|Pravda Liberation Paris 1871|Redaccion Paris|
El Comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamento británico (ISC, por
sus siglas en inglés), ha confesado recientemente que sus servicios de
espionaje llevan a cabo una guerra cibernética contra la República
Islámica de Irán.
El ISC, ha alegado en su reporte anual 2011-2012, publicada la semana pasada , que los servicios de espionaje británicos han logrado alterar los programas nucleares de Irán, mediante un ataque cibernético contra a las redes informáticas del país persa.
Además, el reporte ha hecho hincapié en la necesidad de fortalecer el poder del Reino Unido en ese tipo de guerras cibernéticas para poder alcanzar la información necesaria en esta sección.
La publicación de este informe tiene lugar días después de las declaraciones del jefe del Servicio de Inteligencia Secreto del Reino Unido (conocido como MI6), John Sawers, quien reconoció la implicación de su país en operaciones ocultas contra los programas nucleares de la República Islámica.
De acuerdo con Sawers, Teherán busca fabricar armas nucleares y si no fueran por los esfuerzos de los espías británicos, en 2008 Irán hubiera logrado fabricarlas.
Algunos países occidentales encabezados por EE.UU. acusan a Irán de estar trabajando para dotarse de armas nucleares bajo la fachada de su programa de energía nuclear.
Sin embargo, Irán rechaza estas acusaciones, y enfatiza en que como miembro de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT) tiene derecho a desarrollar su programa de energía nuclear con fines pacíficos.
La AIEA ha realizado numerosas inspecciones a las instalaciones nucleares de Irán, pero nunca ha encontrado evidencia alguna que confirmen las alegaciones occidentales de que el programa nuclear de Irán podría utilizarse con fines bélicos.
El ISC, ha alegado en su reporte anual 2011-2012, publicada la semana pasada , que los servicios de espionaje británicos han logrado alterar los programas nucleares de Irán, mediante un ataque cibernético contra a las redes informáticas del país persa.
Además, el reporte ha hecho hincapié en la necesidad de fortalecer el poder del Reino Unido en ese tipo de guerras cibernéticas para poder alcanzar la información necesaria en esta sección.
La publicación de este informe tiene lugar días después de las declaraciones del jefe del Servicio de Inteligencia Secreto del Reino Unido (conocido como MI6), John Sawers, quien reconoció la implicación de su país en operaciones ocultas contra los programas nucleares de la República Islámica.
De acuerdo con Sawers, Teherán busca fabricar armas nucleares y si no fueran por los esfuerzos de los espías británicos, en 2008 Irán hubiera logrado fabricarlas.
Algunos países occidentales encabezados por EE.UU. acusan a Irán de estar trabajando para dotarse de armas nucleares bajo la fachada de su programa de energía nuclear.
Sin embargo, Irán rechaza estas acusaciones, y enfatiza en que como miembro de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT) tiene derecho a desarrollar su programa de energía nuclear con fines pacíficos.
La AIEA ha realizado numerosas inspecciones a las instalaciones nucleares de Irán, pero nunca ha encontrado evidencia alguna que confirmen las alegaciones occidentales de que el programa nuclear de Irán podría utilizarse con fines bélicos.
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