Cuando los votantes eligen a sus gobiernos esperan de éstos que respondan a las aspiraciones del pueblo que los eligió y que trabajen con honestidad por el desarrollo de la nación y el mejoramiento de las condiciones materiales de la ciudadanía.
Tristemente no son los pueblos los que eligen a sus gobernantes; sino los votantes a quienes los corruptos medios de comunicación han condicionado sicológicamente para decidir por este o por aquel que parece mejor polveado en la propaganda masiva partidaria.
El problema de la deshonestidad y falta de ética de los políticos es un mal internacional, más profundo en unos países que en otros y de ello no escapa ningún gobierno sea cual sea la ideología de auto denominación con la cual lleguen al poder ya que todos por lo general se denominan democráticos, aun cuando la democracia sigue siendo una utopía etimológica.
Los Estados Unidos autodefinido como la Democracia Ejemplar, es la Democracia de las Desgracia Universal, lo mismo sucede con Francia donde fueron declarados los Derechos de la Humanidad, ahora expulsan a las minorías haciendo uso de la mas bestial xenofobia, discriminación racial y religiosa ante los ojos del pueblo francés que aun no alcanza a creer lo que en nombre de La Galia se hace en estos momentos.
Los Estados Unidos en nombre de esa “Demoniocracia” asesina a millones de seres humanos a lo largo del planeta, siendo los más recientes ejemplos: Irak, Afganistán y Palestina, apoyando al mismo tiempo a gorilocracias sicarias a lo largo de la tierra con el más crudo ejemplo las matanzas en Colombia donde a diario se encuentran tumbas colectivas a flor de tierra y todo en nombre del Plan Colombia sin tomar siquiera en cuenta que donde sus sicarios Marines llegan y el DEA aumenta la producción y tráfico de drogas y con ello la muerte, la pobreza y la desesperanza para esos pueblos.
La URSS que fuera el sueño del pueblo revolucionario bolchevique se vio hundida por la corrupción inmensurable de los buros políticos y de nada sirvió el sacrificio de los millones caídos en combate para que se viniera a pique como fruta podrida y la vieja Rusia Revolucionaria se convierte de la noche a la mañana en el país con la mafia más potente del mundo.
Así las cosas, en nuestros países no es nada diferente. Hay políticos pangolines que han mamado la teta del Erario Nacional toda la vida y se enroscan como orugas remorosas al barco de la nación porque fuera de ahí no son nada, no son capaces de ganarse el sustento, si no es con el crimen, el robo, el zancadillaje y la perdición nepotista del compadrazgo y de ello no escapa ninguno de los partidos políticos en el poder en la actualidad y quienes dirigen dichos partidos si algo les queda de honestidad deberían examinar quiénes son la gente que han llevado al aparato estatal ya que cuando el río suena es que piedras trae y aquí se puede hablar de una aluvión de meteoritos deslizándose con los millones del pueblo.
Nuestro país ha sido y sigue siendo saqueado. En 1881 el presidente Zaldívar despojó a la población nativa de sus tierras ejidales y comunales con un solo plumazo ejecutivo. Sacaron a los nativos de las praderas para sembrar añil y los tiraron a los cerros, después cuando Barrios introdujo el café y se dieron cuenta que el café crecía mejor en los cerros, los sacaron de los cerros y los tiraron a la orillas de los ríos contaminados de la nación hasta terminar con la decapitación del alma nativa en enero de 1932 con la horrible masacre de nuestra población en el Occidente del país. Nada ha escapado a la garra oligocrática. En el litoral decretaron los bosques salados como bosques de agua dulce y se los robaron al estado y las catorce familias se repartieron el país midiendo las propiedades que un día fueron del pueblo, hasta donde llegaba la medición del teodolito y son los descendientes de esas catorce familias de ladrones y criminales los fundadores y mantenedores del horripilante estado de corrupción en que se encuentra nuestra patria.
En este país los vendedores de baratijas en los Portales de la Dalia, de la noche a la mañana devinieron billonarios en dólares, los militares tandónicos empresarios y hacendados, los ex ministros dueños de colonias y empresas de construcción, los expresidentes, banqueros, los diputráficos, diputíteres yalcaldes en dueños de mansiones en el volcán y en el litoral, ex militares de ambos lados, en secuestradores y extorsionistas y todos los allegados a los gobiernos aparecen de un día para otro con bienes registrados y no registrados que de otra manera jamás hubieran tenido, si no es el estado de corrupción delcual forman parte y mientras el pueblo muere de inanición y de la violencia, la derecha entierra por millones lo dinero que aun no han podido lavar para depósitos bancarios.
Es fácil ser empresario, tener un nombre extranjero o un padrino, sacar un jugoso préstamo para emprendedores y hueviarse el préstamo y no pagar ni siquiera los intereses del mismo, lo cual es lo que han hecho muchos empresarios que se oponen ferozmente a la reforma fiscal y a la auditoria de sus empresas.
El actual gobierno, por más que repique la empresa privada no les debe ni puede dar las mismas condiciones financieras de la corrupción anterior de la cual la empresa privada formó parte. Para nadie es nuevo en este país que tanto empresarios como miembros de gabinetes anteriores han sido procesados por robos a la nación y de ello no escapan muchos que aunque no se mencionen no significa que no se hayan enriquecido ilícitamente y de ahí que a ningún político le es potable declarar sus pertenencias cuando entran al gobierno ya que después y aunque no tengan ninguna solvencia finiquital, de haberse enriquecido con dinero estatal, se esconden o son protegidos por elementos nocivos el poder judicial que son parte de la misma corrupción.
En términos de muchos que se creen ser revolucionarios, se han convertido en robolucionarios y se siguen enriqueciendo en nombre de la sangre y del dolor del pueblo y como los otros, son parte del pillaje y despojo de nuestra sufrida nación, sin embargo; en el partido hay compañeros y compañeras que mantienen la pureza de nuestros ideales y ello se nota aun en la transparencia de sus gestos, en el trato fraterno y humano para con el pueblo, sí quisieramos que fueran todos los que ocupan cargos asalariados; pero hay otros que de revolucionarios no tienen absolutamente nada, son sencillamente oportunistas mitómanos y ególatras enroscados en el partido, incapaces de ganarse la vida de otra forma causando la opacidad y falta de desarrollo partidario, atrasando con ello el proceso revolucionario de nuestra nación.
Demandamos honestidad y transparencia de todos los empleados del gobierno y exigimos como pueblo que el partido que nos representa sea rígido con sus miembros de dirección y sus empleados, si no no estamos en nada.
PONCIANO MONTAÑÉS
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