http://spanish.ruvr.ru/2013_06_01/El-gasoducto-Nabucco-sigue-siendo-un-fantasma-3920/
Foto: nabucco-pipeline.com
La UE en general no consigue encontrar en el sector gasístico una alternativa equivalente al socio ruso Gazprom.
En la prensa occidental se perfila con nitidez un espíritu luctuoso en relación a Nabucco. Por ejemplo, el diario italiano Il Floglio
no excluye que la UE se vea obligada a renunciar al proyecto
energético, que ella misma elaboraba a fin de disminuir al máximo su
dependencia del gas ruso.
La razón para semejantes
suposiciones fue la licitación para la adquisición de los yacimientos de
gas azerbaiyanos en el Caspio, cuyos resultados serán anunciados
próximamente por Bakú. La Unión Europea precisamente tenía la mira
puesta en esos yacimientos, pero el mero comercio se entrometió en el
asunto. Entre los participantes de la licitación adquiere ventajas netas
el proyecto de gasoducto transadriático (Trans Adriatic Pipeline, TAP),
dejando atrás al Nabucco.
Las compañías energéticas
alemana E On y noruega Statoil componen la base del consorcio TAP. Se
tiene previsto tender el gasoducto de Azerbaiyán a través de Turquía,
Grecia, Albania e Italia, donde estará la terminal.
De
tal modo, además de su rival más “terrible” en la persona del proyecto
ruso South Stream, pareciera que Nabucco recibió un golpe en la
retaguardia, esta vez del rival europeo TAP. El año pasado, desde el
momento en que los accionistas del gasoducto South Stream acordaron
construir su ramal norte, visibles fracasos empezaron a perseguir al
proyecto de la UE. Literalmente días después de que de la suscripción de
esos acuerdos, el consorcio Nabucco fue abandonado por la compañía
húngara MOL. Y no hace mucho se retiró del proyecto uno de sus socios y
accionistas clave: el consorcio alemán RWE.
En
principio, todo apuntaba a que tarde o temprano Nabucco se desintegrará,
dice el director de la Administración analítica del Fondo de Seguridad
Energética Nacional, Alexánder Pásechnik. El proyecto difícilmente
exista en su versión original, ya ha sido transformado en Nabucco West
de menor longitud. Los problemas con la base de recursos y los
inversionistas, y el lánguido consumo de gas en la eurozona -todo eso
repercutirá en la inconveniencia comercial del proyecto.
Al
propio tiempo, Gazprom ya terminó de construir las dos líneas del
gasoducto Nord Stream, a la vez que el proyecto South Stream será
ejecutado en 2015. Hacia fines de año comenzará la construcción del
tramo serbio del gasoducto. Gazprom tiene una posición más ventajosa,
subrayó Alexánder Pásechnik:
—Quiero
volver a remarcar que Gazprom tiene una base de recursos, que es
precisamente aquello de que no dispone el proyecto europeo Nabucco. Y
con respecto al gas que Azerbaiyán planeaba proveer del yacimiento
Shaj-Deniz hay una enorme cantidad de interrogantes. Por ejemplo, puede
ese gas cubrir completamente la potencia de Nabucco West. Todo parece
indicar que los rumores acerca de que el proyecto puede ser congelado o
desintegrarse completamente, pueden tener una confirmación real. Pero
esto no ocurrirá muy rápidamente, los europeos dilatarán la resolución
final, lo cual es comprensible. Aunque en realidad el proyecto no deja
de ser un fantasma.
Teniendo en cuenta la
realidad económica de los países de la eurozona y de la Unión Europea en
general, la mayoría de los países participantes ya no parten de las
ambiciones políticas, sino que se guían por las consideraciones
comerciales, constata Alexánder Pásechnik. Por eso nadie quiere invertir
en la tubería, que no cuenta con las garantías de sólidos contratos
gasísticos. O sea que la cuestión clave consistía en el relleno del
gasoducto, que hasta ahora no ha sido resuelta debidamente.
En
la práctica la construcción de Nabucco aún no se ha iniciado.
Originariamente este proyecto suponía el transporte del gas
centroasiático: de Turkmenistán a Europa. Pero Turkmenistán ya ha
tendido de a dos gasoductos a Irán y China, y ahora tiende una tercera
tubería al Imperio celeste. Por eso Turkmenistán ya no tiene recursos
libres de gas para la UE. Y según evaluaciones hechas por muchos
expertos, Azerbaiyán no dispone en general de volúmenes que pudieran
llenar el gasoducto Nabucco.
Pues resulta ser que este
proyecto revestía mayor interés para la Comisión Europea desde el punto
de vista de la presión a Rusia en lo concerniente a la diversificación
de los suministros de hidrocarburos, dijo a nuestra emisora el experto
en el mercado petrogasífero Dmitri Liutiaguin:
—En
principio, la propia idea –como idea– no es mala. Pero desde el punto
de vista de la base de hidrocarburos todo es muy complicado. Y, además,
se necesitaban determinadas inversiones por parte de todos los
participantes. El dilema principal consistía en coordinar los intereses
de una gran cantidad de países. Además, existen algunas discrepancias
políticas entre estos países, por cuyos territorios debe pasar la
tubería. Todos estos factores creaban las premisas de que la
materialización del proyecto se encontraba bajo cierto riesgo de
dilatación o cese. Si ahora la Unión Europea decide renunciar al
proyecto, pues alguno de los riesgos se hará efectivo.
Sin
embargo, es prematuro poner punto final en la historia de Nabucco,
estima Dmitri Liutiaguin. Pueden “poner el proyecto en una estantería”
con la posibilidad de retornar a él toda vez en dependencia de la
situación política o económica en Europa o a partir del estado de las
relaciones de Moscú y Bruselas en el momento concreto.
Por
lo que se refiere al proyecto transadriático, que tan humillantemente
desplazó a Nabucco, a los expertos por ahora les resulta difícil evaluar
la competencia que TAP puede hacerle a South Stream. Ante todo, porque
TAP es por ahora precisamente un proyecto, al tiempo que South Stream ya
está en marcha.
La Comisión Europea sigue mirando “con
estremecimiento” los gasoductos rusos, señaló días atrás el subjefe de
Gazprom, Alexánder Medvédev, en la conferencia “Diálogo energético:
Unión Europea-Rusia. Aspecto gasístico”. No obstante, según él, debido a
la demanda de gas que se espera en Europa “habrá lugar para todos y, a
lo mejor, haya que ejecutar nuevos proyectos”.
De
momento la última noticia del mercado del gas es la siguiente: el pasado
fin de semana en Ámsterdam se abrió la oficina de la compañía South
Stream Transport, que se ocupará de la realización de la fase
tecnológicamente más complicada del proyecto South Stream –el tramo
marítimo del gasoducto.
mj/as
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