La importancia de estas elecciones estriba en el doble factor de la posibilidad de cambio de la actual configuración legislativa y municipal; pero también, en que esta elección será la medición de fuerzas con la cual se iniciará la próxima contienda presidencial del 2014.
Los factores y situaciones que incidirán en el proceso electoral serán múltiples y de diferente naturaleza, es difícil señalarlos todos, por lo cual nos centraremos en los que pueden ser más decisorios.
A partir de enero la confrontación electoral irá en aumento. Esto, como es tradicional, polarizará el país. En estas elecciones habrá tres grandes niveles de confrontación. El primer nivel de conflicto será entre el FMLN y ARENA. La pelea será por el primer lugar. El año comienza con un empate virtual entre ambos y la lucha será por prevalecer sobre el otro. La diferencia no será grande pero lo suficiente como para cantar victoria. San Salvador, por su alto número de votantes será clave.
La gran batalla será por la alcaldía de San Salvador. En esta batalla ARENA tiene dos ventajas la buena imagen que los medios de comunicación han creado en torno a la labor edilicia de Norman Quijano y el error del FMLN al designar a Shafick como su candidato, la desventaja de ARENA es que la candidatura de GANA (Silvia Aguilar) le restará votos. Aunque también es probable que el candidato de sociedad civil de CD (Andrés Espinoza) se agencie una significativa cuota de votación.
En la batalla por los diputados en San Salvador (Este departamento elegirá 24 diputados), sobre el FMLN pesarán algunos errores cometidos, por una parte, la designación de Shafick y el retiro de la alcaldesa de Apopa, y por otra, la actitud política asumida en la coyuntura de los candidatos independientes y el voto por fotografía, este último error le podría costar el voto de un sector medio urbano progresista con alto nivel de información y conciencia política que podría abstenerse de votar. Todo esto puede provocar que el FMLN pierda uno o dos diputados en este departamento.
Aunque el FMLN mantenga el mismo número de diputados en el resto de los departamentos, una probable pérdida en San Salvador incidirá ante ARENA, que podría sacarle al FMLN un empate o un diputado más en la suma total de diputados a nivel nacional. Con lo anterior ambos partidos podrían ganar entre 32 y 34 diputados cada uno, es difícil que la diferencia entre ellos sea mayor de dos diputados, pero si lo suficiente para poder cantar victoria, especialmente si el partido con más diputados mantiene o conquista la alcaldía de San Salvador.
Un segundo nivel de confrontación será entre GANA y Concertación Nacional (El antiguo PCN), en este nivel la pelea es por el tercer lugar. Al comenzar el año las encuestas señalan un claro posicionamiento de GANA en el tercer lugar. Esto es suficiente para obtener todos los diputados de residuo que el PCN ha obtenido tradicionalmente. La pérdida de un diputado en el departamento de La Unión, que ahora elegirá tres y no cuatro, afectará adicionalmente al PCN.
Si esta situación no sufriera modificaciones GANA buscaría obtener un diputado de residuo en cada departamento; y en San Salvador, con la candidata a la alcaldía de San Salvador buscarán arrancar un segundo diputado. Con esto GANA podrá obtener entre 12 y 15 diputados en la próxima legislatura, con lo cual sería una clara tercera fuerza, con el poder de ser la bisagra para la toma de decisiones por mayoría simple en ese Órgano del Estado.
El PCN buscaría obtener diputados por residuo en San Salvador, La Libertad, Sonsonate y Santa Ana, además han hecho algunas coaliciones con el partido de la Esperanza (antiguo PDC) para sumar votos en la batalla por el diputado de residuo en otros departamentos como San Vicente, Chalatenango, Ahuachapán, etc.
El tercer nivel de confrontación es con el resto de partidos, cuya lucha será por la sobrevivencia política y obtener un mínimo de representación legislativa. En este nivel se ubican el Partido de la Esperanza (PES), Cambio Democrático (CD), Fraternidad Patriótica Salvadoreña (FPS), Partido Nacional Liberal (PNL) y Partido Popular (PP).
Es muy difícil que los candidatos independientes o no partidarios logren levantar campañas significativas, es muy probable que las grandes maquinarias electorales aplasten su esfuerzo, pero no puede descartarse que uno o dos logren obtener la diputación, esto en los departamentos que eligen mayor número de diputados.
Otra novedad importante en la próxima elección será el voto por fotografía en las elecciones de diputados. Esto no afectará el número de diputados que gane el partido, pero si puede afectar produciendo cambios en los que salgan electos. Es probable que se cuelen algunos diputados que tradicionalmente han sido considerados “de relleno”. Podrían suceder sorpresas en el sentido que tradicionales liderazgos partidarios (tanto locales como nacionales) sean sustituidos por nuevos elementos.
Esta modalidad de voto por fotografía puede generar interesantes competencias al interior de algunos partidos políticos. Los institutos políticos harán esfuerzos para que estas no se conviertan en peleas de caníbales por su propio bien, pero podrían presentarse roces entre candidatos del mismo partido. Ello sería un fenómeno nuevo.
La noche de las elecciones las cosas podrían ponerse “color de hormiga”. La nueva modalidad de votación volverá complejo y lento el Escrutinio Preliminar que realiza cada Junta Receptora de Votos (JRV). Hay que tomar en cuenta que serán casi 12 mil JRV en todo el país, muchas de ellas en cantones alejados de los grandes centros urbanos. Primero tendrán que definir cuantos votos obtuvo cada partido para determinar a cuantos diputados ha ganado y luego contar los votos de cada candidato para determinar quienes han sido los ganadores.
Esto provocará que los primeros resultados parciales se obtengan mucho más tarde de lo que se ha acostumbrado, lo cual pondrá tensa la situación. Si a la media noche del día de la elección, los resultados que maneje el TSE no fuesen contundentes, las cosas pueden ponerse difíciles. Esto incluso podría afectar la ya deteriorada credibilidad que tiene nuestro sistema electoral. Habrá voces de protesta y de denuncia. Luego vendrán incontables recursos legales de impugnación de las elecciones.
El período post electoral inmediato será complejo. El debate sobre la necesidad de reformas electorales o de despedir a los actuales Magistrados del TSE cobrará fuerza. Pero como sucede casi siempre, la montaña ruge para parir un ratón. Al final todo irá regresando a la “normalidad” y la nueva realidad irá imponiéndose. Los esfuerzos se centrarán en la nueva correlación legislativa y GANA podría ser la nueva bisagra de la política nacional, sustituyendo al PCN.
Ayutuxtepeque, domingo, 01 de enero de 2012.
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