Rememorando al periódico “Vanguardia
Obrera” con ocasión del 50º aniversario de la aparición de su número 1
En Enero de 2015 se
cumplen 50 años de la aparición del número 1 de “Vanguardia Obrera”, el que
fuera el órgano del Comité Central del Partido Comunista de España
(marxista-leninista) [PCE(m-l)].
Recordar el papel que
jugó “Vanguardia Obrera” -el “VO”, como se le denominaba entre los militantes
del PCE (m-l)- es recordar el importante papel de jugó la prensa comunista y
revolucionaria bajo las duras y difíciles condiciones de represión contra el
proletariado y el pueblo español impuestas por el sistema capitalista en la
segunda mitad del siglo veinte bajo la dominación de la dictadura fascista
yanqui-franquista y posteriormente la monarquía juancarlista.
Recordar que la
decisión de publicar “Vanguardia Obrera” se adoptó en la reunión que tuvo lugar
en París el 4 de Octubre de 1964 por miembros de las organizaciones marxistas leninistas
Partido Comunista de España Reconstituido, Proletario y Oposición Comunista
Revolucionaria de España, que editaban los periódicos “Mundo Obrero
Revolucionario”, “Proletario” y “La Chispa”, y que acordaron unirse en un solo
partido, el PCE (m-l) y que “Vanguardia Obrera” fuera su órgano de expresión.
El primer número de
“Vanguardia Obrera” vio la luz en Enero de 1965 y cuyo Editorial titulado “¡Viva el Partido Comunista de España
(Marxista-Leninista)!” señalaba entre otras cosas:
“No es casual que surja hoy el Partido Comunista de España
(Marxista-Leninista).
La Dirección revisionista del Partido Comunista de España se ha
empeñado en transformar a éste de instrumento revolucionario en doméstica y
pacífica batidora reconciliadora de clases; es decir, ha tratado de liquidar al
Partido como instrumento revolucionario del proletariado. Ha querido que
abandone su papel de vanguardia y guía de la clase obrera.
Ahora bien, el grupo revisionista antipartido podía empujar a éste a
que desertara de su papel; lo que era ya mucho más difícil de admitir, es que
el Partido pudiera llegar a hacerlo y, sobre todo, que el proletariado
renunciara a tener su Dirección, a tener su Partido de clase.
Ahí están las raíces del P.C. de E. (M-L); ésta es la explicación de
que surja nuestro Partido. La base del Partido no está dispuesta a conformarse
con ese destino que el grupo revisionista de la Dirección le venía marcando”.
La publicación de
“Vanguardia Obrera” -inicialmente de forma mensual, luego quincenal y
posteriormente semanal- como escribía el Editorial con ocasión de la edición de
la edición de su número 100 (Primera quincena de Febrero de 1975), no fue una “marcha triunfal por un camino de rosas, sino que hemos recorrido
senderos escabrosos en lucha permanente
contra todo tipo de enemigos de fuera y de dentro del Partido.
(…)Esta lucha interna (inevitable ya que la lucha de clases se
manifiesta en todo, incluido en el Partido), también tuvo sus repercusiones, o
se reflejó, en VANGUARDIA OBRERA. (…)
Por eso, el que salga ahora el número 100 de VANGUARDIA OBRERA es un
éxito y como tal lo celebramos. Es para nosotros VANGUARDIA OBRERA algo
precioso por lo que representa en el conjunto de la lucha; por el
importantísimo papel que desempeña como educador ideológico, orientador
político, arma organizativa y combatiente antifascista en un país como el
nuestro en el que no existe una prensa obrera legal, en el que la prensa
burguesa está amordazada en unos casos y dirigida por fascistas en otros, y en donde pululan panfletos y
publicaciones revisionistas y oportunistas de toda laya.
En estas condiciones, VANGUARDIA OBRERA es un faro para nuestro pueblo.
Un faro que todavía no llega tan lejos como es necesario, pero que de día en
día aumenta la intensidad y el alcance de su luz, es decir, su regularidad y
difusión. A esta tarea dedicamos esfuerzos con ardor y entusiasmo, trabajando
concienzudamente, corrigiendo defectos y errores, luchando para hacer de VANGUARDIA
OBRERA un periódico bueno, no sólo por su contenido, sino también atractivo y
ameno por su presentación.
