Un pequeño gigante que se
llama José Martí
A lo largo del trajinar de mi vida he
podido observar los cambios que opera la revolución en la cultura y educación
de los pueblos, reflejados éstos en los trabajadores de todos los niveles de la
patria revolucionaria. Así, he tenido contactos con los diplomáticos cubanos en
Canadá, Guatemala, Nicaragua y El Salvador y mi conclusión es la misma para
todos los trabajadores y trabajadoras de la revolución: Hombres y mujeres
al servicio de la patria y de la humanidad.
Cuando llegó el FMLN al poder el 2009,
sugerí por medio de mis escritos, que las personas destacadas en el servicio
exterior fueran personas ágiles que ayudaran al gobierno a establecer un nuevo
tipo de relaciones comerciales, educativas y culturales con una
bilateralidad que favorezca a nuestro país, de cierta forma, hemos avanzado
porque se han abierto relaciones con países que antes no se tenían, dado a la imposición
imperialista y a las gorilocracias de turno.
Los países que han experimentado
procesos sociales revolucionarios han avanzado enormemente en los aspectos
educativos, culturales y sociales y con ello con una vida mejor para la población
en general.
Nunca los imperialistas fueron capaces
de aceptar que la revolución trae cambios y con aquello de que el comunismo
viene asesinaron y siguen asesinando a centenares de patriotas a lo largo de la
tierra por estar de acuerdo con la explotación inhumana a la cual el sistema
capitalista somete a la humanidad.
Nadie puede negar los avances de Cuba
en todos los campos de la vida, los de Viet Nam, Venezuela, Bolivia Ecuador o Nicaragua como resultado del proceso
revolucionario y aun en mi Patria El
Salvador donde un movimiento guerrillero llega al poder por la vía democrática,
sólo ese hecho de llegar al poder por medio de elecciones nos está diciendo que
del tiempo de las gorilocracias a la actualidad hemos logrado mucho, aunque
ello no represente la totalidad de nuestros sueños, hacerlos realidad depende
de nosotros.
La corrupta casta imperialista jamás será
capaz de ver y
aceptar los cambios que opera la revolución en la conducta de la humanidad y quizá
sea correcto porque es su misión o tarea, pero es de miopes no ver esos cambios
cuando se pertenece a la masa trabajadora o conscientes de los mismos se le
haga el trabajo al enemigo criticando y no cooperando para el sostenimiento y desarrollo del proceso
revolucionario que muy a pesar de la extrema derecha y de los anarquistas es
indetenible.
Recientemente lo dije en un artículo: sin educación
no puede haber revolución, lo cual nos llama a todos y todas a formarnos en el
razonamiento y el pensamiento crítico y tomar el ejemplo de los grandes líderes
que han sido estudiosos hasta el último momento de su presencia terráquea.
El enemigo le tiembla a los pensadores
revolucionarios, por ello han asesinado a grandes líderes como el Che, Lumumba,
Luxemburgo, Sandino, Farabundo, Allende, Lutrher King y hacen palidecer en sus ergástulas
a los que no son capaces de asesinar en la luz pública como Gramsci y tratan de
asesinar a diario a pensadores que como Fidel, han puesto su vida en juego por
la liberación de la humanidad.
Si el enemigo tiembla antes los pensadores revolucionarios, entonces formemos ejércitos de pensadores cuya praxis sea el reflejo de su forma de pensar de esa forma estaremos asegurando el triunfo revolucionario desde las canteras y evitaríamos que gente en la que un día los pueblos creyeron se desvíen por falta de formación ideológica.
Los revolucionarios como el Che dieron su vida por
el hombre nuevo, tratemos de serlo en honor a uno de los más grandes revolucionarios
de la historia.
Un pequeño Martí llevo en mi alma que se agiganta
cada vez que habla.
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