RESUMEN LATINOAMERICANO
y del Tercer MundoDiarios de Urgencia
Director: CARLOS AZNAREZRedacción: Leandro Albani, Facundo Guillén, Ana Guillermina Roca, Antonela Di Candia, Marina Pérez Damil, Sebastian Polischuk
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LA CONTRAINFORMACIÓN AL DÍA
Información, opinión y denuncia de Latinoamérica y el Tercer Mundo
20 de diciembre 2014
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PALESTINA
La RESISTENCIA PALESTINA advierte que no dejará de dar respuesta a la nueva escalada criminal sionista
La Franja de Gaza sigue tratando de recuperarse y reconstruirse tras la masacre perpetrada por el Ejército israelí a mediados de 2014.
20 diciembre 2014
Ya son dos días consecutivos de ataques a la zona. En las agresiones de este sábado no se han reportado víctimas.
El
Gobierno de Israel perpetró este sábado un nuevo ataque en una zona
contra el sur de Gaza, un día después de que la Fuerza Aérea del régimen
sionista atacara una estación militar en Khan Yunis, al sur de la Franja.
La
agencia Prensa Latina reseñó que el ataque ocurrió en horas de la
mañana. Hasta ahora no se han reportado víctimas por el suceso.
A
través de un comunicado, un portavoz militar israelí expresó que la
aviación de su país atacó "posiciones terroristas del movimiento Hamas"
en la franja, uno de los territorios más pobres y superpoblados del
mundo, bloqueado desde hace más de ocho años por el gobierno de Tel
Aviv.
El bombardeo ocurre además en medio de una ofensiva diplomática palestina en la Organización de Naciones Unidas (ONU) y
Europa para conseguir el reconocimiento de su Estado independiente; un
reconocimiento que ya han hecho la Unesco y la gran mayoría de la
comunidad internacional.
Ya son dos días consecutivos de ataques a la zona. En las agresiones de este sábado no se han reportado víctimas.
Israel lanza el primer ataque contra Gaza desde la tregua de agosto
En una violación flagrante de la tregua pactada el pasado 26 de agosto, los aviones de combate del régimen de Israel han atacado este viernes el sur de la Franja de Gaza, según anuncian fuentes de sanidad palestinas.
"Casi tres meses
después del fin de la ofensiva del régimen israelí contra el enclave
costero, este viernes por la noche, los aviones de combate F-16
israelíes han lanzado dos misiles contra la localidad de Hattin, en el
este de la ciudad de Jan Yunis", ha indicado la agencia local 'Safa'.
No
se ha informado hasta el momento de posibles víctimas, ha detallado la
fuente, para después aseverar que los bombardeos israelíes han
suspendido el suministro de electricidad de la zona.
Los
bombardeos se han registrado horas después de que el régimen de Tel Aviv
en la misma jornada haya alegado que un cohete lanzado desde el enclave
palestino alcanzó los territorios ocupados palestinos.
El ejército israelí ha responsabilizado a Hamas del ataque de hoy, empero, Hamas no ha reivindicado la autoría.
Tras
las acusaciones israelíes, el ministro del interior del régimen de Tel
Aviv, Gilad Erdan, en una entrevista concedida al canal 2 israelí ha
asegurado que" Israel responderá al supuesto ataque con cohete impactado
en el oeste del desierto del Néguev".
Desde la entrada en vigor
de la tregua, el ejército israelí ha atacado varias veces a pescadores y
agricultores palestinos en la sitiada Franja de Gaza.
Durante su
ofensiva contra el enclave costero desde principios de julio hasta
finales de agosto, el régimen de Israel, además de asesinar a más de
2160 palestinos, destruyó 11 mil viviendas, mezquitas, hospitales y
escuelas.
Fuente: Hispan TV
Hamás califica de 'locura’ israelí” los nuevos ataques a Gaza
Todas las fuertes de la Resistencia Palestina están en alerta máxima
20/12/2014 1
Niñas palestinas caminan más allá de los edificios destruidos por los ataques israelíes
en su camino a la escuela en el barrio Shujaiyya de la ciudad de Gaza
el 14 de septiembre de 2014. (AFP / Archivo Mahmud Hams)
CIUDAD DE GAZA (Ma'an) - El movimiento Hamas denunció el sábado los nuevos ataques aéreos israelíes contra una base militar en Gaza como una "peligrosa escalada”. Por su parte, o los partidos políticos de todo el espectro político palestino condenaron el primer atentado desde el alto el fuego cuando terminó el conflicto de 51 días.
El portavoz de Hamas, Sami Abu Zuhri advirtió en un comunicado que es una “locura” este nuevo acto agresivo de Israel, llamando a la comunidad internacional para que tome medidas frente a esta escalada.
Las declaraciones vienen a raíz de los ataques aéreos israelíes que tuvieron como objetivo un sitio militar de Hamas en las primeras horas de la mañana del Sábado, sin causar heridos pero traen recuerdos de la ofensiva israelí sobre el verano que dejó cerca de 2.200 palestinos muertos y casi 110.000 personas sin hogar.
El ejército israelí dijo que lanzó el ataque en represalia por un cohete lanzado desde Gaza el día antes que habría caído cerca de la frontera en Eshkol, pero no causó heridos. Hamas negó cualquier responsabilidad por el cohete, pero Israel ha dicho que responsabiliza a Hamas para cualquier cohete disparado por cualquier grupo dentro de Gaza.
Organizaciones políticas palestinas denunciaron los bombardeos, condenando a Israel por sus violaciónes repetidas del alto el fuego de agosto. Las fuerzas israelíes han abierto fuego contra los pescadores palestinos en el mar y los civiles cerca de la frontera varias veces, hiriendo a docenas y matando a uno.
El Frente Popular para la Liberación de Palestina llamó al pueblo palestino y a los partidos políticos para prepararse para una escalada israelí contra la Franja de Gaza y llamó a la unidad política y social en la resistencia.
El FPLP dijo en un comunicado que Israel nunca había puesto fin a su ofensiva contra la Franja que había continuado incluso después del fin de los bombardeos a través del sitio y el bloqueo en curso, así como los obstáculos puestos por las autoridades para la importación de materiales para reconstruir Gaza.
El comunicado dice que debido a las condiciones en Gaza sigue existiendo la posibilidad de un retorno a la situación durante la ofensiva.
El FPLP también señaló que los ataques aéreos llegaron antes de las elecciones en Israel, y agregó que los palestinos siempre han "pagado la factura" de las elecciones israelíes.
Las Brigadas de la Resistencia Nacional, el brazo armado del Frente Democrático para la Liberación de Palestina, también condenó los ataques aéreos israelíes, que califica de una "fuerte violación", además de las violaciónes de los derechos de los agricultores y pescadores en las zonas fronterizas que han sido sometidos a frecuentes ataques.
La declaración pide un frente de resistencia unido, y exhortó a las alas militares a todas las facciones palestinas para celebrar una reunión para discutir la manera de responder al reciente ataque israelí a la Franja de Gaza y los delitos recurrentes de Israel contra los palestinos en Gaza, Cisjordania, y Jerusalén.
Israel y las facciones palestinas firmaron un acuerdo de alto el fuego el 26 de agosto después de una ofensiva israelí mortífera contra Gaza que dejó más de 2.100 - abrumadoramente civiles - muertos.
Gaza ha estado bajo un bloqueo económico grave desde 2007, fijado en su lugar por Israel después de que Hamas ganó las elecciones democráticas y más tarde tomó el poder en la Franja.
El levantamiento del bloqueo ha sido la queja principal de los grupos militantes de Gaza en los sangrientos conflictos con Israel en 2008-2009, 2012, y 2014.
"Casi tres meses
después del fin de la ofensiva del régimen israelí contra el enclave
costero, este viernes por la noche, los aviones de combate F-16
israelíes han lanzado dos misiles contra la localidad de Hattin, en el
este de la ciudad de Jan Yunis", ha indicado la agencia local 'Safa'.