Hemos combatido y seguimos combatiendo el estilo pesado, pedante y
estereotipado, porque debemos lograr que la política del Partido (expuesta a
través de nuestro órgano central) se convierta en un guía para la acción de las
masas; porque queremos que los artículos de VANGUARDIA OBRERA sean comprendidos
y asimilados, no sólo por los cuadros y militantes del Partido, sino también
por las amplias masas de obreros y campesinos, pues sólo así las masas
comprenderán nuestra lucha, nos apoyarán y se movilizarán en torno a las
consignas y planteamientos del Partido. En todo momento hemos procurado tener
en cuenta las palabras de Dimitrov: “Cuando escribas o hables, piensa siempre
en el simple obrero que ha de entenderte, creer en tu llamamiento y seguirte de
buena gana. Debes pensar en aquel para quien escribes y a quien hablas”.
Lo hemos conseguido en buena medida, hemos hechos muchos progresos en
ese sentido, pero también debemos reconocer que no es aún lo bastante, que
todavía cometemos errores y fallos que debemos corregir audazmente.
(…) Por último, cabe recordar a toda la jauría revisionista y
oportunista que critica el estilo “violento y duro” de VANGUARDIA
OBRERA”, que, como dice Mao Tsetung: “Ese es el estilo combativo propio de
nosotros, el proletariado revolucionario. Necesitamos ese estilo combativo si
hemos de enseñar al pueblo a conocer la verdad y ponerlo en pie para la lucha
por su propia emancipación. Un cuchillo romo no saca sangre”. “”
En el artículo de M.
Palencia “Por una mejor utilización en
nuestro Partido de nuestro órgano central” (“Vanguardia Obrera”, nº 25,
junio de 1967) se apuntaba que: “Vanguardia
Obrera ha sido el hilo fundamental al que en todo momento nos hemos asido para
desarrollar y profundizar nuestros esfuerzos por la reestructuración de nuestro
Partido sobre la base de los principios del marxismo-leninismo”. Y añadía
que: “En lo que al orden de prioridad y
de importancia de nuestras tareas se refiere, nuestro órgano Vanguardia Obrera
ha señalado siempre orientaciones precisas, es decir, construcción del Partido,
implantación de nuestra organización en los puntos decisivos del país,
formación de cuadros y elevación del nivel ideológico y político, consolidación
de nuestras posiciones ideológicas, lucha contra el revisionismo moderno,
denuncia y condena constante del imperialismo, apoyo y defensa de la gran
revolución china y de la Albania socialista.”
En diversos números, el
órgano del Comité Central del PCE (m-l) insistió en la importancia de su
edición y difusión. Así, por ejemplo, en el artículo titulado “Vanguardia Obrera, Organizador, Orientador
y Educador Colectivo. ¡Ampliemos su difusión!” (Vanguardia Obrera, nº 97,
segunda quincena de diciembre de 1974) señalaba que: “(…) Mil veces se ha repetido que el trabajo de propaganda está
indisolublemente ligado al trabajo de organización, que es su más valioso
auxiliar y, que uno y otro se influyen mutuamente. Pero es preciso que la
comprensión de este hecho se traduzca en una mayor atención por multiplicar la
difusión de Vanguardia Obrera. Es preciso que insistamos, una vez más, sobre el
papel de organizador, educador y orientador colectivo que tiene nuestra prensa.
Pero que este papel se haga realidad es preciso, primero, que se organice su
estudio, tanto dentro del Partido y la Juventud, como entre los simpatizantes y
amigos, creando círculos de lectores, cadenas de distribución, etc., que
permitan extender y aplicar las directrices y orientaciones que contiene cada
número de Vanguardia Obrera.
En segundo lugar es necesario y urgente que se reproduzca con mayor
agilidad y en muchísimas mayores cantidades.
(…) Las dificultades con las que nos encontramos, tanto para la
reproducción como para la difusión de nuestra propaganda, son considerables y
no las despreciamos en absoluto; pero debemos tener clara conciencia de que son
perfectamente superables si junto a los esfuerzos de los militantes sabemos
apoyarnos con amplitud en la clase obrera y otros sectores populares (…).”
En el 50º aniversario
del primer número de “Vanguardia Obrera” no puede pasarse por alto y hay que recordar
el coraje y audacia de los militantes del PCE (m-l) repartiendo y vendiendo
“Vanguardia Obrera” a pecho descubierto a la puerta de las fábricas, en las
aulas universitarias o en las paradas de autobuses y estaciones de Metro,
desafiando la aparición de los cuerpos represivos del fascismo y, en múltiples ocasiones,
siendo detenidos o incluso resultando heridos por arma de fuego. Ese fue el
caso del militante del PCE (m-l) Carlos Urritz Geli, que el 1 de febrero de 1975 resultó herido
por 6 disparos de bala por parte del policía fascista Eloy Carrera cuando
vendía “Vanguardia Obrera” y repartía propaganda en la estación de metro de
Santa Eulalia de Barcelona.
