Aunque a algunos no les gusten las verdades que a diario escribo, sé que mi deber es decirlas y también aceptar los insultos de los derechistas finiseculares extemporáneos.
Callar sobre quienes perpetraron la masacre del 32, los que se robaron todas las tierras de la nación, los que vendieron la banca, mataron a Monseñor Romero, a los Jesuitas, a los religiosos, a los periodistas, poetas, religiosas, a cien mil salvadoreño, a los que se robaron y vendieron las empresas del pueblo, exterminan el medio ambiente, se robaron la medicina de los hospitales y han y siguen destruyendo la nación, seria cobardía o aplaudir lo que los enemigos del pueblo hacen.
Es obvio pensar que cada quien tiene derecho a expresar sus opiniones, sentimientos, posiciones, etc., y mi posición siempre ha sido, es y será defender los intereses de la colectividad, del pueblo y del FMLN por ser el partido del pueblo, muy independiente de los problemas que como partido afrontemos, otra cosa son los que hacen el papel de comodines de la derecha tratando de defender lo indefendible como es el caso de un puñado de seudo revolucionarios.
Atrévete a ser libre. Mira la Primavera Latinoamericana en plena floración, observa el espectro nacional y lánzate en la lucha por construir una patria mejor, una patria para todos, de hombres y mujeres respetuosos de lo que somos, orgullosos de ser lo que somos: salvadoreños donde quiera que estemos.
Mirad a los niños, luchemos por darle una infancia feliz llena de libros y de juegos, a tus hermanas y hermanos mayores, necesitamos pagarles el esfuerzo de su vida cuidándolos, dándoles amor y respeto, eso es la libertad, construir para todos, trabajar para todos sin distinción alguna, mirad el esfuerzo de los trabajadores de la patria, necesitamos compensar el esfuerzo del trabajo con salarios acordes, necesitamos reconocer la importancia de los salvadoreños en el exterior de una forma diferente, creando instituciones financieras e impulsando la pequeña y mediana empresa creando extensiones de nuestras universidades donde nuestra población se encuentre, creando escuelas y clínicas donde se atienda en el extranjero a nuestro pueblo y en nuestra patria a para los familiares de nuestro pueblo en el exilio, ya que además de ser nuestros hermanos y hermanas son quienes con su esfuerzo mantienen a flote la economía nacional, esos casi tres millones de salvadoreños deben ser parte de las decisiones que acá se tomen.
Atrévete a denunciar los males de la patria, el crimen, la corrupción venga de donde venga , donde quiera que esté, pero ten en cuenta que sólo tu honestidad y tu entrega a la causa de la justicia y la paz te darán ese derecho.
Mira a Norte América y a Europa, el capitalismo reformado no ofrece ninguna solución. Descargar las pérdidas en los hombros del pueblo y capitalizar ganancias para unos pocos, es el mal de esas naciones donde millones de la juventud se encuentran desempleados y la población más vulnerable se encuentra desprotegida. Ahora pregúntate por qué en Sur América no sucede eso y la respuesta son los gobiernos democráticos y la independencia económica del FMI y en consecuencia del imperialismo.
Atrévete a pensar. Razona, una patria mejor es posible, entrégate a ello!
Los males que sufrimos son la herencia de las administraciones derechistas. Destruyeron la patria, después de empeñarla al imperialismo.
Ahora, en las circunstancias históricas en las cuales vivimos tenemos que analizar de forma permanente la coyuntura cotidiana para determinar metodologías objetivas y adecuadas para llevar al pueblo al poder.
Cuando hayamos ganado las elecciones, entonces tenemos que mirar hacia el SUR, a ALBA, al Tratado de Comercio de Nuestros Pueblos donde la bilateralidad se da entre hermanos con la mirada puesta en el presente y futuro latinoamericano.
Nuestro gobierno tiene que invertir en producir para el consumo nacional y para la exportación, tiene que renegociar o vender la deuda externa, hacer una reforma fiscal, demandar y castigar la evasión y elusión de impuestos, profundizar la educación, mejorar el sistema de salud por medio de dietas alimenticias nutritivas, hacer del deporte una obligación, todo ello para convertir al país una verdadera nación donde la ciudadanía prospere económicamente y con ello, crezcan las oportunidades.
Atrévete a ser libre. Se auto critico para poder ser crítico, trata de predicar con el ejemplo, se estudioso, comparte lo que sabes, aprende de tu pueblo, trabaja con y por la colectividad, se ante todo honesto, transparente, abandona los vicios espejistas, nunca es tarde cuando amanece!
Atrévete a ser libre. Cultiva, siembra y cosecha. Convierte las instituciones escolares en jardines educativos, promueve las artes, impulsa la ciencia, la tecnología, has de la educación un apostolado, la educación es el camino más seguro de la liberación y es ese específicamente el premio a todo nuestro esfuerzo.
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