Date: Thursday, January 28, 2010, 9:18 AM
Marvin Galeas, columnista de El Diario de Hoy, ex miembro del staff de
Última actualización: 28 DE ENERO DE 2010 11:10 | por Jaime Ulises Marinero
¿Cómo surge la idea de escribir “Las claves de una derrota”?
Un día de julio pasado mi hermano Giovanni Galeas se me acercó para proponerme escribir el libro. Él había entrevistado a casi todos los protagonistas de la campaña y yo había trabajado en la campaña del candidato a la presidencia Rodrigo Ávila y de Norman Quijano, así es que decidimos hacerlo.
¿No había conflicto de intereses, precisamente por haberle llevado la campaña a Ávila?
No, porque el libro no pretende atacar a nadie, simplemente contar los hechos tal como yo los vi, o como los vieron los analistas e involucrados que entrevistó Giovanni. Yo no iba a atacar a Rodrigo Ávila.
¿Según el libro, por qué perdió las elecciones Rodrigo Ávila?
Por varias razones, pero la más fundamental fue porque Rodrigo Ávila no quería ser candidato a la presidencia, lo impuso Saca. Él no quería ser presidente, aceptó el reto, pero fueron otros los que decidieron por él.
¿Lo obligaron?
El estaba cómodo como director de
¿Y por qué lo obligaron?
Es que todo tiene trasfondo. El proceso interno es la clave, desde ahí se conjugó la derrota. En ARENA, y con base a encuestas se sabía que los candidatos más potables eran Francisco Laínez y la ex vicepresidenta Ana Vilma de Escobar. Incluso, se daba por sentado que Laínez sería el candidato y él hasta fue a México a reunirse con asesores de campaña, pero algo pasó que hizo que Saca le diera la espalda, probablemente comenzó a acercarse a gente que no era del agrado del entonces presidente Saca. Con Ana Vilma fue distinto porque Saca había tenido roces personales con ella. Luego vino todo lo de los 18 precandidatos, lo cual fue una farsa, en la competencia entraron toda suerte de precandidatos.
¿Se amañó la escogitación?
Se generaron las condiciones para que Ávila fuera el candidato,a pesar de conocerse que había otros más potables, incluso con los que se podía ganar fácilmente. De Luis Mario Rodríguez se dijo que era muy joven y poco conocido, pero se olvidaron de que con las campañas se contrarresta eso. En fin, todo lo hicieron para escoger a Ávila, quien hasta entonces no tenía la voluntad decidida de ser el candidato presidencial, porque no era ese su objetivo de vida.
Pero al final aceptó…
Si, pero no le dejaron otra opción. Es más, él aceptó y comenzó a trabajar honradamente en su plan de trabajo, creyendo que con eso ayudaba a otros, a quienes precisamente habían decidido su candidatura.
¿Saca decidió la candidatura de Ávila?
Él ha dicho que los grandes empresarios no le dejaron otra opción que buscar a Ávila, pero la verdad es que tenía otros planes. Él quería seguir en el poder y buscaba la forma de lograrlo, pero como no hay reelección, entonces buscó a alguien fiel quien le podría garantizar, de alguna manera, seguir con poder.
¿Saca pretendía utilizar para sus fines a Ávila?
Quería hacer las cosas a su manera y las hizo. Estando en el gobierno, todos recordarán aquella campaña propagandística electoral de 2006 cuando el eslogan central era “Un voto por ARENA es un voto por Saca”, lo cual fue nefasto y dejó entrever que todo giraba alrededor de Saca y no del país. Esa tendencia se mantuvo hasta el final de su mandato y la mantuvo mientras fue presidente del Coena. Por cierto eso era una ilegalidad, pues algún jurista le dijo que después de cierto horario podría dejar de ser el presidente de la república y lo hizo, violando las leyes. Él quería tener el control de todo, hasta para imponer candidato.
Pero, Ávila pudo no haber aceptado la candidatura…
Es que Ávila creía que no tenía otra opción, porque había sido un acuerdo de la gente cercana a Saca. Fueron otros los que le designaron la misión.
