Este día vamos a hacer la ley que nos permitirá vivir
eternamente. Decretamos que nosotros los firmantes viviremos por una eternidad.
La vieja tenía una tabla hormigosa en la cual ponía sus manos macilentas
y huesudas e introducía según lo que ella decía, eran piezas legislativas.
Vamos a decretar que nuestros salarios serán hereditarios ad
infinitum y que no exista la separación de poderes cuando a nosotros nos
convenga.
El presupuesto de los otros dos poderes tendrá que ir
rebajado el 10%, dinero que se usará para nuestros gastos personales y de
nuestros allegados.
El otro llegó y de un manotazo de manos
esqueléticas la apartó y continuó: Todo lo que aquí se diga aquí se queda, se
ordena fusilar a todos los presos políticos.
Prendan la tv está saliendo la magistrada.
Se ordena al cuerpo diplomático que consuman el licor
nacional, Arráncame la Vida.
Fueron seis las y los partícipes.
El director del asilo sonreía, también era uno del grupo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario