El revolucionario no se cansa ni descansa. Los y las que andamos metidos en el proceso no por un puesto ni migajas de poder, estamos claros que todo nuestro trabajo está enfocado hacia una parte del proceso revolucionario para ir abriendo espacios para las presentes y futuras generaciones.
Las encuestas solo valen el tiempo y el dinero que la derecha gasta en ellas para ponernos a miles de años luz de la derecha, la encuesta final es la que cuenta, cuando estemos en las urnas y votemos y defendamos nuestro derecho como nos toque sin importarnos nada más que el triunfo del pueblo.
Si el pueblo se deja joder después de nuestro trabajo, después de nuestra entrega, ello significa que están bien como están y merecen estar jodidos, lo contrario es si quieren que el cambio continúe o si quieren volver a estar bajo el poder de la bota, el fusil y la bayoneta.
En los pueblos que he trabajado más que todo Arce, Cedros, Suchitoto y Tejutepeque no nos van a ganar con ninguna facilidad, vamos a ganar, tenemos la seguridad y ni la compra descarada de votos, ni las amenazas nos van a detener.
Es tanta la desfachatez, la sinvergüenzada, el irrespeto a nuestro pueblo que andan con las canastadas de dólares tratando de comparar el triunfo, sin embargo; nosotros hemos aleccionado a nuestra gente que agarren todo lo que les ofrecen y que Voten FRENTE, que nadie los puede vigilar por quién van a votar porque el voto es libre, directo y secreto.
San Salvador se enciende, nosotros no creemos en lo mínimo en las encuestas que le hacen a los perfumados, que vayan a la zona baja, a las comunidades, a las maquilas, a las escuelas a preguntar que ha hecho Quijano por ellos o que hable de las oscuranas de las calles y callejones de las colonias pobres. Tristemente Quijano no ha hecho ni una sola obra, las dos plazuelas se las hicieron los Poma y otra asociación de gente millonaria. Total, el Metro, los Jardines colgantes del acelhuate, los mercados fue nada mas una mentira para la ciudadanía y lo que sí ha hecho es tratar de privatizar los mercados, subir los impuestos, garrotear al pueblo y gastarse una millonada tratando de hacer de una cara de psicópata un ángel maquillado.
Los días que quedan son para la militancia días de completo trabajo, de esfuerzo personal y colectivo, días de convencer al pueblo, de quitarle esa carga de falacias publicitaria de la derecha, de hablar de nuestros adelantos educativos, de nuestros programas de Salud y Obras Públicas, hablan de Protección Civil e Inclusión Social, del nuevo despertar agrícola y ganadero y llamar a la ciudadanía capitalina y al pueblo en general a escoger entre el cambio o el oscurantismo de la dictadura goriloide y de los oligopolios explotadores.
En nuestras manos y conciencia está decidir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario