En ese día, de 1986, en la central nuclear de Chernóbil ocurrió una avería descomunal que obligó a la humanidad a meditar en la seguridad de la energía atómica. 
Hace más de cincuenta años que entró el átomo civil en la vida de la humanidad. Los reactores nucleares sirvieron no solo pare atenuar el hambre energética, sino además para mejorar la ecología en una serie de países. Y como ejemplo se cita a Francia, donde el 75 % de la electricidad proviene de las centrales nucleares, gracias a lo que las emisiones de gas carbónico a la atmósfera se redujeron en un 1100 %. Parecía que la variante era ideal, pero solo a condición de que trabajen sin accidentes. En tanto, a lo largo de todo el período de la existencia de la energía atómica, en distintos países han ocurrido averías e incidentes de distinto nivel de gravedad. Ellos suman ya cuatrocientos. Entre los mayores sobresalen la catástrofe de Chernóbil en Ucrania, la avería en EEUU, en la central de Tree Mail Island, en 1979, y la ocurrida en Fukushima, Japón, en 2011. A juicio de algunos investigadores, esta superó en 1900 % la de Chernóbil en el volumen sumario de emisiones radiactivas. Las causas de las averías fueron distintas, y la experiencia de estos hechos es estudiado por los especialistas meticulosamente, indica Serguéi Pikin, director de la Fundación de desarrollo energético. 
Lo peor es que la humanidad se ve bastante indefensa en la situación de las catástrofes ecológicas, de ahí que sea indispensable pensar de antemano en las situaciones que pueden surgir, acometer intentos de neutralización y de atenuación del grado de la influencia de los riesgos. La atención en la seguridad es de suma importancia. 
En el mundo funcionan actualmente unos 440 a 450 reactores de centrales atómicas. Más de sesenta se construyen. Sin embargo, la última avería en Japón estropeó considerablemente la imagen de la energía atómica, que había mejorado un tanto después de las tres décadas de lo de Chernóbil. En relación con esto se intensificaron las búsquedas de una energía alternativa, explicaba Oleg Dvoinikov, director de la revista Estrategia Atómica
Naturalmente que existen las alternativas. Es posible crear instalaciones energéticas de gases de vapor y hulleras. Pero existe el equilibrio óptimo de potencialidades. Los especialistas afirman que en el planeta pueden existir unos mil reactores nucleares. Otro cantar es que, paralelamente a la construcción de centrales nucleares es necesario resolver los problemas del combustible nuclear usado, el reciclaje de los residuos nucleares. Pero, para los próximos 30 a 40 años existe la perspectiva de los reactores, los que serán construidos. 
En el Día de las víctimas de las catástrofes radiactivas tendrán lugar actividades memoriales en muchas ciudades de Rusia, de Bielorrusia y de Ucrania. En diez países de Europa, bajo el lema de “Por un futuro después de Chernóbil y de Fukushima” se lleva a cabo “La semana europea de acciones”. Sus actividades comprenden encuentros de la opinión pública con aquellos que hicieron gala de coraje y de sacrificio en la tarea de la paliación de las consecuencias de la avería de Chernóbil. 
sb/kg