No se ha informado hasta el momento de posibles víctimas, ha detallado la fuente, para después aseverar que los bombardeos israelíes han suspendido el suministro de electricidad de la zona.
Los bombardeos se han registrado horas después de que el régimen de Tel Aviv en la misma jornada haya alegado que un cohete lanzado desde el enclave palestino alcanzó los territorios ocupados palestinos.
El ejército israelí ha responsabilizado a Hamas del ataque de hoy, empero, Hamas no ha reivindicado la autoría.
Tras las acusaciones israelíes, el ministro del interior del régimen de Tel Aviv, Gilad Erdan, en una entrevista concedida al canal 2 israelí ha asegurado que" Israel responderá al supuesto ataque con cohete impactado en el oeste del desierto del Néguev".
Desde la entrada en vigor de la tregua, el ejército israelí ha atacado varias veces a pescadores y agricultores palestinos en la sitiada Franja de Gaza.
Durante su ofensiva contra el enclave costero desde principios de julio hasta finales de agosto, el régimen de Israel, además de asesinar a más de 2160 palestinos, destruyó 11 mil viviendas, mezquitas, hospitales y escuelas.
Fuente: Hispan TV
Niñas palestinas caminan más allá de los edificios destruidos por los ataques israelíes
en su camino a la escuela en el barrio Shujaiyya de la ciudad de Gaza
el 14 de septiembre de 2014. (AFP / Archivo Mahmud Hams)
CIUDAD DE GAZA (Ma'an) - El movimiento Hamas denunció el sábado los nuevos ataques aéreos israelíes contra una base militar en Gaza como una "peligrosa escalada”. Por su parte, o los partidos políticos de todo el espectro político palestino condenaron el primer atentado desde el alto el fuego cuando terminó el conflicto de 51 días.
El portavoz de Hamas, Sami Abu Zuhri advirtió en un comunicado que es una “locura” este nuevo acto agresivo de Israel, llamando a la comunidad internacional para que tome medidas frente a esta escalada.
Las declaraciones vienen a raíz de los ataques aéreos israelíes que tuvieron como objetivo un sitio militar de Hamas en las primeras horas de la mañana del Sábado, sin causar heridos pero traen recuerdos de la ofensiva israelí sobre el verano que dejó cerca de 2.200 palestinos muertos y casi 110.000 personas sin hogar.
El ejército israelí dijo que lanzó el ataque en represalia por un cohete lanzado desde Gaza el día antes que habría caído cerca de la frontera en Eshkol, pero no causó heridos. Hamas negó cualquier responsabilidad por el cohete, pero Israel ha dicho que responsabiliza a Hamas para cualquier cohete disparado por cualquier grupo dentro de Gaza.
Organizaciones políticas palestinas denunciaron los bombardeos, condenando a Israel por sus violaciónes repetidas del alto el fuego de agosto. Las fuerzas israelíes han abierto fuego contra los pescadores palestinos en el mar y los civiles cerca de la frontera varias veces, hiriendo a docenas y matando a uno.
El Frente Popular para la Liberación de Palestina llamó al pueblo palestino y a los partidos políticos para prepararse para una escalada israelí contra la Franja de Gaza y llamó a la unidad política y social en la resistencia.
El FPLP dijo en un comunicado que Israel nunca había puesto fin a su ofensiva contra la Franja que había continuado incluso después del fin de los bombardeos a través del sitio y el bloqueo en curso, así como los obstáculos puestos por las autoridades para la importación de materiales para reconstruir Gaza.
El comunicado dice que debido a las condiciones en Gaza sigue existiendo la posibilidad de un retorno a la situación durante la ofensiva.
El FPLP también señaló que los ataques aéreos llegaron antes de las elecciones en Israel, y agregó que los palestinos siempre han "pagado la factura" de las elecciones israelíes.
Las Brigadas de la Resistencia Nacional, el brazo armado del Frente Democrático para la Liberación de Palestina, también condenó los ataques aéreos israelíes, que califica de una "fuerte violación", además de las violaciónes de los derechos de los agricultores y pescadores en las zonas fronterizas que han sido sometidos a frecuentes ataques.
La declaración pide un frente de resistencia unido, y exhortó a las alas militares a todas las facciones palestinas para celebrar una reunión para discutir la manera de responder al reciente ataque israelí a la Franja de Gaza y los delitos recurrentes de Israel contra los palestinos en Gaza, Cisjordania, y Jerusalén.
Israel y las facciones palestinas firmaron un acuerdo de alto el fuego el 26 de agosto después de una ofensiva israelí mortífera contra Gaza que dejó más de 2.100 - abrumadoramente civiles - muertos.
Gaza ha estado bajo un bloqueo económico grave desde 2007, fijado en su lugar por Israel después de que Hamas ganó las elecciones democráticas y más tarde tomó el poder en la Franja.
El levantamiento del bloqueo ha sido la queja principal de los grupos militantes de Gaza en los sangrientos conflictos con Israel en 2008-2009, 2012, y 2014.
No se ha informado hasta el momento de posibles víctimas, ha detallado la fuente, para después aseverar que los bombardeos israelíes han suspendido el suministro de electricidad de la zona.
Los bombardeos se han registrado horas después de que el régimen de Tel Aviv en la misma jornada haya alegado que un cohete lanzado desde el enclave palestino alcanzó los territorios ocupados palestinos.
El ejército israelí ha responsabilizado a Hamas del ataque de hoy, empero, Hamas no ha reivindicado la autoría.
Tras las acusaciones israelíes, el ministro del interior del régimen de Tel Aviv, Gilad Erdan, en una entrevista concedida al canal 2 israelí ha asegurado que" Israel responderá al supuesto ataque con cohete impactado en el oeste del desierto del Néguev".
Desde la entrada en vigor de la tregua, el ejército israelí ha atacado varias veces a pescadores y agricultores palestinos en la sitiada Franja de Gaza.
Durante su ofensiva contra el enclave costero desde principios de julio hasta finales de agosto, el régimen de Israel, además de asesinar a más de 2160 palestinos, destruyó 11 mil viviendas, mezquitas, hospitales y escuelas.
Fuente: Hispan TV
Hamás califica de 'locura’ israelí” los nuevos ataques a Gaza
Todas las fuertes de la Resistencia Palestina están en alerta máxima
20/12/2014 1
Niñas palestinas caminan más allá de los edificios destruidos por los ataques israelíes
en su camino a la escuela en el barrio Shujaiyya de la ciudad de Gaza
el 14 de septiembre de 2014. (AFP / Archivo Mahmud Hams)
CIUDAD DE GAZA (Ma'an) - El movimiento Hamas denunció el sábado los nuevos ataques aéreos israelíes contra una base militar en Gaza como una "peligrosa escalada”. Por su parte, o los partidos políticos de todo el espectro político palestino condenaron el primer atentado desde el alto el fuego cuando terminó el conflicto de 51 días.
El portavoz de Hamas, Sami Abu Zuhri advirtió en un comunicado que es una “locura” este nuevo acto agresivo de Israel, llamando a la comunidad internacional para que tome medidas frente a esta escalada.
Las declaraciones vienen a raíz de los ataques aéreos israelíes que tuvieron como objetivo un sitio militar de Hamas en las primeras horas de la mañana del Sábado, sin causar heridos pero traen recuerdos de la ofensiva israelí sobre el verano que dejó cerca de 2.200 palestinos muertos y casi 110.000 personas sin hogar.
El ejército israelí dijo que lanzó el ataque en represalia por un cohete lanzado desde Gaza el día antes que habría caído cerca de la frontera en Eshkol, pero no causó heridos. Hamas negó cualquier responsabilidad por el cohete, pero Israel ha dicho que responsabiliza a Hamas para cualquier cohete disparado por cualquier grupo dentro de Gaza.
