Ex presidente Antonio Saca podría lanzar su candidatura
Un poco más de seis meses luego que el partido de izquierda FMLN ganara las elecciones presidenciales en el 2009, 12 diputados de ARENA pusieron su renuncia condicionada a que se renovara la cúpula, en un mensaje dirigido a Alfredo Cristiani, el maduro líder firmante de los Acuerdos de Paz por parte de la derecha.
Los areneros estaban seguros, primero que recuperarían los curules perdidos y segundo, que el nuevo partido GANA, formado por la disidencia y manejado desde la sombra por Saca –expulsado de ARENA- se diluiría en las elecciones del domingo 11 de marzo.
Una de dos. La primera proyección se cumplió, pero además ganaron dos diputados más de los que tenían en el 2009. La segunda fue de GANA que obtuvo 11 diputados, en su primera incursión como partido independiente. Se consideran los verdaderos ganadores de los comicios para diputados y alcaldes, gracias a un financiamiento generoso.
Con las encuestas en mano, “Tony” Saca finalmente confirmó que “por supuesto” le gustaría volver a la silla presidencial. Algunas encuestas ubican aTony, periodista como Mauricio Funes el actual presidente, como la figura más conocida de la derecha. Popular como lo ha sido Funes, prevé que ya conoce la cancha y está disputando con los areneros el llamado a la unidad de la derecha.
No importa que haya fracasado en su lucha contra la delincuencia y que varios de sus funcionarios hayan sido acusados de vaciar la gaveta pública, su carisma y discurso de hombre de radio que anunciaba los goles parecen contar más en la gente desmemoriada. Es una de las figuras más odiada de la militancia arenera.
ARENA apuesta por el perdón y el olvido
Después de 20 años de gobernar el país, es muy difícil poner en pocas palabras, lo negativo que fue para la población salvadoreña. El capitalismo salvaje se dio en toda su dimensión. Al privatizar la banca, algunos quedaron en manos de la cúpula arenera la cual los vendió en años recientes a las multinacionales sin pagar impuestos. Dieron dos sorpresas a las familias de El Salvador, el dólar como moneda y el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
El saqueo al dinero público fue multimillonario. El Seguro Social, la privatización de la telefonía, el hospital de maternidad, el Banco de Fomento Agropecuario, la administradora del agua, un abono donado por Japón, la privatización de las pensiones que pasó a las manos de las grandes financieras, carreteras, etc., etc., etc. Los delitos de cuello blanco han quedado impunes, excepto uno cuyo culpable está por salir de la cárcel.
El delito de cuello blanco, sumada a la pobre inversión pública nacional y extranjera, dio pie al desempleo masivo, la exportación de hombres y mujeres principalmente hacia Estados Unidos, la desintegración familiar, las maras, el incremento gradual del narcotráfico y la delincuencia organizada. Es tal, que el número de homicidios ponen a El Salvador entro los más violentos del mundo. Lo que no se dice es que son las familias pobres quienes siguen poniendo los muertos. El pasado hay que olvidarlo…
El dilema del Frente
Desde su primera participación como partido político en 1994, la ex guerrilla no dudó en buscar un candidato presidencial fuera de sus filas. Sin embargo, el candidato Rubén Zamora había acompañado al Frente en la parte diplomática durante toda la guerra.
Con la experiencia del actual presidente Funes, el FMLN duda si debe repetir la experiencia. Pocas semanas después de asumir el poder, el periodista comenzó a construir un muro a su alrededor para detener la influencia del partido que lo llevó al poder. Ha forzado la renuncia de ex dirigentes del Frente que tenían la principal responsabilidad en seguridad pública e inteligencia. En su lugar han llegado militares retirados, cuyo trabajo ha llevado al aumento de muertes violentas luego de más de tres meses de haber sido nombrados.
Como dice la dirigencia de izquierda “estamos en el gobierno, pero no somos gobierno”. De ahí que la política exterior ha sido casi una copia de los presidentes areneros quienes se ufanaban de ser “amigos” del mandatario estadounidense. Ahora, pululan las fotos felices con el señor Obama o con su esposa.
Todavía falta hacer una lectura más minuciosa del efecto Jekill and Hyde. En las redes sociales, la militancia dura culpa de la pérdida de diputados, 4, a la confusa percepción para la gente. Las familias pobres están poniendo su sangre en la matanza de los delincuentes y en parte culpan al partido, no a Funes. Y así con el desempleo.
En un año a más tardar, el FMLN deberá decidir quién llenará la candidatura presidencial. Una difícil situación puesto que el fenómeno Jekill and Hyde seguirá hasta entonces. ¿Será el voto duro suficiente para que un militante, hombre o mujer, suba a la presidencia?
Y si hay necesidad de alianzas ¿Con quién hacerlo? El partido de izquierda deberá pasar por una desapasionada autocrítica para poderse acercar más a las mayorías que son los pobres. En el pasado su voto ha venido de la clase media y de quienes cuentan con una mayor escolaridad.
Pero el verdadero problema para el pequeño país, es que la derecha no tiene nada nuevo que ofrecer. Se siente cómoda con la neocolonización. Las ideas frescas vienen de la izquierda y el bloque de integración bolivariano puede convertirse en una palanca para llevar beneficios y crecimiento a la gente que siempre ha sido excluida.
La ex guerrilla tan solo tiene que resolver el dilema y construir una estrategia efectiva. Tiene la experiencia y el apoyo de una militancia disciplinada. Esperemos hasta entonces.
Felipe V. Ortiz. Sindicato de Periodistas y Similares de El Salvador (SINPESS)
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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