La sociedad y yo somos incompatibles, lo serio para ella para mi es risible (Paul Fortis)
Quiénes serán? los poetas, escritores, dramaturgos, narradores, los
pintores, danzarines, los académicos, quiénes?
En el caso que nos interesa acá, vamos a dejar aparte la rama de las
ciencias para dedicarnos a las artes y la relación simbiótica
artista-naturaleza-sociedad. En
realidad, el intelectual es parte de la fibra del pueblo y es su deber, según
mi punto de vista, la representación del mismo en su arte y no sólo la
representación, sino la defensa por medio del arte de los intereses del pueblo.
Aquel artista que se aleje de esta tesis, aunque no lo quiera, se estará
alejando del material primario de su obra.
Existe
en la obra de arte un
buen número de artistas que han encontrado en la problemática social el
barro
deforme de su obra, el material a pulimentar y de ahí han salido las
obras de
mayor peso en parte de la Historia del arte, como lo son las obras de
Homero,
Maiiakosky, Bogndanov, Tolstoi, Picasso,
John Steinback, Delacroix, Degas, Monnet, Renoir, Van Gogh, Neruda,
Dalton, Asturias, Vallejo, Rivera, Chomsky, y otros más, y la
Biblia, que es donde se juntan las experiencias humanas a lo largo de la
historia de dos culturas y dos tradiciones religiosas, la
Judeo-cristiana.
El intelectual trata de ser un ser independiente, libre, a quien le es dificultoso seguir las leyes o
estatutos de un partido político y es por ello que muchos han tenido y siguen teniendo problemas de
militancia lo cual no significa que obligatoriamente el intelectual tenga que estar como lobo solitario haciendo la
lucha de forma anarca y no unido al pueblo.
La mayor parte de los arriba mencionados lucharon por su pueblo al lado
del partido del pueblo y sería hermoso y
significativo que todos los intelectuales del mundo se unieran a los partidos revolucionarios
del pueblo en la lucha por la libertad de la especie humana. Como militantes,
su crítica bien intencionada serviría al
desarrollo y crecimiento cualitativo del partido.
El artista por tradición es un ser muchas veces inconforme, introvertido
o extrovertido, un ser diferente en muchas cosas a la comunidad en general.
Ello no quiere decir que sean especiales, sino; diferentes. Los artistas que
han vencido al medio, han sido seres
rígidos con su conducta y su programa de trabajo, son seres que gastan largas
horas de la noche pegados a su labor creadora.
Son seres nerviosos,
ateridos, trashumantes, temperamentales
y al mismo tiempo, los más dulces y
sublimes, es decir la esencia que vierte el vientre pachamámico en su alumbramiento dialéctico.
Son, por otro lado, los peores estadistas, los peores empresarios, los peores
empleados, los mejores amantes, pero al mismo tiempo pueden ser los peores
esposos dado a que el artista no es creyente ni respeta el establecimiento, es
un rebelde por naturaleza que puede destruir lo que le ha costado una vida en
un simple y mísero segundo.
El artista verdadero jamás rezará esa ambigüedad de que los hombres
somos iguales ante la ley, lo cual es la falacia jurídica más sutil y tan sutil
que desde los torpes hasta los cretinos que se creen sabios la aceptan como
tal. De ahí, que el partido del pueblo tiene que dar al artista las tareas para
lo cual está mejor preparado: la creación artística revolucionaria, que no debe
ser arte coyuntural porque con ello se
le quita originalidad a la cromática del genio artístico, por lo tanto, se le debe destacar o asignar tareas donde deba
poner su vocación, sabiduría, esfuerzo y desvelos a lo cual por su naturaleza está
destinado y acostumbrado al servicio de las causas del pueblo.
Los artistas que se alejan del pueblo se han alejado desde siempre a la
realidad artística, proclaman su independencia social como si el mismo hecho
humano los hiciera diferentes de la especie, desde ese punto de vista
flemático- falástico, se convierten nada más que en vacías ostras y rémoras del barco del arte
universal, su elitismo egocentrista y su falso complejo de superioridad los
convierte simplemente en vagos bohemios de cafetín barato desde donde jamás
saldrá una verdadera obra de arte ya que no llevará la esencia filosófica del
ser humano: el significado del significado.
Existen aspectos del arte como la forma y el contenido que han y siguen
desvelando a los críticos del mismo, tales como las escuelas tradicionales
formalismo, creacionismo, simbolismo, naturalismo, romanticismo, etc., para
mencionar unas pocas y bueno, los críticos son los encargados de estudiar la
obra, los artistas de crearla de ahí que siempre ha existido un distanciamiento
entre critica del arte y creación de Arte, lo cual dejamos en manos de
especialistas. Por lo que concierne al objetivo central de este artículo, baste enfatizar que el arte no puede
separarse del medio, de la naturaleza y de la sociedad ya que no se puede crear
arte de la nada porque la nada tampoco existe y si el arte pretende durar tiene
que ser el espejo manifiesto en formas
singulares y plurales del objeto natural.
En el caso del artista militante o pertenece a la vanguardia siendo
avant garde o se queda en la retaguardia
seudo artística y entonces si puede ser un buen propagandista partidario
especialmente de la derecha que puede
pagar sus vicios.
Hagamos arte y dejemos a los demás que nos critiquen, nuestro deber
concluye con la obra terminada y es ahí
donde comienza el trabajo del crítico y las especulaciones positivas o
negativas de los receptores.
En el estadio al que ha llegado el desarrollo social, sea éste
la última fase del imperialismo, o capitalismo bancario transnacional,
ya que todo lo llamado socialismo con sus diversas manifestaciones o comunismo
por sustantivación y no por distribución del producto del trabajo, sigue siendo
una utopía no por voluntad de las fuerzas productivas y las relaciones de
producción, sino por el desarrollo mismo del sistema capitalista explotador y su fuerza avasalladora de todo intento de
justa distribución del producto terminado en el cual las verdaderas Obras de
Arte son opacadas por la crítica de seudo críticos pagados y al servicio del
mismo sistema.
El verdadero artista es revolucionario y políticamente sólo puede
pertenecer a un verdadero partido revolucionario. La mente artística es binaria
o es o no es, de ahí que aquel artista que supedita su obra al mandato de un
partido político no revolucionario deja de ser artista para convertirse en un
político más de la pacotilla asalariada por el partido o gobierno de turno y
como tal pierde su libertad creadora para seudo crear lo que sea del gusto vulgar
de sus patronos.
Qué hacer entonces para sobrevivir al medio? Ser un verdadero artista
revolucionario a quien no le importe el espejismo imbécil de la generalidad y
buscar con modestia su independencia que le permita la conclusión de su obra
teniendo como fenotexto la libertad de la humanidad, nada más, nada menos.
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