Organizaciones políticas palestinas denunciaron los bombardeos, condenando a Israel por sus violaciónes repetidas del alto el fuego de agosto. Las fuerzas israelíes han abierto fuego contra los pescadores palestinos en el mar y los civiles cerca de la frontera varias veces, hiriendo a docenas y matando a uno.
El Frente Popular para la Liberación de Palestina llamó al pueblo palestino y a los partidos políticos para prepararse para una escalada israelí contra la Franja de Gaza y llamó a la unidad política y social en la resistencia.
El FPLP dijo en un comunicado que Israel nunca había puesto fin a su ofensiva contra la Franja que había continuado incluso después del fin de los bombardeos a través del sitio y el bloqueo en curso, así como los obstáculos puestos por las autoridades para la importación de materiales para reconstruir Gaza.
El comunicado dice que debido a las condiciones en Gaza sigue existiendo la posibilidad de un retorno a la situación durante la ofensiva.
El FPLP también señaló que los ataques aéreos llegaron antes de las elecciones en Israel, y agregó que los palestinos siempre han "pagado la factura" de las elecciones israelíes.
Las Brigadas de la Resistencia Nacional, el brazo armado del Frente Democrático para la Liberación de Palestina, también condenó los ataques aéreos israelíes, que califica de una "fuerte violación", además de las violaciónes de los derechos de los agricultores y pescadores en las zonas fronterizas que han sido sometidos a frecuentes ataques.
La declaración pide un frente de resistencia unido, y exhortó a las alas militares a todas las facciones palestinas para celebrar una reunión para discutir la manera de responder al reciente ataque israelí a la Franja de Gaza y los delitos recurrentes de Israel contra los palestinos en Gaza, Cisjordania, y Jerusalén.
Israel y las facciones palestinas firmaron un acuerdo de alto el fuego el 26 de agosto después de una ofensiva israelí mortífera contra Gaza que dejó más de 2.100 - abrumadoramente civiles - muertos.
Gaza ha estado bajo un bloqueo económico grave desde 2007, fijado en su lugar por Israel después de que Hamas ganó las elecciones democráticas y más tarde tomó el poder en la Franja.
El levantamiento del bloqueo ha sido la queja principal de los grupos militantes de Gaza en los sangrientos conflictos con Israel en 2008-2009, 2012, y 2014.
Colono israelí atropella a un niño palestino en Cisjordania
2014 · 12 · 19 • Fuente: Hispan TV
Un menor palestino ha resultado herido este jueves al ser atropellado intencionalmente por un colono israelí en la localidad de Al-Leban, ubicada en el oeste de la ciudad cisjordana de Ramalá.
"Amro
Zaytun de 6 años de edad, ha sufrido heridas en la cabeza y manos, tras
ser atropellado por un colono israelí en el oeste de Ramalá. Luego fue
trasladado a un hospital para recibir atención médica", ha informado la
agencia palestina de noticias Paltimes, citando al padre de la víctima.
El atacante israelí ha huido del lugar de los hechos, añade la fuente.
Cabe
mencionar que este no es un hecho aislado, pues es habitual que colonos
israelíes embistan y arremetan con sus coches contra peatones
palestinos. En muchos casos, estas agresiones han dejado víctimas
mortales.
Fuente: Hispan TV
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"Amro
Zaytun de 6 años de edad, ha sufrido heridas en la cabeza y manos, tras
ser atropellado por un colono israelí en el oeste de Ramalá. Luego fue
trasladado a un hospital para recibir atención médica", ha informado la
agencia palestina de noticias Paltimes, citando al padre de la víctima.
El atacante israelí ha huido del lugar de los hechos, añade la fuente.
Cabe mencionar que este no es un hecho aislado, pues es habitual que colonos israelíes embistan y arremetan con sus coches contra peatones palestinos. En muchos casos, estas agresiones han dejado víctimas mortales.
Fuente: Hispan TV
El atacante israelí ha huido del lugar de los hechos, añade la fuente.
Cabe mencionar que este no es un hecho aislado, pues es habitual que colonos israelíes embistan y arremetan con sus coches contra peatones palestinos. En muchos casos, estas agresiones han dejado víctimas mortales.
Fuente: Hispan TV
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Libertad para Lina Jattab, estudiante y folclorista palestina encarcelada por Israel
2014 · 12 · 19 • Fuente: Samidoun.ca / Traducción: Palestinalibre.org
Lina Jattab, estudiante de 18 años de edad, de primer año de Medios de Comunicación en la Universidad de Bir Zeit y bailarina en el grupo de danza cultural palestino, El-Funoun, fue detenida el 13 de diciembre durante una marcha estudiantil de la Universidad de Bir Zeit hacia e enviada a la prisión militar de Ofer.
¡Pulsa aquí para tomar medidas ahora y exigir la libertad de Lina Jattab!
Lina
es activista universitaria y parte de un grupo estudiantes palestinos
que han sido arrestados y encarcelados en un intento israelí para
reprimir la actividad de los estudiantes y la organización a través de
los sindicatos y grupos de protesta. Lina está detenida sin cargos, y
supuestamente "investigada" por la falsa sospecha de "tirar piedras", un
alegato utilizado libremente por los tribunales militares israelíes
contra los palestinos que protestan por sus derechos, comentó Mahmoud
Hassan, abogado de Addameer, institución de apoyo a los presos al informar sobre la audiencia en la corte del martes 16 de diciembre.
Lina
estuvo retenida en las afueras, al medio del frío, durante horas en la
prisión de Ofer antes de ser llevada a un interrogatorio, y luego
trasladada a la prisión HaSharon tarde en la noche.
Otras
17 mujeres presas políticas palestinas también están detenidas en
HaSharon. Ellas sufren de "constante hostigamiento y abusos, incluyendo
que los soldados irrumpen repetidamente en sus habitaciones para
saquearlas." Addameer informó que
"están hacinadas en celdas, con falta de acceso a las necesidades
básicas humanas, como la higiene, alimentos nutritivos, ropa apropiada y
mantas. Por otra parte, las presas están sometidas a duras condiciones
durante su interrogatorio, como golpes, insultos, amenazas, acoso sexual
y la humillación por parte de los interrogadores israelíes. Con
frecuencia tienen que someterse a tratos degradantes y registro de sus
cuerpos durante los traslados a las audiencias en la corte y a veces en
medio de la noche como una medida punitiva".
G4S, una compañía británica-danesa de seguridad -
la más grande del mundo - y el blanco de una campaña de boicot
internacional masiva por su participación en las violaciones de derechos
humanos, se encuentra a cargo del sistema de seguridad en la prisión de
Hasharon.
Los estudiantes de la Universidad de Bir Zeit
protestaron y marcharon para exigir la libertad de Lina, y la libertad
de todos los estudiantes palestinos retenidos como prisioneros políticos
en cárceles de la ocupación israelí, en una manifestación organizada el
pasado lunes 15 de diciembre.
La protesta también se refirió al caso del Islam Badr, otra estudiante de Bir Zeit, que actualmente participa en la huelga de hambre de los presos políticos palestinos,
quienes protestan contra el régimen de incomunicación. Anteriormente
estuvo en huelga de hambre por 45 días contra la práctica de la
detención administrativa sin cargos ni juicio.
El siguiente video por El-Funoun Popular Palestina Dance Troupe muestra el baile de Lina y el momento de su detención:
______________________________ _____________________________
PALESTINA
El BDS funciona. También en Estados Unidos.
¡Pulsa aquí para tomar medidas ahora y exigir la libertad de Lina Jattab!
