Un día de estos en una conversación nocturna, tuve la oportunidad de escuchar y debatir a varios miembros y combatientes de una de las corrientes políticas más poderosas del FMLN histórico. De hecho, ellos se reúnen cada semana para analizar la realidad nacional, obtener insumos y sacar conclusiones. Lo hacen con la misma exactitud y disciplina que los caracterizó en los tiempos más duros del conflicto armado. Lo hacen con pasión, con dureza y mucho realismo. La sinceridad y la franqueza de sus opiniones es palpable. Trataré de ser fiel a sus exposiciones y sus puntos de vista. La síntesis que presentaré a continuación, (cuento con la aprobación de ellos para hacerla pública) pertenece a un destacado ex-comandante y actual licenciado en Ciencias Económicas.
COMBATIENTES DEL FMLN HISTÓRICO EN BERLÍN, USULUTAN. |
1-“Con frecuencia me he preguntado y quizá lo mismo han hecho otros de mis compañeros, no me refiero a ustedes, por supuesto, si nuestro trabajo tuvo, visto desde cierto ángulo, validez moral. ¿Se puede conducir a una mayoría a la humillación o la muerte, empeñándola en una lucha que las circunstancias condenaban al fracaso? Es decir, me estoy refiriendo a una insurrección general y una completa victoria militar. No pongan esa cara de asombro o angustia! (Ligeras risas y gestos de sus manos acompañan su exposición).
2-“Ese es, sin duda, un planteamiento falso de la cuestión. Si los dirigentes, en algún grado, pudimos al fin de la lucha caer en la duda y el desaliento, para quienes nos acompañaron primero en las concentraciones, en las movilizaciones, en la toma de oficinas públicas, de embajadas y luego en la cruenta lucha, el deber se agotó en el momento en que se comenzaron a hacer extrañas alianzas, hasta culminar con la firma de un acuerdo no del todo benigno para las esperanzas e ilusiones de nuestro pueblo. Desde luego, los compañeros de la Comandancia cumplieron lo que a ellos se les pidió en días previos a la firma. ¿De dónde vinieron las presiones? No únicamente de las Naciones Unidas: no debe descartarse al gobierno de los Estados Unidos. Para ellos, ese momento les dio claridad y sentido a la existencia.
3-“Para nosotros, la historia era distinta. Nos encontrábamos con la tropa en la montaña, nos llegaba alguna información, pero no la suficiente. Debo agregar que había mucha expectativa. Desde mucho tiempo atrás habíamos señalado el rumbo de la revolución y nuestras bases estaban conscientes y seguras de la victoria, también de la forma de un nuevo gobierno, de la extinción de este modelo explotador y la instauración de un sistema distinto, al menos con justicia social, encaminado al bien común y la solidaridad. Dijimos que los males del país eran curables, siempre y cuando elimináramos las causas de la injusticia. Todos lo creyeron y confiaron. Así cerramos con la gente más humilde y sacrificada de nuestro pueblo un compromiso que no podía terminarse, simplemente, con la firma de un acuerdo ese 31 de diciembre de 1991 en las Naciones Unidas. Si las fuerzas y el impulso nos abandonaron, por lo menos nunca debimos, impasibles, aceptar lo que, en los días gloriosos de la lucha militar y política, rechazamos.
4-“No puedo, por supuesto, juzgar a mis compañeros de aquella jornada. Sé bien que no éramos ni un coro de ángeles, ni una legión de héroes. Ha corrido largo el río del tiempo. Mucho ha acontecido, entretanto, en el mundo, en El Salvador. En ese transcurso se repitieron ocasiones dramáticas, en las que las voces de ayer, no importa que ya fueran opacas, debieron y deben escucharse: los acosos contra la revolución sandinista y contra la revolución cubana, incluyendo ese atroz e infame bloqueo económico. La rabia impotente de los jóvenes por las escasas oportunidades para cursar estudios superiores. Incluso, las actuales embestidas contra los gobiernos democráticos de Venezuela, Ecuador y Bolivia. Unos cuantos hechos, entre mil. Muchos de nosotros no hemos sido dignos de un pasado glorioso. Hemos enmudecido o callado ante tanta injusticia. El tolerar o dejar pasar, no es el papel asignado a un verdadero revolucionario. En este punto sí critico poderosamente a muchos de mis compañeros dirigentes del FMLN.
TOYOTAS PRADOS, GUARDAESPALDAS Y CHOFER. |
5-“Ahora nos llega una noticia desconcertante: el pactar acuerdos con ex-dirigentes de Arena para obtener pequeños logros electoreros, soslayando los verdaderos intereses del pueblo. El silencio cómplice ante el anunciado aumento a las tarifas eléctricas. Hay mucha confusión y casi nula elaboración y trabajo con las ideas. Nos hemos olvidado del análisis serio y de las conclusiones sensatas. Parece que para algunos es más importante el resultado inmediato, los réditos electorales, que el abordaje de los problemas estructurales. Caemos en lo inmediato, en el hoy, y nos olvidamos del futuro. Confusión que revela, en el mejor de los casos, ausencia de sentido crítico, olvido de los términos exactos de la teoría y análisis marxistas. ¿No es estéril la lucha por la unidad y el desarrollo de nuestros pueblos si no se dignifica antes la vida interna de cada país?. ¿No es, o puede ser, la costosa edificación de una política internacional grandilocuente y hueca sólo una manera de conducir y manejar la atención pública con el propósito, fallido hasta ahora, de apartarla de los gravísimos problemas cuyas soluciones no encontramos?
“De verdad, me gustaría escuchar a nuestro flamante Canciller dar su punto de vista sobre ese ataque alevoso de la OTAN contra el pueblo libio o la despiadada y sangrienta represión contra nuestros hermanos hondurenos. No se trata de callar, simplemente para “no afectar relaciones diplomáticas”, sino que esgrimir nuestra autonomía e independencia en las relaciones internacionales. Bien, aquí concluyo. Si todo es error de juicio, de apreciación histórica, carece, naturalmente, de importancia. Pero si fuera oportunismo tardío, búsqueda senil de beneficios ya inútiles, se demostraría que esa inmensa masa poblacional que nos acompañó en la lucha, no fue nunca coro de ángeles ni legión de héroes. Pero qué son ahora, junto a madres sufridas, a mujeres solas, a niños huérfanos? Son sólo espectáculo doloroso. Seres cansados que cuando la noche se aproxima y el alma cae, quieren acercarse a un poder, a la cúpula del FMLN, también decadente, y entregarle lo único hermoso que entonces poseían: un puñado de recuerdos de su ilustre juventud.”
Pocote
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