7.02.2013, 17:35
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Foto: EPA
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Hasta el inicio de los Juegos Olímpicos que se celebrarán en la ciudad rusa de Sochi en 2014 falta exactamente un año.
Y en pleno centro de Moscú se instaló un reloj que marcará el tiempo que falta hasta la ceremonia de inauguración. Relojes similares comenzaron a funcionar en otras siete ciudades rusas.
Centenares de personas acudieron a la céntrica Plaza Manézhnaya para presenciar la instalación del “cronómetro olímpico”, entre ellas, la dos veces campeona olímpica, gimnasta Svetlana Jórkina y la campeona paralímpica de los Juegos de 2008 y 2012, Embajadora de Sochi-2014, Olesia Vladýkina. Después de que el reloj comenzó a funcionar, tuvo lugar un concierto con la participación de estrellas de la música pop. En un cubo colocado cerca del escenario el que quisiera pudo dejar un mensaje a los miembros de la selección olímpica nacional.
La preparación de los Juegos Olímpicos de 2014 tiene enorme importancia para Moscú que en su momento también fue anfitriona de una Olimpíada, subrayó en su discurso el alcalde de la capital rusa, Serguéi Sabiánin:
—Moscú fue la primera ciudad olímpica de Rusia. Es una ciudad de larga tradición deportiva. Moscú disfruta practicando el deporte y sabe ganar. Cerca de seiscientos campeones olímpicos residen hoy en Moscú. Este año la ciudad está viendo una mayor popularidad de los deportes de invierno: más de dos millones de moscovitas acuden a las pistas de patinaje y esquí, unos 17.000 niños asisten a escuelas deportivas. Moscú tiene además amplia experiencia en la celebración de las más prestigiosas competiciones internacionales y miles de voluntarios se ofrecen para viajar a Sochi y prestar su ayuda en los preparativos de los Juegos Olímpicos. Llevamos el mismo ritmo, el olímpico, y respiramos el mismo deseo de ganar.
La instalación del reloj duró una semana en un ambiente de total secreto. Tiene seis metros de altura y pesa casi ocho toneladas. La tradición de instalar relojes en los sitios más significativos de los países anfitriones de los Juegos Olímpicos apareció en los años treinta del siglo pasado. Y desde entonces el fabricante de relojes suizo Omega colabora con las capitales olímpicas, ofreciendo a cada una un diseño único. Esta vez se quiso transmitir el espíritu dinámico y los contrastes propios de Sochi, el mar Negro y las cimas impecables de las montañas, el calor y el frío.
La ceremonia de cuenta regresiva se celebró en un ambiente de euforia. La gente le contó a La Voz de Rusia para qué acudió una mañana cotidiana al centro de la ciudad:
—Para apoyar a nuestros deportistas.
—Para ver, disfrutar con el espectáculo del inicio de la cuenta regresiva. Apoyar a los deportistas, los espectadores y los hinchas. Rusia será la primera.
—Fiesta, queremos una fiesta. Estamos en invierno, hace frío, el tiempo es muy desagradable. Y aquí hay fiesta, mire, todos están contentos. Rusia ganará.
—He venido desde Alemania precisamente para apoyar a nuestros futuros ganadores.
Más relojes se han instalado hoy en San Petersburgo, Nizhni Nóvgorod, Rostov del Don, Ekaterimburgo, Novosibirsk, Piatigorsk y Jabárovsk. En la capital de la Olimpíada el reloj con la cuenta atrás se puso en marcha mil días antes del inicio de las competiciones.
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