M. DINUCCI / El arte de la guerra: La escuela de la muerte de la OTAN
Publicado el 5/03/12 • en el tema EL MUNDO EN CRISIS • Visitas 104 , 29 en este día • Imprime este Artículo
MANLIO
DINUCCI – He aquí la lección aprendida por la guerra en Libia. Los
alumnos que han aprobado el examen pasan a la guerra siguiente.
Contrariamente
a lo que parece, la OTAN también aprende. «Saca siempre lecciones de
sus operaciones y eso es lo que estamos haciendo con Libia» explica el
almirante estadounidense James Stavridis, comandante supremo aliado en
Europa. Para ello la OTAN dispone de un centro adecuado, el Joint
Analysis & Lessons Learned Centre (Jallc): una especie de escuela,
en la que se enseñan las «lecciones aprendidas».
Así
la OTAN aprende siempre a hacer mejor la guerra. Al principio de la de
Libia, en marzo de 2011, el Jallc envió un equipo de analistas a seguir
las operaciones en el centro aliado de mando en Nápoles. Las «lecciones
aprendidas» están expuestas en un informe reservado, presentado en
febrero, y del que el New York Times ha obtenido ahora una copia.
¿Qué
deben aprender los aliados, sobre todo los europeos? Que la guerra
contra Libia no fue la operación modelo que pensaban, y que ha puesto en
evidencia graves lagunas. Ante todo, el hecho de que los aliados
europeos y Canadá tuvieron que contar excesivamente con Estados Unidos.
Incluso con la ayuda estadounidense, la OTAN, para la guerra
electrónica, solo disponía el 40% de los aviones que hubieran sido
necesarios para esta operación.
Fue
Estados Unidos quien suministró la casi totalidad de las municiones más
avanzadas tecnológicamente con guía de precisión: 7.700 bombas y
misiles utilizados en el ataque a Libia (de las que una gran parte
seguramente provenían de la base estadounidense de Camp Darby, en Pisa).
Es necesario y urgente acabar con estas lagunas. «El presidente Obama
ha pedido al Pentágono que prepare opciones militares preliminares en
Siria.» Sin embargo, «una operación militar Gaddafi del poder».
Siria
dispone en efecto de fuerzas armadas y sistemas de defensa aérea más
eficaces, más difíciles de destruir con ataques aéreos. Además, la
“oposición” de Siria está más desarticulada y dispersa que la de Libia
durante la guerra, «haciendo más difícil los esfuerzos de los aliados de
la OTAN para coordinarse con los rebeldes». En consecuencia, para
atacar Siria, los aliados europeos y Canadá deberían «apoyarse
excesivamente en las capacidades de Estados Unidos».
En
previsión de esta guerra y de otras (en el punto de mira está también
Irán), los aliados y Canadá están acelerando su capacidad militar. En
este marco se inserta el acuerdo, concluido en febrero de este año, de
crear en Sigonella (Sicilia) el sistema AGS (Alliance Ground
Surveillance) que, conjuntamente con los drones Global Hawk instalados
en esta base, procurará a la OTAN un cuadro detallado de los territorios
a atacar, permitiendo así atacar vehículos en movimiento.
Inmediatamente
después, en marzo, los ministros europeos de defensa se pusieron de
acuerdo en un «plan ambicioso» que acabaría con otra laguna: la
insuficiencia de aviones para aprovisionar en vuelo a los
caza-bombardeos, que durante la guerra en Libia fue realizado en gran
parte por Estados Unidos.
Bravo,
ustedes han comprendido la lección -dicen los analistas del Jallc-,
tienen que implicarse mucho más: «La compra de aviones y de aparatos
electrónicos costosos necesita años para llevarse a cabo». He aquí la
lección aprendida por la guerra en Libia. Los alumnos que han aprobado
el examen pasan a la guerra siguiente.
17 de abril de 2012 – ilma
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