Tampoco en este
aniversario puede pasarse por alto ni
olvidarse el trabajo abnegado y sacrificado
de aquellas decenas de hombres y mujeres militantes del PCE (m-l) que
estuvieron encargados de la confección y edición de “Vanguardia Obrera” y otros
materiales y prensa del Partido y del Frente Revolucionario Antifascista y
Patriota (F.R.A.P.), muchos de los cuales cayeron en las garras de los criminales fascistas de la siniestra
Brigada Político Social (B.P.S.), la policía política de la dictadura
yanqui-franquista, siendo sometidos a las más brutales torturas y vejaciones y que sufrieron condenas por el fascista
Tribunal de Orden Público (TOP) a varios años de cárcel y elevadas multas por
los “delitos” de “asociación ilícita” y “propaganda ilegal”. (Para más
información sobre la represión del Tribunal de Orden Público contra el PCE
(m-l) se puede consultar el libro El
maoísmo en España y el Tribunal de Orden Público (1964-1976) de Horacio
Roldán Barbero, Servicio de
Publicaciones de la Universidad de Córdoba, 2010).
Uno de aquellos
militantes, Luis Puicercús Vázquez, que fuera responsable de la imprenta
central del PCE (m-l) ubicada clandestinamente en un chalet situado en los
alrededores de Madrid a comienzos de los años 70 y detenido en octubre de 1972
cuando aquella fue localizada y desmantelada por la policía fascista, recuerda así en su libro de memorias Propaganda ilegal. Itinerario de prisiones.
1972-1975, El Garaje Ediciones, Madrid, 2009:
“El Partido conocía perfectamente la puesta en marcha de la pequeña
imprenta de las Juventudes, para mejorar las condiciones y la calidad de la propaganda
que se confeccionaba. Lo que el Partido no había previsto en ningún caso, fue
el excelente resultado y la gran calidad del trabajo realizado. Por lo tanto,
decidieron tantear si aquella pequeña imprenta podría llevar a cabo trabajos de
más envergadura, como la edición de libros o la confección del órgano central
de la organización “Vanguardia Obrera”, que se hacía por aquellos años fuera de
España y en el interior, con bastantes problemas de seguridad y clandestinidad.
La idea básica era convertir aquel pequeño “aparato” de propaganda en la
imprenta central del Partido.
(…) Casi de inmediato empezamos a confeccionar el “Vanguardia Obrera”.
Tardaba unas ocho horas en componer una página y casi dos en distribuirla. Para
imprimir contaba con la ayuda de uno de los dos camaradas, ya que el otro (o la
otra) tenían que atender al niño, hacer la cena y otros quehaceres de la casa.
Uno de los problemas más importantes con que nos encontramos, fue
conseguir papel para la impresión del “Vanguardia Obrera”, ya que tenía un
formato especial (20x27 cm.) y no existía en el mercado cortado a aquellas
medidas. En realidad, el tamaño final era 40x27 cm. Desplegado, para imprimir
dos páginas cada vez.
Sugerí que se recurriese a un almacén o fábrica de papel para comprar
varias resmas (paquetes de 500 hojas a 85x65cm.) cortadas en cruz, dando el
tamaño exacto que se necesitaba. Al final se compraron 80.000 hojas, que se
almacenaron en la vivienda de un militante del Partido. (…)
Margarita empezó a practicar el grabado en cuero y linóleo con muy
buenos resultados, pero dedicándole mucho tiempo y esfuerzo. Posteriormente se
montaba en una base de madera o metal (piso mecánico), como si fuera un
fotograbado normal y ya se podía proceder a imprimir. Decidimos probar suerte
haciendo los mismos grabados con cinc, como se hacía en los talleres
profesionales de fotograbado. Sin duda quedarían mejor y el procedimiento era
mucho más rápido. El día de la prueba preparamos la plancha, hicimos un dibujo
sobre ella y, al ir a grabarla, echamos demasiado ácido nítrico puro y sin
rebajar con agua en la cubeta. Casi nos envenenamos con los vapores nitrosos
emanados y, consecuentemente, dejamos aparcado de momento aquel procedimiento.
Para las jornadas de lucha del 1 y 2 de mayo del 72 se hicieron 14.000 carteles
en tamaño folio ampliado, que quedaron especialmente bien, gracias a los
dibujos que Margarita traspasó a linóleo.
Unas semanas más tarde terminamos de confeccionar el “Vanguardia
Obrera” del mes de junio-julio. Se entregaron 2.000 ejemplares de 12 páginas
cada uno. (…)
Eran las doce de la mañana del día 26 de octubre de 1972 y yo estaba
componiendo una de las páginas del “Vanguardia Obrera” –órgano de expresión del
Partido Comunista de España (marxista-leninista). (…)
Nada más entrar en el chalet, la policía fue directamente y sin vacilar
al lugar donde estaba ubicada la imprenta. Golpearon la puerta con insistencia.