¿Qué gente cercana?
Gente como César Funes, que al final fue quien le llevó personalmente la campaña y lo llevó a cometer muchos errores, como la entrevista que casi al final de la campaña concedió al periodista Jorge Ramos. En ese entrevista Ávila hizo el ridículo porque no estaba preparado. La gente comparaba la entrevista que le hicieron a Mauricio Funes y la que le hicieron a Rodrigo Ávila y encontraba una diferencia abismal. El primero con mucha retórica y Ávila tartamudeando.
¿César Funes también fue responsable de la derrota?
En la campaña si, el tiene mucha responsabilidad. No hubo un mensaje central que unificara, no se decían las cosas como debieron decirse. No le manejaron bien la imagen al candidato.
¿Pero ustedes le llevaban la campaña a Ávila?
Manuel Meléndez (Presidente del Grupo Cinco, donde Marvin Galeas es vicepresidente) renunció tres veces a la campaña presidencial y se quedó llevando solo la de Norman Quijano. No se podía trabajar en la campaña de Ávila porque era desordenada y César Funes la acaparó.
¿César Funes asumió entonces la campaña?
Es que primero se trajo a un grupo de mexicanos que eran malísimos, luego se trajo a otros mexicanos que eran peor. Fue hasta casi al final que se trajo al español Antonio Sola que había trabajado en la campaña de José María Aznar, Felipe Calderón, Mariano Rajoy y otros. Con él se mejoraron las cosas, pero vino demasiado tarde. Finalmente César Funes hacía las cosas sin consultarle a nadie, ni al mismo Ávila.
¿En algún momento la gente de ARENA tenía la certeza de que iban a perder?
Si. Siempre se dieron cuenta de los resultados de las encuestas verdaderas. En noviembre de 2008 se estaba 14 puntos debajo de Mauricio Funes y ellos lo sabían. César Funes, Saca y René Figueroa y otros salían diciendo cosas que no era ciertas, pues tenían conocimiento real de la situación. Muchos dirigentes areneros sabían que iban rumbo a la derrota, pero se hizo un intento final trayendo a Antonio Sola y provocando que el PDC y el PCN no llevaran candidatos a la presidencia.
¿Eso se manifestó en divisionismo dentro de ARENA?
Es que el divisionismo surgió desde que Saca presionó para que José Luis Zablah fuera el candidato a la vicepresidencia. Me consta que presionó, a pesar de que Zablah había sido uno de los más críticos contra el partido ARENA, pero hasta en la escogitación del candidato a la vicepresidencia hubo desorden.
¿Por qué hubo desorden?
Por la forma en que se hizo. Se manejaron tantos nombres, se llegó a mencionar hasta a Luciana Sandoval (presentadora de televisión). La más potable era Celina Escolán. Al final Saca impuso a Zablah.
En síntesis, Ávila fue el menos responsable de su derrota.
Es que el tipo es muy inteligente y tenía la simpatía de la población, pero el candidato del FMLN era fuerte, con mucha retórica, además habían factores que incidieron, como el último año de gestión de Saca que fue un año de populismo, además la necesidad de cambio. Ávila no fue tan responsable, como quienes lo obligaron a aceptar la candidatura y quienes la manejaron desordenadamente la campaña. A pesar de todo Ávila obtuvo 1.2 millones de votos y apenas perdió por 57 mil y pico de votos. En la historia de ARENA ha sido el segundo candidato más votado después del mismo Saca. Ávila se enfrentó a una campaña en los medios demasiada desventajosa. Por un anuncio suyo iban cinco del FMLN. Además el FMLN montó toda una estrategia de blogs que sirivieron para desprestigiar Ávila y la gente de ARENA no sabía como contrarrestar eso.
¿Entonces los culpables son Saca y César Funes?
Ellos dos y otros, quienes también fueron artífices de preparar el plan B. Es decir el plan de salirse de ARENA, que ahora se ve concretado con los diputados de GANA.
PLAN B
¿Cómo se fraguó ese plan?
