Foto: SXC.hu
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La víspera de los encuentros de titulares de Economía y Hacienda de la zona euro y de la UE, fijados para los días 21 y 22 de enero, en cuya agenda figura la crisis europea, algunos políticos y expertos europeos hicieron declaraciones llenas de optimismo.
Su esencia es: el climax de la crisis en la zona euro ha pasado y ahora se puede pasar a la solución de los problemas corrientes de la vida económica. Sin embargo, no todos los analistas y representantes del mundo financiero comparten evaluaciones tan radiantes.
Entre los optimistas más vehementes vale la pena mencionar en primer lugar al señor Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios. En entrevista al rotativo alemán Financial Times Deutschland dijo que en la superación de la situación de crisis en la zona euro en junio del año pasado después de las elecciones en Grecia se produjo un giro crucial. “Ahora, continuó, somos testigos de una tendencia diametralmente opuesta. Según cálculos del comisario europeo, en 2013 el déficit presupuestario en los países de la zona euro sería, por término medio, por debajo del nivel del 3 %, concretamente sería igual a 2,5 %.
Que el capital vuelve al “espacio europeo” y que los bancos nacionales dejan de depender totalmente del dinero del Banco Central Europeo, lo dijo el jefe del BCE Mario Draghi.
No todos los representantes del mundo financiero comparten el optimismo de sus colegas europeos. En opinión del jefe del Banco Alemán (Bundesbank) Jens Weidmann, las causas de la crisis “están lejos de ser resueltas” y la compra de bonos por el Banco Central Europeo, como bumerán, no hará sino agravar la crisis. El presidente del Instituto de Estudios Económicos de Munich, el profesor Hans-Werner Sinn no oculta su sarcasmo. “Sí, veo el giro crucial en la situación, apuntó en una entrevista. Consiste en echar la responsabilidad de los que generaron la crisis a los ciudadanos de filas que nada tienen que ver con ello”. Mijaíl Deliaguin, director del Instituto de Problemas de la Globalización valora con ironía el optimismo de los funcionarios europeos.
—Casi cualquier funcionario y el burócrata europeo sin falta, debe ser optimista. Es una exigencia de su profesión. No me refiero al bajo nivel profesional de los funcionarios europeos de hoy. Admito que ellos se dan clara cuenta: no hay salida de la crisis actual y la situación va a empeorar. Pero ellos deben dar a los electores cierta ilusión de optimismo, pero en medio año se olvidarán de sus promesas o tratarán de no recordarlas.
Deliaguin reconoce que hay cierto mejoramiento de la situación, pero lo considera pasajero. Ognian Hishow, profesor de economía del Fondo de Ciencia y Política de Alemania, en entrevista a nuestra emisora emitió una opinión aún más dura.
—Si estudiamos atentamente las declaraciones de Wolfgang Schäuble, uno de sus pasajes dice que la crisis “durará años”. No soy político ni experto. Antes que todo miro cifras, digamos los datos de Eurostat. Y de ellas se deduce que este año los países críticos tendrán un aspecto, antes bien, peor que mejor. De modo que hay muchas cuestiones y pocas respuestas a ellas.
Como vemos, queda pendiente la cuestión central: ¿sobrevivirá la zona euro al fin de la “noche polar financiera” o en el cielo brilló apenas una fulguración de aurora boreal.
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