Lina es activista universitaria y parte de un grupo estudiantes palestinos que han sido arrestados y encarcelados en un intento israelí para reprimir la actividad de los estudiantes y la organización a través de los sindicatos y grupos de protesta. Lina está detenida sin cargos, y supuestamente "investigada" por la falsa sospecha de "tirar piedras", un alegato utilizado libremente por los tribunales militares israelíes contra los palestinos que protestan por sus derechos, comentó Mahmoud Hassan, abogado de Addameer, institución de apoyo a los presos al informar sobre la audiencia en la corte del martes 16 de diciembre.
Lina estuvo retenida en las afueras, al medio del frío, durante horas en la prisión de Ofer antes de ser llevada a un interrogatorio, y luego trasladada a la prisión HaSharon tarde en la noche.
Otras 17 mujeres presas políticas palestinas también están detenidas en HaSharon. Ellas sufren de "constante hostigamiento y abusos, incluyendo que los soldados irrumpen repetidamente en sus habitaciones para saquearlas." Addameer informó que "están hacinadas en celdas, con falta de acceso a las necesidades básicas humanas, como la higiene, alimentos nutritivos, ropa apropiada y mantas. Por otra parte, las presas están sometidas a duras condiciones durante su interrogatorio, como golpes, insultos, amenazas, acoso sexual y la humillación por parte de los interrogadores israelíes. Con frecuencia tienen que someterse a tratos degradantes y registro de sus cuerpos durante los traslados a las audiencias en la corte y a veces en medio de la noche como una medida punitiva".
G4S, una compañía británica-danesa de seguridad - la más grande del mundo - y el blanco de una campaña de boicot internacional masiva por su participación en las violaciones de derechos humanos, se encuentra a cargo del sistema de seguridad en la prisión de Hasharon.
Los estudiantes de la Universidad de Bir Zeit protestaron y marcharon para exigir la libertad de Lina, y la libertad de todos los estudiantes palestinos retenidos como prisioneros políticos en cárceles de la ocupación israelí, en una manifestación organizada el pasado lunes 15 de diciembre.
La protesta también se refirió al caso del Islam Badr, otra estudiante de Bir Zeit, que actualmente participa en la huelga de hambre de los presos políticos palestinos, quienes protestan contra el régimen de incomunicación. Anteriormente estuvo en huelga de hambre por 45 días contra la práctica de la detención administrativa sin cargos ni juicio.
El siguiente video por El-Funoun Popular Palestina Dance Troupe muestra el baile de Lina y el momento de su detención:
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PALESTINA
El BDS funciona. También en Estados Unidos.
El BDS funciona. También en Estados Unidos.
2014 ha sido un año fundamental para el avance del movimiento global de BDS. Particularmente después del sangriento ataque de Israel sobre Gaza en julio-agosto, la sociedad civil internacional ha canalizado su indignación sumándose a iniciativas, grupos y campañas de BDS en todo el mundo
20-12-2014
Al
finalizar el año, Andalucía fue el escenario de dos reuniones
fructíferas de la sociedad civil, ambas apoyadas por el gobierno
andaluz. En el puerto de Málaga, los días 28 y 29 de noviembre se
celebraron las II Jornadas estatales de debate sobre el BDS contra el apartheid israelí, organizadas por la Asociación Al Quds y con participación de representantes de la RESCOP (Red
Solidaria contra la Ocupación de Palestina que impulsa el BDS) de
diversas regiones del estado español. Y los días 2 y 3 de diciembre tuvo
lugar en el Parlamento de Sevilla la Conferencia internacional de gobiernos locales y organizaciones de la sociedad civil en apoyo a los derechos palestinos,
organizada por el Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad
Internacional (FAMSI) y el Comité de la ONU para el ejercicio de los
derechos inalienables del pueblo palestino (CEIRPP).
El
BDS no solo fue el tema central en Málaga: también tuvo una fuerte
presencia en la conferencia de Sevilla, donde hubo representantes del
movimiento BDS de EEUU, Palestina, Brasil, Bélgica, Francia y Kuala
Lumpur, entre otros. Leer aquí la Declaración del Olivo, documento final de la conferencia internacional.
Comparto
la ponencia realizada en Sevilla por Anna Baltzer, coordinadora
nacional de la campaña de BDS en los EE.UU, por considerarla un texto
elocuente sobre las potencialidades y alcances del movimiento global de
BDS, y en particular sobre sus avances en los EE.UU. El texto sirve
también como balance de los avances del BDS en el año 2014.
Cartel anunciando las II Jornadas de BDS, Málaga 2014
El movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS)
Anna Baltzer
Es
un honor estar aquí para hablar del movimiento de boicot, desinversión y
sanciones (BDS) desde mi posición como Organizadora Nacional de la US
Campaign to End the Israeli Occupation (campaña estadounidense para
poner fin a la ocupación israelí), una coalición de más de 400
organizaciones que trabajan para poner fin a todas las formas de
complicidad institucional con las políticas de ocupación y apartheid de
Israel. Me gustaría comenzar aclarando que la mayor parte de mi
presentación se centrará en el BDS en el contexto de Estados Unidos,
simplemente porque esa es mi área de especialización, no porque crea que
el trabajo allí es más importante o avanzado que en otros lugares; por
el contrario, creo que en EEUU tenemos mucho que aprender de la
efectividad de las campañas europeas y de otros lugares, lo cual es una
de las razones por las que estoy tan contenta de estar hoy aquí con
ustedes.
Es difícil remarcar lo importante que ha sido el
llamamiento del movimiento BDS para nuestro trabajo en los EEUU. El BDS
ha transformado por completo al movimiento de solidaridad, poniendo la
iniciativa de nuevo en manos de la gente común, y a los propios
palestinos y palestinas como nuestro principal referente a la hora de
rendir cuentas. El BDS ha desplazado el poder desde un supuesto “proceso
de paz” impotente, dominado por las élites políticas, hacia un
movimiento masivo de personas comunes y corrientes y de conciencia en
todo el mundo.
El año pasado, la Asamblea General de Naciones
Unidas declaró a 2014 como Año Internacional de Solidaridad con el
Pueblo Palestino. En ese momento la Asamblea General no podía predecir
que 2014 se convertiría en un año crucial, tanto en términos de la
escalada de violencia israelí contra el pueblo palestino como de la
creciente presión sobre Israel por parte de la sociedad civil
internacional. Los monstruosos ataques israelíes sobre Gaza este verano,
que dejaron un saldo de más de 2.200 hombres, mujeres, niños y niñas
muertas -la mayoría de ellas civiles-, y la continua, implacable y
violenta colonización de Cisjordania (incluyendo Jerusalén Este) no
dejan lugar a dudas: no podemos esperar a que Israel cambie su conducta o
a que su patrocinador, EEUU, entre en razón.
Israel ha mantenido
su accionar destructivo precisamente porque no tiene ningún incentivo
para cambiar. El estatus quo -el apoyo incondicional de EEUU y una
comunidad internacional en última instancia pasiva- es totalmente
favorable a Israel. El BDS tiene como objetivo crear dicho incentivo
imponiendo una dura sanción al estatus quo. Las Naciones Unidas fueron
creadas para afirmar la dignidad y los derechos de todos los seres
humanos. 2014 es el año para que quienes buscan un cambio duradero se
unan en torno a estos nobles objetivos y retomen las riendas.
Anna
Baltzer en Sevilla, flanqueada por Felicia Eaves (presidenta de la
campaña de BDS en EEUU) y por Mahmoud Nawajaa, coordinador del Comité
Nacional de BDS en Palestina. (Foto: María Landi).
Rendir cuentas ante los palestinos y palestinas
Es
fácil hacer declaraciones sobre la solidaridad, pero ¿qué significa la
solidaridad en la práctica? Para mí, la característica fundamental de la
solidaridad es el reconocimiento de que las y los oprimidos son los
líderes de su propia lucha. Nuestra tarea, en el campo de la
solidaridad, es entender por qué están luchando y respetar el papel que
nos piden que juguemos.
