EL OCASO

Cuando termina el día es señal de muchas cosas, no es sólo que el sol se esconda tras la montaña, sino que ese momento tiene un espectro semántico que abarca infinidad de seres y de edades, de situaciones y decisiones.

Muchos ocuparon la vida para dañar, otros para hacer el bien lo cual trae resultantes que pueden ser esperadas de acuerdo a nuestras actuaciones en la vida, otros perdieron la vida en actividades vanas muchos buscaron la brújula y n nunca la encontraron y así se llega el ocaso de la vida y lo que pudo ser una caminata llena de alegrías y felicidad se convierte en una vorágine de dolor.

La humanidad se convierte para muchos en un bestiario: Acumuladores de riquezas como si la existencia necesitara de la gula para realizarse, humanoides que necesitan del poder político y económico para sentir que existen, sicarios que necesitan el baño de sangre para satisfacer su existencia, una gran porción de la humanidad carcomida por los vicios que impone el sistema.

El ser ético como esencia axiológica es la representación más elevada del ser, en él se reúne la suma cualitativa de la especie y por ser tan difícil muy poco de lo biológico llega a ese nivel, quedando todo en la materia deforme que se usa a voluntad de pocos dominándola y terminándola de deformar.

La tesis: los fines justifican los medios, sigue siendo aplicada para cometer los crímenes más horrendos en la historia de la humanidad. Así, los políticos hacen las guerras y las pelean los pueblos pagando éstos últimos con sufrimiento, sangre, vida, dolor y lágrimas las resultantes de las mismas, aun cuando estés del lado triunfador ya has pagado tu cuota que de ninguna manera te es recompensada: la masa sigue siendo masa deforme y como tal, es usada de acuerdo a los intereses de las minorías que se apropian del poder económico y con ello del poder político.

Para los las masas que siempre viven en lo oscuro, el ocaso no es algo que haga diferencia, lo es para aquellos a quienes el poder los convirtió en ególatras, mitómanos, narcisistas, feudales en pleno siglo XX! Los que temen y no se percatan de que el sol se les puede ocultar en cualquier momento.

Los procesos revolucionarios son intentos de los pueblos por buscar el rayo de luz que trae la libertad y la justicia social, pero siempre chocan con el desarrollo del sistema explotador quien en su afán de dominación desconoce la palabra democracia o la configuran de acuerdo a sus intereses nocivos, de ahí que el esfuerzo de miles de hombres y mujeres a lo largo de la tierra se ve ahogado por la bota imperialista y los que logran determinado grado de independencia son cercados económicamente tratando de desestabilizar los logros revolucionarios de ahí que haya pocas revoluciones triunfales.

La revolución cubana, siendo la única que ha sabido y podido resistir los embates imperialistas es una muestra de que hay posibilidades, aunque estas posibilidades signifiquen para los pueblos una vida de limitaciones educación y entrega incondicional mientras dichos procesos se desarrollan.

Es de sumo interés para el imperialismo el sembrar la ignorancia para que los pueblos en su ignorancia misma, crean y se sientan temerosos de una fenomenología imaginaria o de la existencia no probada e indemostrable de deidades salvadoras, de ahí que la religión siga siendo el opio de los pueblos y arma potente de los enemigos de la libertad y la justicia social.

Es tiempo santo, como lo llama la iglesia católica, por la calle va la procesión de la ignorancia y no se me quita de la mente gritarle y reclamarle al zopilote que viste de negro, su llamado desde la iglesia para que no votaran por el FMLN en las recientes elecciones, no lo hago; en espera de que el castigo no sea sólo un reclamo, sino el trabajar con la gente para que despierten y se retiren del oscurantismo religioso.

Vivir en la oscuridad no significa de ninguna manera que no podamos encender la fogata!