino también a
casi Todo Bertolucci y la Euforia portuguesa, así como encontrar el tiempo para ver a los Pequeños holandeses y las Noches salvajes…
Pero aquí hablaremos, en primer lugar, del concurso. “Dos películas
son, sin duda, buenas, hechas con talento. Estoy contenta de haberlas
visto. Son el filme suizo Rosie y el holandés Matterhorn, dijo en entrevista a nuestra emisora la estudiosa de cine María Bezruk.
-Espero que Matterhorn, gracias a su lenguaje insólito, por un lado lacónico y por el otro impredecible, sea distinguido por el jurado. En cuanto a Rosie
no tengo ilusión alguna, pero me sentiré feliz si esta magnífica
película, fina, vibrante, con excelente argumento y brillante actuación
de los actores reciba algún premio.
En el
concurso principal han participado dieciséis filmes, tres de ellos
rusos. Se comprende que a ellos se presta la principal atención. “Justo
ellos me han gustado más que todo, en primer lugar El papel Konstantín Lopushanski, dice el espectador Serguéi.
-Un
buen rodaje. Buena actuación de los actores. Me gustan siempre ciertas
reticencias, que te obligan a pensar, a captar alusiones y descifrarlas.
Allí hay eso.
A propósito, en el filme Papel
se rodó la actriz finlandesa María Jarvenhelmi. Vino al festival junto
con su mamá que habla bastante bien el ruso. Contactaban juntas con los
periodistas: la mamá traducía mirando con admiración a su bella hija. El
director serbio Momcilo Mrdakovic, autor del celuloide Mamaros
también presentó a los periodistas a su mamá, diciendo que sin ella no
habría habido la película. Por cierto, esta versa sobre las conmovedoras
relaciones entre la madre y su hijo mayor de edad. Mamaros
es el mejor filme del concurso. Por lo menos, es el único en el que se
podía sonreír, los demás son muy sombríos y serios, dice con vehemencia
el espectador Yuri.
-Es
una película humanística, muy suave. Pese a que en éste está presente
el tema de la guerra, su enfoque es muy bueno, humano. Con humor. No
pesado, se ve muy bien.
Muchas referencias
positivas ha recibido el filme de Mohsen Makhmalbaf en la exhibición
especial. La especialista en cinematografía Svertlana Jojriakova
compartió con nuestra radio sus sentimientos de simpatía respecto a esta
película.
-Es su última película El jardinero,
la rodó junto con su hijo. Es una película de inaudita belleza. Fue
filmada en Jerusalén y en los jardines de Bahai. Guarda relación con las
reflexiones sobre el sentido de la vida y la fe.
El jardinero
se proyecta al margen del concurso. Pero el autor de esta película
hermosa y filosófica, el director iraní más famoso Mohsen Makhmalbaf
preside el jurado del festival. Su gusto personal y su credo estético
deciden mucho y saberlos es de gran utilidad para los participantes del
festival.
vs/lj|/er
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