El llamamiento de 2005 al boicot, la
desinversión y las sanciones (BDS) -con un claro enfoque de derechos,
una amplitud de tácticas que consideran los matices y contextos
específicos y una amplia base de apoyo de la sociedad civil palestina-
responde preguntas críticas sobre lo que significa realmente tener como
referencia al pueblo palestino. Las personas de todo el mundo que están
preocupadas por los derechos palestinos pueden ahora ver en el Comité
Nacional de BDS un liderazgo palestino que trasciende las facciones
políticas y recoge las sugerencias de la sociedad civil en su lucha por
la libertad y la autodeterminación. Por lo tanto, uno de los éxitos más
importantes del BDS ha sido poner las voces palestinas claramente en el
centro de nuestro accionar y rendición de cuentas.
De la simpatía a la acción: recuperar el poder
El
BDS no nos pide algo heroico: nos plantea la obligación moral básica de
poner fin a nuestra propia complicidad con la opresión israelí; de no
hacer el mal. Mientras que la oposición caracteriza al BDS como nefasto y
temible, sabemos que el BDS es una herramienta no violenta para hacer
frente a la violencia extrema de las políticas de ocupación y apartheid
de Israel. El BDS utiliza tácticas bien probadas y de larga tradición en
el legado del movimiento anti-apartheid sudafricano y de otras luchas
anticoloniales, antirracistas y de liberación.
En su nivel más
elemental, el BDS ha permitido a la gente pasar de las palabras bonitas y
la simpatía por la causa palestina hacia acciones tangibles en forma de
campañas. Nos ha devuelto la iniciativa para poner fin a toda forma de
implicación propia en la agresión israelí. Esto es más significativo en
el contexto de EEUU, teniendo en cuenta los miles de millones que le
damos anualmente a Israel en forma de ayuda militar para perpetuar sus
crímenes. Al exigirnos que llevemos a cabo campañas para poner fin a
nuestra complicidad individual o institucional, el BDS hace dos cosas:
por un lado, nos hace responsables; pero lo más importante, nos devuelve
el poder. Ya no estamos esperando que el presidente Obama o el Congreso
de EEUU o el gobierno israelí hagan el cambio: estamos forzando ese
cambio, bajo el liderazgo del pueblo palestino. Y está funcionando; por
primera vez en décadas, en EEUU la oposición se ve obligada a
respondernos. Estamos a la ofensiva, y los tradicionales guardianes de
Israel están a la defensiva.
Protesta ante las oficinas centrales de G4S en Londres (Foto: Stop G4S.org).
Cambiar el discurso
Nuestro
movimiento está definiendo cada vez más los términos de la discusión.
Las campañas de BDS que se desarrollan en las principales instituciones
religiosas, sindicatos, centros comerciales, campus universitarios y
municipalidades han hecho que la pregunta fundamental ya no sea si
Israel está cometiendo crímenes o no, sino: qué es lo que como sociedad
civil vamos a hacer al respecto; o cuál es la mejor táctica para
enfrentar esos crímenes.
A medida que las resoluciones de BDS se
ponen a votación en municipios, asambleas de las iglesias y gremios
estudiantiles -y que los medios de comunicación hacen públicas esas
votaciones-, el BDS está desafiando a las masas -que antes podían
ignorar la agresión israelí- a que finalmente tomen partido. Estamos
poniendo a Israel y su colonización, y a sus cómplices, bajo juicio.
Permanecer neutral ya no es una opción: con el dinero de nuestros
impuestos, matrículas o consumo, todos y todas estamos implicadas, y
tenemos que decidir de qué lado estamos.
El BDS es, sin duda, la
herramienta educativa más eficaz que hemos encontrado en el contexto
estadounidense. Esto se debe a que el BDS convierte un asunto
internacional en algo local para las personas, no importa dónde vivan.
El bloqueo de Gaza no es sólo algo entre palestinos e israelíes; su
infraestructura es gestionada por la misma empresa, por ejemplo, a la
cual usted le compró su computadora (como Hewlett Packard). Las
demoliciones de casas y la tortura en las cárceles israelíes no sólo es
obra de Israel; su iglesia o su universidad está implicada en esa
destrucción y abusos a través de sus inversiones en empresas como
Caterpillar y G4S. Las colonias no son algo que sucede en una tierra
lejana: son el origen de los productos que llegan a nuestras tiendas y
centros comerciales, y que tenemos la opción de comprar o no (como
Sodastream). Esos abusos están siendo financiados con el dinero de
nuestros impuestos, mientras los políticos sostienen que no tenemos
suficiente para escuelas, servicios de salud adecuados y otros programas
sociales. De repente, la ocupación es problema de todos; es algo con lo
que todas nos involucramos diariamente. Eso ha sido siempre así, pero
el BDS lo ha sacado a luz de la manera más brillante.
Asamblea
de la Iglesia Presbiteriana de EEUU que votó desinvertir en tres
compañías cómplices de la colonización y el apartheid israelíes.
Detroit, junio 2014.
La reacción
Al
poner a la ocupación bajo juicio, estamos poniendo la causa palestina en
el centro, construyendo nuestro movimiento y nuestro poder. Pero este
poder creciente no ha pasado desapercibido. En 2006, el gobierno israelí
lanzó una iniciativa multimillonaria llamada “Marca Israel”, creada
para “mejorar la imagen del país en el extranjero, bajando el perfil de
la religión y evitando cualquier discusión sobre el conflicto con los
palestinos”. En lugar de defender la ocupación, la campaña pretende
cambiar el tema de conversación, poniendo énfasis en los logros
científicos y culturales de Israel, usando cínicamente al mundo
académico y artístico para encubrir sus crímenes de guerra. A fines de
2010, la Federación Judía de Norteamérica anunció que iba a financiar
una multimillonaria “Red de Acción Israel” (Israel Action Network) con
el objetivo principal de luchar contra las campañas de BDS. A principios
de ese año, el Instituto Reut -un influyente think-tank israelí-
exhortó al gobierno a destinar recursos importantes para “atacar” y en
lo posible “sabotear” al movimiento BDS y las campañas relacionadas. En
EEUU, los apologistas de Israel han empleado innumerables tácticas de
intimidación en los campus y en las iglesias para sofocar las campañas
de desinversión. El Parlamento israelí aprobó una ley anti-boicot que
pretende imponer fuertes multas a las y los ciudadanos israelíes que
llamen al boicot académico o económico como respuesta a la ocupación.
Los esfuerzos de Israel para luchar contra el BDS también han sido
militarizados por el ejército israelí, que opera una unidad de
inteligencia de señal abierta para monitorear la actividad del BDS en
las redes sociales.
Los extremos a los que el gobierno de Israel y
sus aliados están llegando para contrarrestar el BDS demuestran cuán
poderoso se ha vuelto este movimiento global basado en los derechos
humanos. Los proyectos para relanzar la marca Israel y desviar la
atención de la política son necesarios precisamente porque la vieja
imagen de Israel como un país víctima que busca la paz ya no es
sostenible.
En lugar de ceder ante las tácticas sucias de la
oposición, el activismo por los derechos palestinos se ha vuelto aún más
creativo y ambicioso.
Activistas en Los Angeles (California) reclamando la cancelación de un contrato municipal con Veolia, en 2012.
Victorias del BDS
En
menos de 10 años desde el llamamiento al BDS, el movimiento se ha
consolidado realmente como una fuerza a tener en cuenta. Hemos logrado
hitos inimaginables hace un tiempo. La lista es larga y crece día a día,
así que voy a nombrar sólo unos pocos ejemplos recientes. En el ámbito
de la fe, este verano, poco antes de los monstruosos ataques de Israel
contra Gaza, la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana de EEUU
votó a favor de retirar sus inversiones de tres compañías
estadounidenses involucradas en la ocupación israelí, convirtiéndose en
la primera gran denominación protestante de EEUU en hacerlo. Por la
misma época, la Iglesia Metodista Unida en todo el mundo retiró sus
inversiones de la compañía de seguridad privada G4S debido a su papel en
las cárceles israelíes. Hace dos años también desinvirtieron los
cuáqueros y los menonitas de EEUU, mientras que muchas otras
denominaciones están planeando tomar resoluciones similares de boicot y
desinversión el año que viene.
