La
carne que la cadena de comida rápida McDonald’s incluye en sus
hamburguesas no es apta para el consumo humano, debido a que es "lavada"
con sustancias tóxicas, así lo demostró un chef activista británico.
Jamie Oliver mostró en su programa de televisión en
la BBC cómo McDonald's 'lava' las partes de la res que no son aptas
para el consumo con un agente antimicrobiano, el hidróxido de amonio,
para poder usarlas como materia prima en la preparación de las
hamburguesas.
¿Qué ser humano en su sano juicio pondría un trozo de carne remojada en hidróxido de amonio en la boca de un niño?
"Estamos
hablando de carnes que hubieran sido vendidas como alimento para perros
y después de este proceso se les sirve a seres humanos. Aparte de la
calidad de la carne, el hidróxido de amonio es dañino para la salud",
dijo Oliver.
Luego
de que se haya revelado este 'lavado de carne', la cadena McDonald's
decidió modificar su receta, aunque voceros de la compañía negaron que
haya sido en respuesta a la iniciativa del chef.
"¿Qué ser humano en su sano juicio pondría un trozo de carne remojada en hidróxido de amonio en la boca de un niño?", se preguntó Oliver.
Pero
si ya compró una hamburguesa de McDonald’s y esta información le
desorientó, no se preocupe, puede guardarla para comérsela después,
incluso años más tarde si quiere. En abril pasado salió a la luz la
historia de un ciudadano estadounidense que ha conservado un sándwich en perfecto estado: sin hongos, moho ni olor durante 14 años.
Un estadounidense conserva una hamburguesa de McDonals desde hace 14 años y está tal cual
Si
compra una hamburguesa de McDonald's y decide guardarla para comérsela
después, no tenga prisa: puede incluso esperar tres lustros si quiere.
De hecho, un ciudadano del estado norteamericano de Utah ha conservado
una tal cual durante 14 años.
David Whipple compró una hamburguesa en un McDonald's el
7 de julio de 1999, cuando Bill Clinton aún era presidente de Estados
Unidos. El hombre quería averiguar cuánto tardaría en descomponerse la
hamburguesa, que sometió a una atenta observación durante un mes. Al
comprobar que no experimentaba cambio alguno, Whipple la envolvió en un
papel, la metió en el bolsillo de un viejo abrigo y -distraído por la
mudanza de su casa-, se olvidó de su experimento.
Dos años después su esposa la encontró: el paquete de papel se había descompuesto, pero la hamburguesa estaba
en buen estado. Así las cosas, David Whipple decidió esperar más, hasta
que el sándwich se transformara de algún modo, aunque, con el pasar de
los años, el experimento cayó de nuevo en el olvido.
Hasta
que, transcurridos catorce años, uno de los hijos de Whipple hizo un
hallazgo asombroso: la vieja hamburguesa reapareció en un estado
perfecto. ‘"Al encontrarla, lo primero que pensamos fue: '¡Dios mío, no
me puedo creer que siga igual!'. No había hongos, moho ni olor. El pan
estaba duro como una roca, eso sí", contó David en el programa
televisivo 'The Doctors', donde mostraron su veterana hamburguesa.
David Whipple, de 63 años, dijo que no piensa desprenderse de su hamburguesa histórica.
Un
récord similar anterior, registrado en el Libro de los récords
Guinness, también fue protagonizado por una hamburguesa de McDonald's,
que estuvo 12 años sufrir cambios.
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