Después de un embarazo centenario, preñada por el pueblo desde 1833, la patria está pariendo.
Luces de libertad salen de su vientre telúrico. El Cosme Damián volverá a iluminar las noches de TECPAN ITZALKUT.
Los venados correcaminos y el jabalí vienen bajando de la montaña, vienen a saludar a los niños que se despiertan de un letargo de quinientos años.
La montaña erosiona en flores y la floresta en pájaros que al revolotear convierten el espacio en nubes de plumas encendidas.
Cuanta belleza, la madre Pachamama explotando en primaveras y el canto de la semilla y el canto de la vida y la canción del agua bajando de los cerros y las hojas desprendiéndose a la vida y la vida cantando la alegría.
La tierra es un libro de letras eternales que nos las borra nada, ni el tiempo ni el olvido, en ella el hombre aprende que la tierra es la vida y que la vida sin sustancia es la muerte.
Canta la corriente, el agua va tallando la roca y la roca se convierte en filtro y en el filtro sólo pasa la vida y se esconde la muerte en espera de la inepta gusanera intrascendente.
Los hijos de la patria, desde el mundo saludan al parto de la tierra, la libertad y la justicia es nuestra como una roja flor nacida de tus luchas.
Oh Patria! Dueña de la historia más bravía de toda América. Aunque no lo quieran, de ti que eres el corazón continental se alzará la revolución más radical e indetenible, por ella luchamos.
Nuestra lucha revolucionaria es la más antigua. Otros tuvieron guerras, la nuestra ha sido la guerra revolucionaria popular prolongada radicalizada en la sangre de tus hijos.
Cuando niños recibían las tonteras de la santería, ahora se estudia ideología.
Conviértete en luz, patria de mis sueños y entrégala a tus hijos que nunca la tuvieron.
Reparte el pan entre los desposeídos, los más humildes de los humildes y así se calmará el hambre de tus hijos.
Canta y que tu poema llegue al alma colectiva de tu pueblo en levante.
No tendrás que llorar nunca más, las hidras se ahogan en el tragico cieno del olvido.
Así concluyo mi año, patria de mis entrañas te amo y te saludo!
Paul Fortis
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