Quizás nada ilustra tan bien la
creciente fuerza del movimiento BDS como la campaña de boicot a
SodaStream, la empresa israelí de máquinas de soda casera fabricadas en
una colonia ilegal en territorio ocupado. Hace un año, los activistas
preparaban un día de acción global en decenas de ciudades de todo el
mundo para boicotear a Sodastream durante la temporada de vacaciones.
Cuando en enero pasado Sodastream anunció que la actriz de Hollywood y
embajadora global de Oxfam Scarlett Johansson sería la nueva imagen de
la marca SodaStream, activistas de todo el mundo se movilizaron,
señalando la contradicción entre promover al mismo tiempo los derechos
humanos y la ocupación. A raíz de la campaña de protestas, acciones,
innumerables cartas y tácticas diversas en las redes sociales, que
llegaron a millones de personas, Johansson se retiró de su papel como
embajadora de Oxfam -una victoria novedosa del BDS, que provocó una
atención mediática sin precedentes y la vergüenza de la empresa. Poco
después, Earth Day Network –una red que moviliza al movimiento
ambientalista en 192 países – cortó sus lazos con la empresa. En mayo,
el Director Ejecutivo de Sodastream anunció que las ganancias habían
sufrido una caída en picada, de casi el 85%. Este verano, el
multimillonario inversor George Soros retiró todas sus inversiones en la
compañía, citando las directrices de la Unión Europea relativas a los
productos de las colonias. Por último, hace apenas unas semanas,
Sodastream anunció su intención de trasladar su fábrica de Cisjordania
al Negev. Si Sodastream se traslada a las tierras arrebatadas a los
beduinos palestinos, el boicot continuará. Esta mudanza nos da la
oportunidad de demostrar que nuestro movimiento es moralmente coherente
en su oposición a todas las formas de colonización corporativa. Y
significa también un extraordinario suceso tras los esfuerzos sostenidos
del BDS en los últimos años.
Algunas imágenes de la ingeniosa campaña contra SodasStream y su embajadora Scarlett Johansson:
Las
comunidades locales también están desafiando con éxito contratos
municipales con especuladores cómplices de la ocupación. Una campaña que
marcó un hito en St. Louis, Missouri, reunió a defensores de los
derechos palestinos, activistas ambientales, trabajadores, grupos contra
la privatización y otros en la lucha para evitar que la ciudad hiciera
un contrato sobre agua con Veolia, una multinacional francesa famosa por
la destrucción del medio ambiente, los abusos laborales y el
mantenimiento de las colonias israelíes. La empresa finalmente anunció
su retiro de la licitación, en respuesta a la presión popular. Después
de perder más de 16 millones de dólares en contratos en todo el mundo
como resultado de tales campañas, Veolia vendió todas sus líneas de
autobús en Israel/Palestina y recientemente anunció sus planes para
poner fin a su presencia en Israel.
Las campañas locales e
internacionales también han apuntado a G4S, una empresa de seguridad
privada con sede en el Reino Unido que gestiona las cárceles israelíes.
Tras una presión mundial sostenida, y la decisión de la Fundación Bill y
Melinda Gates de vender la totalidad de sus acciones en la compañía
este verano, G4S anunció sus planes de retirarse de Israel. Mucho más
allá de las victorias simbólicas, estos avances recientes indican que
las campañas de BDS están teniendo consecuencias tangibles y económicas
para Israel y sus cómplices, demostrando que la participación en la
opresión israelí es insostenible y tiene un elevado costo. No puede
haber más “business as usual” con el apartheid israelí.
En la
costa oeste de EEUU, activistas en ciudades como Oakland (California)
han bloqueado con éxito la descarga de mercancías de Israel. También hay
un nuevo panorama en el mundo académico y cultural. En completo rechazo
a los esfuerzos desesperados de Israel por relanzar su imagen, un
número creciente de asociaciones académicas se han sumado al boicot
académico, mientras cada vez más y más artistas y actores están
cancelando sus presentaciones en Israel y refrendando el boicot cultural
como una forma de resistencia a la ‘normalización’ con un Estado
canalla.
También en el ámbito académico, hace cinco años, el
Hampshire College se convirtió en la primera universidad de Estados
Unidos en retirar sus inversiones de la ocupación israelí -notable, en
parte, porque también fue la primera universidad en desinvertir en la
Sudáfrica del apartheid. Ahora, en 2014, nos resulta imposible mantener
actualizado el número de universidades de EEUU que aprueban distintas
resoluciones de desinversión. Parece que cada semana hay una nueva
victoria.
Protesta en Nueva York en agosto 2014 (Foto: AP/Jason DeCrow).
Conectar las luchas
Una
de las razones por las que los grupos estudiantiles de EEUU han tenido
tanto éxito es porque colocan constantemente su trabajo por la justicia
en Palestina en el contexto más amplio de la lucha contra el racismo y
el colonialismo globales. Llegué ayer directamente de mi ciudad natal,
St. Louis, y de la cercana Ferguson, en Missouri, que se han convertido
en focos de tensión del movimiento estadounidense para enfrentar la
brutalidad policial desde que en agosto la policía asesinó a Michael
Brown, un joven negro de 18 años de edad, desarmado. En EEUU sabemos lo
que significa un “sistema de castas raciales” que, en palabras del
profesor palestino-americano Steve Tamari, “criminaliza el movimiento y
las acciones de los afroamericanos (…) y perpetúa el aislamiento y la
marginación de las comunidades negras estadounidenses”. La policía está
matando a la gente de color por, literalmente, caminar por la calle,
como en el caso de Brown. Las tasas de encarcelamiento de hombres negros
en EEUU son superiores a las de Sudáfrica durante el apartheid. Ha sido
bien demostrado que el tratamiento de los palestinos por parte de
Israel se ajusta a -de hecho, supera- la definición del crimen de
apartheid según Naciones Unidas. Recientemente, la ex Alta Comisionada
de la ONU para los Derechos Humanos Navi Pillay también comparó la
violencia en Ferguson a la que ella experimentó creciendo en Sudáfrica, y
dijo: “en muchas partes de los Estados Unidos el apartheid está
floreciendo.”
La madre y el padre de Brown, junto a una delegación
de St. Louis recientemente dieron testimonio ante la 53ª Sesión del
Comité de Naciones Unidas contra la Tortura sobre el asesinato de Brown y
la posterior brutalidad policial contra los manifestantes. He traído
aquí copias de su informe. El Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon
pidió a los representantes de la ley que protejan los derechos de la
población de Ferguson y de todas partes a manifestar pacíficamente. Sin
embargo, apenas la semana pasada, nuestra comunidad ha sido testigo de
otra escalada de represión policial con mazas, gas pimienta, gas
lacrimógeno, balas de goma, porras y arrestos en masa tras el anuncio de
que el asesino de Brown, Darren Wilson, no será llevado ante la
justicia.
En
Ferguson la gente le está llamando a esto ‘su intifada’. El mismo gas
lacrimógeno usado contra los palestinos que luchan por la libertad está
siendo utilizado contra las personas que luchan por sus derechos en EEUU
y en todas partes. Una fuerza policial predominantemente blanca ha
levantado checkpoints, bloqueos de carreteras y distintos tipos de muros
en las comunidades negras en toda el área de St. Louis y más allá. El
estudiante de Derecho Dayo Olopade escribe que la situación en Ferguson
es en esencia de ocupación: “Cuando los funcionarios tienen derecho a
controlar tus movimientos, acciones y destino, no hay otra palabra (…)
Cuando encima de eso, los ocupantes no se te parecen en nada y no son
parte de tu comunidad, es mucho peor”. La gente está hacienda las
conexiones entre la violencia israelí contra los palestinos y el
fenómeno global del control policial militarizado en las comunidades de
color.
