http://www.insurgente.org/index.php/ecologia/item/1660-observen-detenidamente-esta-foto-de-la-nasa
Es
cierto que, en ocasiones, una imagen vale más que mil palabras. Y en
este caso la imagen, por reveladora, es profundamente dramática. Una
fotografía tomada hace tan solo unos pocos días, el 16 de septiembre,
por un satélite de la NASA, demuestra que la extensión de la capa helada
en el océano Ártico ha alcanzado su mínimo desde 1979, año en el que
comenzaron a realizarse estas mediciones. El hielo se ha reducido a 3,41
millones de kilómetros cuadrados, casi un 20% inferior al anterior
mínimo histórico, ocurrido a mediados de septiembre de 2007 (4,17
millones de kilómetros cuadrados), según ha informando el NSIDC
(National Snow and Ice Data Center), organismo encargado de llevar a
cabo las mediciones. Es como si en ese tiempo se hubiera perdido una
superficie considerablemente mayor que la Península ibérica. La
comparación es aún más desoladora si se tienen en cuenta los primeros
datos conocidos hace treinta años (en la imagen, en amarillo); el área
se reduce prácticamente a la mitad.
La
cubierta de hielo marino del Ártico crece naturalmente en los oscuros
inviernos árticos y se retira cuando el Sol aparece en primavera. Sin
embargo, la extensión mínima del hielo marino, que se alcanza
normalmente en septiembre, ha ido disminuyendo en las últimas tres
décadas, a medida que las temperaturas del aire y del océano del Ártico
océano han aumentado. La extensión mínima de este año es aproximadamente
la mitad del tamaño de la extensión promedia de 1979 a 2000. Además,
también marca la primera vez que ha caído por debajo de 4 millones de
kilómetros cuadrados.
El
NSIDC ha advertido de que puede ser peor. Todavía hay tiempo para que
los vientos cambien y compacten los témpanos de hielo, lo que podría
reducir la extensión del hielo marino aún más. La NASA y el NSIDC darán a
conocer un análisis completo del deshielo durante este año el próximo
mes.
Más rápido que las predicciones
«Los
modelos climáticos habían pronosticado un retroceso del hielo marino en
el Ártico, pero el retiro real ha demostrado ser mucho más rápido que
las predicciones», ha indicado Claire Parkinson, climatóloga en el
centro espacial Goddard de la NASA. Además, el espesor de la capa de
hielo también está en declive. Cada vez es más vulnerable y se derrite
con más facilidad. El hielo más viejo y espeso es reemplazado en
invierno con una fina capa de hielo estacional que normalmente se
derrite completamente en verano.
Este
año, además, un poderoso ciclón se formó frente a las costas de Alaska y
se trasladó el 5 de agosto hacia el Océano Ártico, donde azotó la débil
capa de hielo durante varios días. La tormenta cortó una sección grande
del hielo al norte del Mar de Chukchi y la empujó hacia el sur hasta
aguas más cálidas que la hicieron derretirse por completo. También
rompió vastas extensiones de hielo en trozos más pequeños más propensos a
derretirse. «La tormenta parece haber jugado un papel en la retirada
inusualmente grande del hielo este año -dice Parkinson- pero esa misma
tormenta, de haber ocurrido décadas atrás, cuando el hielo era más
grueso y más amplio, probablemente no habría tenido tanto impacto».
«Territorio desconocido»
Mark
Serreze, director del NSIDC, no esconde su incertidumbre. «Ahora
estamos en territorio desconocido», confiesa. «Si bien hemos sabido
durante mucho tiempo que el planeta se calienta, que los cambios se
verían por primera vez y más pronunciados en el Ártico, muy pocos de
nosotros estábamos preparados para la rapidez con la que los cambios se
han producido en realidad».
Los
últimos modelos climáticos sugieren que el Océano Ártico podría perder
el hielo en 2050, pero los científicos del NSIDC creen que un panorama
tan increíble podría producirse incluso antes. Si llegara a ocurrir, se
abriría una nueva ruta marítima en el Ártico que los barcos podrían
atravesar durante los meses de agosto.
Agencias.-
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