El patriarcado de Moscú supone que el actual
viaje del primado contribuirá a un acercamiento aún mayor y a fortalecer
los lazos amistosos de los pueblos de Rusia y Grecia.
Se
trata de la llamada visita pacífica del patriarca de la Iglesia rusa.
Desde el momento de su elección en 2009, el primado de la Iglesia
ortodoxa rusa ya ha visitado las Iglesias ortodoxas de Constantinopla,
de Alejandría, de Antioquia, búlgara, chipriota, de Jerusalén y polaca.
Le llegó el turno a la Iglesia de Grecia, dijo a La Voz de Rusia el
secretario del Departamento de Relaciones Exteriores Eclesiásticas del
patriarcado de Moscú para los asuntos interortodoxos, arcipreste Igor
Yakimchuk:
—La visita a
Grecia se enmarca entre otras visitas oficiales que el patriarca
realizará a los jefes de otras Iglesias ortodoxas en consonancia con la
tradición existente. De acuerdo con ella, el nuevo primado de la
Iglesia, tras su elección al trono patriarcal, recorre otras Iglesias
ortodoxas.
No puede decirse que este viaje del
patriarca Kiril a la República Helénica sea uno más. El país atraviesa
por una dilatada crisis económica, que afectó no solo a la población,
sino también a la Iglesia. La visita del pastor moscovita es un gesto de
solidaridad y apoyo, consignó el jefe del servicio de prensa del
patriarcado, diácono Alexánder Vólkov:
—Las
relaciones entre nuestras iglesias tienen un carácter especial, entre
otras cosas, porque últimamente la Iglesia ortodoxa rusa prestó una
ayuda sustancial a la fraterna Iglesia griega a raíz de la crisis
económica. Se recolectaron medios para la ejecución de diferentes
programas sociales. Cabe recordar que históricamente Rusia y Grecia
siempre mantuvieron relaciones muy estrechas. Y en ello reside la
amistad de nuestros pueblos, a los que les une la historia, la economía
y, obviamente, el turismo, y las relaciones eclesiásticas siempre han
desempeñado un importante papel clave.
Los países
eslavos, entre ellos Rusia, recibieron de Grecia el alfabeto. Sus
creadores fueron los hermanos Cirilo y Metodio oriundos de Salónica. Y
gracias a Bizancio, que se extendía a parte del territorio de la actual
Grecia, la antigua Rusia recibió la fe ortodoxa. Con el discurrir de los
años las relaciones entre los Estados y pueblos se fortalecieron. Con
la división del mapa político mundial, a mediados del siglo XX en las
periferias del sur de la Unión Soviética –en las repúblicas de Georgia,
Ucrania, Armenia y Kazajstán– se formaron grandes diásporas de los
llamados griegos del Ponto. En los duros años del yugo otomano los
habitantes del Ponto procuraron con todas sus fuerzas conservar su fe
ortodoxa, su lengua y cultura.
Hoy, tan solo en la
Grecia continental, viven unos 550 000 compatriotas del exespacio
soviético. En el marco de su visita a diferentes ciudades de la
república el patriarca Kiril se reunirá con ellos.
Athos
será una escala obligatoria de la ruta griega del primado de la Iglesia
rusa. Este monte sagrado para todos los ortodoxos también es llamado
como una de las cuatros dotes de la Santísima Virgen María. De los
cuatro monasterios más conocidos del monte está el monasterio ruso de
San Pantaleón, levantado por monjes rusos aún en el siglo XII, y el de
Vatopediou. Precisamente de este monasterio fue traído a Rusia en
octubre de 2011 el Cinturón de la Virgen. Entonces más de tres millones
de rusos veneraron la reliquia.
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