Conectar estas luchas -en Palestina, en Ferguson y en todo
el mundo- es una cuestión de principios y de estrategia. Debemos
oponernos al racismo en todas sus formas, no importa dónde ocurra;
porque es lo que se debe hacer, y porque trabajando juntos somos más
fuertes. El BDS ofrece enormes oportunidades para conectar nuestro
trabajo. Corporaciones como G4S lucran con el complejo industrial de
prisiones en todo el mundo, y deben ser enfrentadas por las comunidades
marginadas en múltiples continentes y contextos. Juntos, podemos
hacerles frente. Para citar a los manifestantes de Ferguson y a muchos
antes que ellos: “La unión nos hace fuertes, la division nos mata”
(“United we stand, divided we fall”). Las comunidades negras de St.
Louis y Ferguson han apoyado las campañas de BDS lideradas por los
palestinos durante muchos años, incluyendo la lucha contra Veolia. Sin
ellos, no lo habríamos conseguido. Sería un mensaje poderoso que el
Comité de la ONU para el ejercicio de los derechos inalienables del
pueblo palestino y esta conferencia, como un cuerpo, emitieran una
declaración de solidaridad con los manifestantes de Ferguson y contra la
discriminación racial y la brutalidad policial. Esta petición viene
directamente del pueblo de San Luis y de Ferguson que, como el
palestino, están luchando en este mismo momento para que sus derechos
humanos fundamentals y su dignidad sean respetados.
Marcha en el puente de Brooklyn, NY, durante las protestas por Ferguson (Foto: Occupy Wall St.).
Conclusión: un llamado a la Acción
En
conclusión, 2014 es el año de unir todos las luchas justas por la
libertad y la igualdad, para afirmar la dignidad y los derechos de todas
las personas –que es para lo que fueron creadas las Naciones Unidas. El
BDS ofrece un modelo eficaz para ejercer una presión global sobre
Israel, exigiendo que ponga fin a sus violaciones de los derechos
palestinos y del derecho internacional. Ciertamente tenemos un largo
camino por recorrer; pero ya los políticos israelíes, los altos
dirigentes empresariales y los periodistas de los principales medios
están diciendo que la única manera de detener al BDS y de evitar el
creciente aislamiento de Israel es restablecer los derechos palestinos.
En otras palabras, el BDS está funcionando.
Ya no hay más excusas.
Es hora de pasar de las declaraciones y la palabrería diplomática a la
acción. La ONU declaró a 2014 el Año Internacional de Solidaridad con el
Pueblo Palestino. Pero usar la palabra solidaridad sin responder al
reclamo proveniente de los mismos oprimidos de que pongamos fin a
nuestra propia complicidad es irresponsable -y paternalista. Es hora de
que cada entidad que votó por el año de solidaridad -y aquellas que no
lo hicieron, también- manifieste su solidaridad con acciones como el
BDS. La no cooperación con Estados canallas no debería ser vista como
una opción, sino como una obligación de aplicación inmediata por parte
de gobiernos locales y municipales, tal como establece el derecho
internacional. Poner fin a los contratos de organismos de la ONU con G4S
podría ser un primer paso.
Cada uno de nosotros y nosotras
debemos responder al llamado de la manera que podamos: en los
ayuntamientos y parlamentos, en los campus universitarios, en las
comunidades de fe, a través de la acción jurídica, en el mundo
empresarial, y más allá. Podemos elegir campañas que lleven la lucha de
Palestina a nuestra casa, que nos ayuden a construir coaliciones
efectivas, y que se puedan ganar. Hay un sinnúmero de tácticas para
elegir, desde flash mobs a simulacros de juicios, desde referendos a hip
hop, desde réplicas de muros hasta manifestaciones o conferencias como
ésta. Que cada quien analice su propio contexto y dé el paso siguiente.
No hay tiempo que perder. Unámonos todas y todos en este movimiento
creciente y eficaz, bajo el liderazgo palestino, por la libertad, la
justicia y la igualdad.
Traducción del inglés: María Landi
Fuente: María Landi, Blog Palestina en el Corazón
Al
finalizar el año, Andalucía fue el escenario de dos reuniones
fructíferas de la sociedad civil, ambas apoyadas por el gobierno
andaluz. En el puerto de Málaga, los días 28 y 29 de noviembre se
celebraron las II Jornadas estatales de debate sobre el BDS contra el apartheid israelí, organizadas por la Asociación Al Quds y con participación de representantes de la RESCOP (Red
Solidaria contra la Ocupación de Palestina que impulsa el BDS) de
diversas regiones del estado español. Y los días 2 y 3 de diciembre tuvo
lugar en el Parlamento de Sevilla la Conferencia internacional de gobiernos locales y organizaciones de la sociedad civil en apoyo a los derechos palestinos,
organizada por el Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad
Internacional (FAMSI) y el Comité de la ONU para el ejercicio de los
derechos inalienables del pueblo palestino (CEIRPP).
El BDS no solo fue el tema central en Málaga: también tuvo una fuerte presencia en la conferencia de Sevilla, donde hubo representantes del movimiento BDS de EEUU, Palestina, Brasil, Bélgica, Francia y Kuala Lumpur, entre otros. Leer aquí la Declaración del Olivo, documento final de la conferencia internacional.
Comparto la ponencia realizada en Sevilla por Anna Baltzer, coordinadora nacional de la campaña de BDS en los EE.UU, por considerarla un texto elocuente sobre las potencialidades y alcances del movimiento global de BDS, y en particular sobre sus avances en los EE.UU. El texto sirve también como balance de los avances del BDS en el año 2014.
Cartel anunciando las II Jornadas de BDS, Málaga 2014
El movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS)
Anna Baltzer
Es un honor estar aquí para hablar del movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS) desde mi posición como Organizadora Nacional de la US Campaign to End the Israeli Occupation (campaña estadounidense para poner fin a la ocupación israelí), una coalición de más de 400 organizaciones que trabajan para poner fin a todas las formas de complicidad institucional con las políticas de ocupación y apartheid de Israel. Me gustaría comenzar aclarando que la mayor parte de mi presentación se centrará en el BDS en el contexto de Estados Unidos, simplemente porque esa es mi área de especialización, no porque crea que el trabajo allí es más importante o avanzado que en otros lugares; por el contrario, creo que en EEUU tenemos mucho que aprender de la efectividad de las campañas europeas y de otros lugares, lo cual es una de las razones por las que estoy tan contenta de estar hoy aquí con ustedes.
Es difícil remarcar lo importante que ha sido el llamamiento del movimiento BDS para nuestro trabajo en los EEUU. El BDS ha transformado por completo al movimiento de solidaridad, poniendo la iniciativa de nuevo en manos de la gente común, y a los propios palestinos y palestinas como nuestro principal referente a la hora de rendir cuentas. El BDS ha desplazado el poder desde un supuesto “proceso de paz” impotente, dominado por las élites políticas, hacia un movimiento masivo de personas comunes y corrientes y de conciencia en todo el mundo.
El año pasado, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró a 2014 como Año Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. En ese momento la Asamblea General no podía predecir que 2014 se convertiría en un año crucial, tanto en términos de la escalada de violencia israelí contra el pueblo palestino como de la creciente presión sobre Israel por parte de la sociedad civil internacional. Los monstruosos ataques israelíes sobre Gaza este verano, que dejaron un saldo de más de 2.200 hombres, mujeres, niños y niñas muertas -la mayoría de ellas civiles-, y la continua, implacable y violenta colonización de Cisjordania (incluyendo Jerusalén Este) no dejan lugar a dudas: no podemos esperar a que Israel cambie su conducta o a que su patrocinador, EEUU, entre en razón.