José Ramón me pidió que la abriese. Entró en la habitación el mismo Conesa
(responsable de la Brigada Central de Información al que no había visto nunca),
enfundado en la clásica gabardina marrón clara que usaba la policía secreta.
Con las manos en los bolsillos, dándome la espalda y sin mirarme, dijo
textualmente: “Así que esta es la imprenta”. (…)
A continuación entró un “social”, miembro de la Brigada Político
Social, quien, tremendamente nervioso y temblando, me puso la pistola en el
cuello y me dijo que me mataría si me movía (no dudé que lo podría hacer en
cualquier momento). Además, pude observar que el percutor de la pistola estaba
levantado y preparado para disparar. En aquel momento me acordé de las palabras
que me dijo Emilio meses antes de acceder a dirigir la imprenta del Partido:
“Si aceptas la responsabilidad que se te ofrece, deberá saber que te expones a
dos cosas: que te peguen un tiro o pasar de seis a doce años en la cárcel”. No
se equivocó (…)
Llevando como testigo al guarda de la Urbanización, que estaba
tremendamente pálido –nunca se pudo haber imaginado que aquel chalet podía
albergar un “nido de rojos”, como comentó varias veces Conesa riéndose-, los
policías levantaron acta de todos los materiales que contenía “la imprenta”. Yo
les iba indicando el nombre exacto de lo que me señalaban y lo iban incluyendo
en el atestado: tipos de letra, regletas, imposiciones y otros materiales.
También identifiqué los periódicos y libros ya impresos, sus distintas
denominaciones y la cantidad de ejemplares preparados para su distribución. (…)
Aproximadamente a las dos horas de la detención, nos sentaron a José
Ramón, a Julia y a mí en el sofá del salón, donde tuvimos que asistir a los
parabienes y palmaditas en la espalda que otros policías que habían llegado al
chalet, le daban al comisario Conesa. Percibimos con claridad y en varias
ocasiones el tradicional: “¡Buen servicio!”… y vaya si lo fue. Acababan de
desarticular el aparato central de propaganda del Partido…. un auténtico
“palo”. (….)
Pero a pesar de más de
una década de trayectoria revolucionaria y de defensa del marxismo-leninismo y
del pensamiento de Mao Tsetung (hoy marxismo-leninismo-maoísmo), y de contar en
sus filas con comunistas inolvidables como José Delgado “Acero”, Cipriano
Martos, José Luis Sánchez Bravo, Xosé Humberto Baena Alonso y Ramón García
Sanz, desafortunadamente el P.C.E. (m-l) no logró convertirse en el partido de
vanguardia del proletariado español y se colocó del lado del
dogmato-revisionismo hoxhista en 1978 –convirtiéndose “Vanguardia Obrera” a
partir de entonces en su vocero español. El PCE (m-l) terminaría siendo
liquidado por sus dirigentes en 1992. Un grupúsculo surgido años después con el
mismo nombre de P.C.E. (m-l) -y que en diciembre de 2014 afirmaba con toda
desfachatez que ¡¡¡“el Partido cumple 50 años”!!!- nada tiene que ver, ni en lo político, ni en
lo ideológico, ni en lo organizativo, con el partido creado con estas mismas
siglas en el año 1964. Ni tan siquiera su órgano de expresión se denomina ya
“Vanguardia Obrera” ¡y hasta han eliminado el fusil que junto con la hoz y el
martillo figuraba en el emblema del PCE (m-l)!
En la necesaria tarea
de construir el Partido Comunista marxista-leninista-maoísta que necesita el
proletariado español para colocarse a la vanguardia de las masas populares de
España a fin de llevar a cabo la
revolución socialista, a través de la guerra popular, que ponga fin al viejo
sistema capitalista, y avanzar hacia el socialismo y el comunismo, los
comunistas y revolucionarios deberemos extraer las lecciones y experiencias, tanto
positivas como negativas, del PCE (m-l) -y del papel que jugó su órgano de expresión
“Vanguardia Obrera”-, para no caer en los errores que cometió, al igual que podernos
aprovechar de sus diversos aciertos y logros.
GRAN MARCHA HACIA EL COMUNISMO
Enero de 2015
Sobre el Partido Comunista de
España (marxista-leninista) ver también en el blog de Gran Marcha Hacia el
Comunismo:
*Las
imperecederas enseñanzas del camarada Mao Tsetung para nuestro pueblo y para
nuestra lucha (II)
GRAN MARCHA HACIA EL COMUNISMO
Blog marxista-leninista-maoísta
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