TRACTORES, CAMIONES, PICOS, PALAS Y EL ESFUERZO POPULAR.
Un invierno que desborda ríos, inunda carreteras, destruye puentes, derrumba lodazales desde los volcanes y cerros, inunda y destruye casas de habitación más que todo de los hogares más desprotegidos, destruye plantaciones y cosechas, crea un caos de la infraestructura vial, destruye el anciano e inoperante sistema de aguas negras, creas cárcavas a cada paso de las inmensas correntadas, es de dedicarle esfuerzo de todo tipo para medio resolver los problemas inmediato Cuando se tienen inviernos como éste, quisiera que tuviéramos capacidad para guardar y purificar las aguas lluvias y convertirlas en riqueza de la nación para el consumo nacional y la exportación, sin embargo; el agua divina y necesaria en un país como el nuestro cuando llueve a cántaros pone en peligro la ruinosa infraestructura de la nación.
Para los ministerios a los cuales les toca afrontar estaciones lluviosas fuera de lo común como la de este año, no es nada fácil resolver la problemática cuando la mayoría del tiempo estamos en Alarma Amarilla en la cual todo el gobierno y la ciudadanía deberíamos de vernos involucrados ya que sin esa relación simbiótica de ninguna manera podemos salir adelante.
El esfuerzo de Obras Públicas es máximo, más aun cuando se recibió un ministerio donde se robaron hasta las baterías de la maquinaria, teniendo que que invertir sabiamente para cubrir las necesidades urgentes que causa un invierno como el actual.
Para resolver problemas de una ciudad como la capital que se está hundiendo paulatinamente ante los ojos indiferentes de la ciudadanía no es nada fácil para nadie, ni para un ministerio en lo particular ni para el gobierno de la nación. El Gobierno y el Movimiento Social hemos llamado a foros sobre este caso particular, pero desgraciadamente es tanto la desidia y la pobreza de pensamiento y falta de inspiración que siempre las mismas caras son las que están presentes, aun cuando en uno de ellos, Jorge Meléndez, de Protección Civil explicó la vulnerabilidad de toda la capital a sufrir un hundimiento masivo debido por un lado al vetusto sistema de alcantarillados y a la destrucción ecológica causada por la avaricia de los constructores de cementerios encementados y por el otro, el crecimiento de colonias burguesas en el Volcán de San Salvador donde ni siquiera se preocupan por hacer taludes y curvas a nivel para evitar la erosión. Las carreteras de la patria, los puentes, los caminos vecinales, las champas y casitas de campo han sido destruidos. Pueblos enteros han quedado en el infortunio después de los derrumbes y lo peor que la mayor parte son desastres causados por mano del hombre, por la destrucción ecológica y por la paupérrima necesidad de vivir en lotes orillados a volcanes, ríos y precipicios.
El trabajo de las ONG’S debe tornarse más activo. ORMUSA hizo una serie de viajes a Garita Palmera, a la zona del Bajo Lempa, al Puerto de la Libertad y otras comunidades llevando medicina, abrigo y alimentación, ante declaraciones vanas de un gobernador: “ Ahí no se han caído las casas” ignorando los lodazales, la falta de medicina, abrigo, electricidad y alimentación en dichas comunidades afectadas.
Cuando el IDA, con mi familia fuimos a buenas tres de la mañana camino a Verapaz como dos novillos destazados, con sacos de frijoles, tamales, pupusas, maíz que en algo ayudaron a Verapaz y Guadalupe, después viajaría con ropa que trajimos con Lazos Unidos a repartirla a las mismas comunidades y a Sisiguayo donde hicimos una bonita actividad con INDES y la Chelona Rodríguez, después de ello falleció mi hermano Wenceslao en Tejutepeque, siendo el viaje a Verapaz su último esfuerzo comunitario.
Cuando hay desastres a nivel nacional los políticos deberían olvidarse de colores partidarios y actuar de acurdo a la emergencia nacional junto al gobierno y la sociedad civil, ya que es la única forma de salir delante de los problemas que nos afectan a todos.
Obras Públicas está haciendo un trabajo bien panificado, óptimo diría yo, no se debe sembrar cuando no hay condiciones, de nada sirve encementar una cárcava por la mañana y que la lluvia y las correntadas se lleven el esfuerzo por la tarde, por otro lado; se debe ordenar a los transportistas mayor cooperación para salvar el problema ya que ultimadamente son ellos los que destruyen la infraestructura vial y hacer campañas de concientización con nuestro pueblo para que esperen que llegue el verano y poder construir una infraestructura sólida que no sea destruida a principios del nuevo invierno y pueda soportar de mejor forma los azotes del nuevo invierno que puede ser aún peor que éste.
Los automovilistas se quejan, aducen que no se está haciendo nada, mi pregunta es: Qué están haciendo ellos?
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