Esta pequeña carta no lleva sino el interés de ayudar a la nación. En ustedes los votantes han depositado la confianza para dirigir el país y es hora que poniendo aparte sus diferencias partidarias e ideológicas se sienten como ciudadanos y hablen del verdadero proyecto de nación.
La tragedia que vive nuestra ciudadanía es indicativo de lo poco preparados que estamos para cualquier eventualidad. Sabemos bien o deberíamos saber que el calentamiento global no es cosa ya sólo de académicos, sino de conocimiento general y por lo tanto debemos de educarnos más que todo en la Prevención de Desastres.
En el desastre actual han muerto más de treinta personas y son miles de refugiados a quienes se les tendrá que dar ayuda por largo rato y no sólo en estos momentos de lluvia y tomar en cuenta que no es sólo la gente que está en los albergues la que necesita, sino miles de personas a quienes se les arruinaron las cosechas, miles de personas que no estando en refugios no tienen que comer ni abrigo, miles de personas a quienes tendrá que dárseles tratamiento psicológico post traumático, miles de casas más que todo del campesinado que tendrán que repararse, los mismo escuelas, edificios públicos, caminos vecinales, carreteras y puentes, en fin la mayor parte de la infraestructura vial.
Siendo honestos y sin interés político partidario se puede decir que nuestro gobierno ha puesto en todos sus niveles el mayor esfuerzo para ayudar a la población y tenemos la seguridad de que lo seguirá haciendo ya que el país está destruido.
Como comunicadores no podemos estar dando información sesgosa, inverosímil o alterada, sino tratar de reflejar la realidad de los hechos que lleven a nuestro pueblo a hacer lo correcto, a tomar las precauciones necesarias para salvaguardar la vida.
Hemos visto a lo largo del temporal a los trabajadores de Protección Civil, de Inclusión Social, de Obras Públicas, a Salud, a los gobernadores y alcaldes, al Magisterio Nacional, al ejército y la PNC, a la Secretaría de Comunicaciones, y al cuerpo de voluntarios de todo nuestro pueblo unido en un solo brazo haciéndole frente a la situación las 24 horas de día y ya a esta hora está llegando la ayuda internacional que tiene que ser sabiamente empleada para favorecer a los q ue en realidad lo necesitan.
Ya se han visto a políticos queriendo sacar ganancias del dolor del pueblo. Ello sucedió en la Comunidad El Valle de Oro de la Colonia Escalón donde los personeros de Norman Quijano usando sus chalecos distintivos con su nombre y los activistas de GANA se enfrentaron a puños causando un gran desorden en dicho albergue. Es denunciable y aborrecible que alcaldes areneros como por ejemplo, el de Tejutepeque, Santiago Raful irrespetando el dolor del pueblo y bajo la tormenta ha seguido con la reventazón de cuetes y sacando a los niños en carrozas bajo el agua y por supuesto gastándose el dinero del estado en actividades improductivas continuando usando la casa de la incultura que mal dirige Roberto Escobar como un permanente chupadero sin preocuparse siquiera de enviar a los empleados municipales a investigar la situación del campesinado, de la infancia y la tercera edad afectados por las lluvias torrenciales, otro es el caso del alcalde de Ishuatan, Magdaleno, quien salió de ISTA con un negro historial.
Cuando trabajábamos en la campaña pasada en San Julián y los municipios vecinos nos dimos cuenta que el mismo Magdaleno se había robado las tierras de la Cooperativa de Chilata y ahora hay denuncias constantes que esta la tala de los bosque del bálsamo y una foresta que daba sombra a los niños en la cancha de futbol las mandó a descuartizar.
Cuando trabajábamos en la campaña pasada en San Julián y los municipios vecinos nos dimos cuenta que el mismo Magdaleno se había robado las tierras de la Cooperativa de Chilata y ahora hay denuncias constantes que esta la tala de los bosque del bálsamo y una foresta que daba sombra a los niños en la cancha de futbol las mandó a descuartizar.
Es hora de hacer un llamado a todos los políticos para que asuman las responsabilidades por las que se les pagan los altos salarios en este pobre país calamitoso, deberían de ver que los nuevos movimientos y corrientes de pensamiento los están dejando a la retaguardia y que de nada sirve el discurso vacio si en la práctica no se demuestra la objetividad del discurso mismo.
Nuestro pueblo, más ahora en las circunstancias en las cuales nos encontramos, necesita que los políticos se sienten a deliberar en serio como sacar adelante su tarea, ya que el pueblo siempre la sigue sacando muy a pesar de las circunstancias y abstenerse de usar el dolor del pueblo para sacar ganancias políticas porque muy bien se les pueden revertir.
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