Traducido del ruso por Josafat S. Comín
El principal acontecimiento del año deben ser las elecciones de nuevo presidente, escribe en su análisis “Gazeta.ru”. Además, a finales de 2011, el escenario más probable seguía siendo aquel, en el que la novedad de un jefe de estado seguiría siendo muy relativa. La candidatura a la presidencia de Putin, la fuente de “Gazeta.ru” en el Kremlin, la denominó como “cuarto mandato”, dando a entender, que desde su cargo de primer ministro no ha perdido su influencia.
Pero nunca antes las elecciones han sido tan complicadas para Putin. Por primera vez desde 1996, los expertos hablan en serio de la perspectiva de una segunda vuelta. Sin embargo el cuartel electoral de Putin, comandado de hecho por el nuevo vicedirector de la Presidencia, Viacheslav Volodin, según fuentes de “Gazeta.ru” se fija como tarea la victoria en primera vuelta.
El problema central sería la confiabilidad del proceso electoral y del escrutinio. El propio Putin ya ha intervenido para proponer que las urnas sean transparentes y se instalen cámaras web en todos los colegios electorales. Pero la mayoría de los expertos señalan, que precisamente con unas elecciones transparentes la probabilidad de una segunda vuelta es mayor que nunca. En ese caso el favorito claro para terminar de pareja con Putin sería el líder del PCFR Guennadi Ziugánov.
La intriga estaría en la postura de Mijaíl Prójorov, quien en primera vuelta podría arrastrar a ese voto de protesta no comunista. Tres días antes de que presentara su candidatura a la presidencia, Prójorov aseguraba que solo Putin podría controlar la situación, por lo que lo más probable sería que en una segunda vuelta el magnate apoyase al actual primer ministro (cuesta imaginarse a un miembro de la lista de “Forbes” pidiendo el voto para Ziugánov).
De ese modo, Prójorov podría jugar el papel del general Lébed, quien apoyase en 1996 a Yeltsin en contrapeso al entonces ya líder de los comunistas.
Los otros candidatos al puesto de presidente son ya bien conocidos: el líder del PLDR, Zhirinovski, el líder de “Yabloko”, Grigori Yablinski, el líder de “Rusia Justa”, Serguei Mirónov. También se suma a la campaña un desconocido para el elector, gobernador de la región de Irkutsk, natural de San Petersburgo, Dmitri Mézentsev, que hace las veces de “seguro” para el caso en que el resto de candidatos a excepción de Putin, decidiesen retirarse de la carrera para reventar las elecciones.
En caso de que el problema del fraude fuese tan masivo el 4 de marzo, como lo fue en las elecciones a la Duma, esto inevitablemente provocaría nuevos y masivos actos de protesta, que desencadenarían una crisis política de resultado impredecible.
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