El deber del periodista
es informar la verdad. Son inmorales los que mienten
al pueblo. Para un periodista de
izquierda ello constituye un crimen contrarrevolucionario.
Por cosas de la vida y de mi
trashumancia, me dieron un trabajo
temporal en la Subsecretaria de Transparencia y Anticorrupción del Gobierno de
El Salvador y vaya que me ha servido de
mucho para certificar mis sempiternas sospechas de la corrupción rampante en un
mundo de falacias y espejismos en el cual nos toca cohabitar con bestiarios
cortados con la misma tijera oxidada a lo largo de la tierra.
En este reducto de tierra que se
llama El Salvador donde se mata por matar, donde por la mañana se sueltan un par de tortugas que de
casualidad se habían salvado para que más tarde aparezcan acuchilladas en las playas, en
un medio donde a los jefes mareros se
les da reconocimiento por beligerancia y la empresa transnacional no invierte
un centavo de la billonaria perecuación de ganancias en la economía del país,
en un país
donde lo que fue jurídico ayer ya no lo es hoy y donde los ex funcionarios de
gobiernos corruptos que robaron, vendieron las empresas del pueblo, repartieron
tierras estatales a sus millonarios correligionarios, ahora negocian en nombre de la democracia y
donde se presume que la empresa privada ha trabajado con el dinero del estado
sin pagar capital ni intereses, un país
de chauvinistas donde a cualquier rata extranjera se le endiosa, donde la egolatría hace de muchos la careta
grotesca de la imbecilidad e idiotez,en un país que ha sido siempre el reino de la
meritocracia de traseros y de sicariatos, es
mucho lo que se debe hacer, pero es poco
lo permitido.
Vivimos o sobre vivimos en un
mundo dominado por sicópatas, mensajeros de la muerte, inventores de armas de destrucción
masiva, dueños y señores de la banca y de las compañías más
grandes de la tierra que junto a la iglesia inician guerras de rapiña todos los
días causando el dolor humano, el luto
universal y la destrucción del eco sistema y dioses terráqueos no escuchan el clamor de
paz y de justica social de la especie humana.
Los escándalos financieros ya no
son noticia, son parte de la vida diaria. Los financistas y gobiernos apoyados por los
medios de comunicación en manos de los mismos ogros y un periodismo mentero y enfermizo que perdió el derecho a opinar
desde antes de haber nacido, tratan de callar el clamor de los pueblos por
transparencia, paz y justicia social
La llegada en El Salvador del
primer gobierno democráticamente elegido a lo largo de la historia, la derrota
de ALCA, el ingreso de Venezuela a Mercosur son algunas muestras claras de la Primavera
Latinoamericana y acá en El Salvador mismo, el decreto de la Ley de Acceso a la
Información Pública, la creación de la
Subsecretaria de Transparencia y Anticorrupción y del Portal Transparencia Activa, entre otros,
son logros históricos alcanzados por el actual gobierno en el afán de
trasparentar al estado.
La iniciativa de ley LAIP
propuesta en 1996 por el legislador y ahora Ministro de Obras Públicas
compañero Gerson Martínez fue decapitada al dejar fuera de dicha ley, las sustantivaciones de Transparencia y
Anticorrupción por el temor de que los capos mendaces, narcos de cuello blanco
y corruptos ex funcionarios fueran procesados.
La
LAIP poco a poco va creando la
cultura de preguntar cómo se invierte el dinero del estado y TA, un
portal producido por un grupo de
jóvenes periodistas ha alcanzado en el par de meses que tiene de
existencia, miles de lectores quienes encuentran en el
portal las noticias más relevantes de la vida
nacional e internacional específicamente
en los temas de Transparencia y Anticorrupción y quizá por ello, el
portal ha
sido hackeado y un artículo escrito por el Subsecretario de
Transparencia y Anticorrupción
en el cual se demandaba que todo periodista debe ser éticamente
responsable de lo que escribe, fue sacado de contexto por un
periodista para acusar
al gobierno de tratar de controlar los medios de comunicación, algo que
ni por
cerca se menciona en dicho artículo, lo
cual prueba que la derecha recalcitrante de este país, siempre estará
opuesta a cualquier asomo de democracia en
nuestra patria.
En un mundo donde la banca "legal"
es acusada a diario de crímenes financieros y en el cual existe una banca
pirata que maneja 32 trillones de dólares sin control de ningún estado ni
gobierno, la LAIP, además de los programas sociales iniciados
y profundizados por la actual administración,
es una de las mejores herencias que se
puede dejar al pueblo en una nación donde la corrupción de las clases dominantes
y sus lacayos es algo genético y generacional.
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