Cuando se perdieron las elecciones comenzó a planificarse la excisión de ARENA. Fue demasiado extraño que apenas un día después de presentarse a la directiva del Coena se diera la primera separación. Esto era algo ya planificado, que tiene lógica desde que se conoció lo de los tres millones de dólares que le fueron entregados a Mauricio Funes por Nicolás Salume.
Que Nicolás Salume le prestó a Funes.
Es que ni se los regaló ni se los prestó. En realidad ese fue dinero que salió del mismo gobierno de Tony Saca, de la partida secreta. Saca jugó a dos bandas, se metió de lleno en la campaña de Ávila porque quería que ganara, pero también apoyó a Funes, viendo la posibilidad de que su partido perdiera las elecciones. Era como garantizarse que si Funes ganaba no iba a darse una persecución contra él y sus funcionarios. Todos recordarán que en su campaña Funes decía que iba a perseguir hasta el último corrupto, pero no ha hecho nada ni hará nada. En compensación al papel jugado por Nicolás Salume, Funes dejó a su hijo en el gabinete actual.
Con esos tres millones de dólares, si salieron de Casa Presidencial, Saca compró la voluntad de Funes.
Eso pareciera, pero la verdad no hay pruebas de la teoría conspirativa. En el libro decimos fuentes cercanas y la verdad es que son fuentes cercanísimas las que hablan de que el dinero salió de Casa Presidencial. Fue un despropósito que le dieron más ventaja a Funes sobre Ávila.
Pero durante la campaña Saca siempre estuvo con Ávila, incluso de manera ilegal, porque siendo presidente no podía ser partidario.
Es que de verdad quería que ganara Ávila, pero estaba consciente que podía pasar lo contrario y por eso dieseñó el plan B, que consistió en ayudar a Funes y proteger a los suyos, los que ahora son de GANA.
¿Al final Ávila perdió por culpa de Saca?
Si. Algo pasó. Todos recordarán que días antes de las elecciones a los vecinos de San Miguel les llegó la factura de la electricidad con cobros excesivos, lo cual disgustó a la población. Habrá que preguntarse cuáles fueron los motivos, si fue algo planificado para generar descontento. Recuerdo que Elmer Charlaix, quien junto a Herbert Saca eran los dos hombres más influyentes en el gobierno y en ARENA, después del mismo Saca, se hizo cargo de resolver el problema, pero no hizo nada. Otra cosa que pasó en San Miguel es que el mismo día de las elecciones los areneros se quedaron esperando el transporte que nunca llegó. En San Salvador, donde Norman Quijano había ganado, se perdió el dinero de los almuerzos. Prácticamente las elecciones presidenciales se perdieron en San Miguel y San Salvador. Hay elementos que podrían abonar a construir una teoría conspirativa. En definitiva Saca es el mayor culpable de la derrota de Rodrigo Ávila.
¿Teoría conspirativa?
Si. Que se trabajó para que ganara Funes. En noviembre de 2008 Funes estaba 14 puntos arriba de Ávila. Apenas dos semanas antes de las elecciones, Ávila ya estaba a dos puntos de Funes. Una semana antes era Ávila el que estaba dos puntos arriba de Funes, porque se contaba con el favor del PCN y el PDC. El mismo día de las elecciones, hasta el mediodía, las encuestas a boca de urna le daban una ventaja a Ávila. Es más la gente de ARENA interceptó las comunicaciones de radio del FMLN, que estaban llamando a sus bases a concentrarse en el redondel Masferrer para protestar por el supuesto fraude a favor de Ávila. Vinieron a la capital, pero a celebrar el triunfo de Funes. Para muchos de ellos fue una sorpresa. Los trajeron a protestar y se vinieron a celebrar el triunfo de Mauricio Funes.
Perdió Ávila y ARENA. Saca, de todos modos, ganó
La verdad es que si. Aunque él hubiera preferido que ganara Ávila.
Jaime Alfredo Pascual
Empacalsa de CV. Tel (503) 2273-1101, Fax (503) 2273-1172
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