Israel ha mantenido su accionar destructivo precisamente porque no tiene ningún incentivo para cambiar. El estatus quo -el apoyo incondicional de EEUU y una comunidad internacional en última instancia pasiva- es totalmente favorable a Israel. El BDS tiene como objetivo crear dicho incentivo imponiendo una dura sanción al estatus quo. Las Naciones Unidas fueron creadas para afirmar la dignidad y los derechos de todos los seres humanos. 2014 es el año para que quienes buscan un cambio duradero se unan en torno a estos nobles objetivos y retomen las riendas.
Anna Baltzer en Sevilla, flanqueada por Felicia Eaves (presidenta de la campaña de BDS en EEUU) y por Mahmoud Nawajaa, coordinador del Comité Nacional de BDS en Palestina. (Foto: María Landi).
Rendir cuentas ante los palestinos y palestinas
Es fácil hacer declaraciones sobre la solidaridad, pero ¿qué significa la solidaridad en la práctica? Para mí, la característica fundamental de la solidaridad es el reconocimiento de que las y los oprimidos son los líderes de su propia lucha. Nuestra tarea, en el campo de la solidaridad, es entender por qué están luchando y respetar el papel que nos piden que juguemos.
El llamamiento de 2005 al boicot, la desinversión y las sanciones (BDS) -con un claro enfoque de derechos, una amplitud de tácticas que consideran los matices y contextos específicos y una amplia base de apoyo de la sociedad civil palestina- responde preguntas críticas sobre lo que significa realmente tener como referencia al pueblo palestino. Las personas de todo el mundo que están preocupadas por los derechos palestinos pueden ahora ver en el Comité Nacional de BDS un liderazgo palestino que trasciende las facciones políticas y recoge las sugerencias de la sociedad civil en su lucha por la libertad y la autodeterminación. Por lo tanto, uno de los éxitos más importantes del BDS ha sido poner las voces palestinas claramente en el centro de nuestro accionar y rendición de cuentas.
De la simpatía a la acción: recuperar el poder
El BDS no nos pide algo heroico: nos plantea la obligación moral básica de poner fin a nuestra propia complicidad con la opresión israelí; de no hacer el mal. Mientras que la oposición caracteriza al BDS como nefasto y temible, sabemos que el BDS es una herramienta no violenta para hacer frente a la violencia extrema de las políticas de ocupación y apartheid de Israel. El BDS utiliza tácticas bien probadas y de larga tradición en el legado del movimiento anti-apartheid sudafricano y de otras luchas anticoloniales, antirracistas y de liberación.
En su nivel más elemental, el BDS ha permitido a la gente pasar de las palabras bonitas y la simpatía por la causa palestina hacia acciones tangibles en forma de campañas. Nos ha devuelto la iniciativa para poner fin a toda forma de implicación propia en la agresión israelí. Esto es más significativo en el contexto de EEUU, teniendo en cuenta los miles de millones que le damos anualmente a Israel en forma de ayuda militar para perpetuar sus crímenes. Al exigirnos que llevemos a cabo campañas para poner fin a nuestra complicidad individual o institucional, el BDS hace dos cosas: por un lado, nos hace responsables; pero lo más importante, nos devuelve el poder. Ya no estamos esperando que el presidente Obama o el Congreso de EEUU o el gobierno israelí hagan el cambio: estamos forzando ese cambio, bajo el liderazgo del pueblo palestino. Y está funcionando; por primera vez en décadas, en EEUU la oposición se ve obligada a respondernos. Estamos a la ofensiva, y los tradicionales guardianes de Israel están a la defensiva.
Protesta ante las oficinas centrales de G4S en Londres (Foto: Stop G4S.org).
Cambiar el discurso
Nuestro movimiento está definiendo cada vez más los términos de la discusión. Las campañas de BDS que se desarrollan en las principales instituciones religiosas, sindicatos, centros comerciales, campus universitarios y municipalidades han hecho que la pregunta fundamental ya no sea si Israel está cometiendo crímenes o no, sino: qué es lo que como sociedad civil vamos a hacer al respecto; o cuál es la mejor táctica para enfrentar esos crímenes.
A medida que las resoluciones de BDS se ponen a votación en municipios, asambleas de las iglesias y gremios estudiantiles -y que los medios de comunicación hacen públicas esas votaciones-, el BDS está desafiando a las masas -que antes podían ignorar la agresión israelí- a que finalmente tomen partido. Estamos poniendo a Israel y su colonización, y a sus cómplices, bajo juicio. Permanecer neutral ya no es una opción: con el dinero de nuestros impuestos, matrículas o consumo, todos y todas estamos implicadas, y tenemos que decidir de qué lado estamos.
El BDS es, sin duda, la herramienta educativa más eficaz que hemos encontrado en el contexto estadounidense. Esto se debe a que el BDS convierte un asunto internacional en algo local para las personas, no importa dónde vivan. El bloqueo de Gaza no es sólo algo entre palestinos e israelíes; su infraestructura es gestionada por la misma empresa, por ejemplo, a la cual usted le compró su computadora (como Hewlett Packard). Las demoliciones de casas y la tortura en las cárceles israelíes no sólo es obra de Israel; su iglesia o su universidad está implicada en esa destrucción y abusos a través de sus inversiones en empresas como Caterpillar y G4S. Las colonias no son algo que sucede en una tierra lejana: son el origen de los productos que llegan a nuestras tiendas y centros comerciales, y que tenemos la opción de comprar o no (como Sodastream). Esos abusos están siendo financiados con el dinero de nuestros impuestos, mientras los políticos sostienen que no tenemos suficiente para escuelas, servicios de salud adecuados y otros programas sociales. De repente, la ocupación es problema de todos; es algo con lo que todas nos involucramos diariamente. Eso ha sido siempre así, pero el BDS lo ha sacado a luz de la manera más brillante.
Asamblea de la Iglesia Presbiteriana de EEUU que votó desinvertir en tres compañías cómplices de la colonización y el apartheid israelíes. Detroit, junio 2014.
La reacción
Al poner a la ocupación bajo juicio, estamos poniendo la causa palestina en el centro, construyendo nuestro movimiento y nuestro poder. Pero este poder creciente no ha pasado desapercibido. En 2006, el gobierno israelí lanzó una iniciativa multimillonaria llamada “Marca Israel”, creada para “mejorar la imagen del país en el extranjero, bajando el perfil de la religión y evitando cualquier discusión sobre el conflicto con los palestinos”. En lugar de defender la ocupación, la campaña pretende cambiar el tema de conversación, poniendo énfasis en los logros científicos y culturales de Israel, usando cínicamente al mundo académico y artístico para encubrir sus crímenes de guerra. A fines de 2010, la Federación Judía de Norteamérica anunció que iba a financiar una multimillonaria “Red de Acción Israel” (Israel Action Network) con el objetivo principal de luchar contra las campañas de BDS. A principios de ese año, el Instituto Reut -un influyente think-tank israelí- exhortó al gobierno a destinar recursos importantes para “atacar” y en lo posible “sabotear” al movimiento BDS y las campañas relacionadas. En EEUU, los apologistas de Israel han empleado innumerables tácticas de intimidación en los campus y en las iglesias para sofocar las campañas de desinversión. El Parlamento israelí aprobó una ley anti-boicot que pretende imponer fuertes multas a las y los ciudadanos israelíes que llamen al boicot académico o económico como respuesta a la ocupación. Los esfuerzos de Israel para luchar contra el BDS también han sido militarizados por el ejército israelí, que opera una unidad de inteligencia de señal abierta para monitorear la actividad del BDS en las redes sociales.
Los extremos a los que el gobierno de Israel y sus aliados están llegando para contrarrestar el BDS demuestran cuán poderoso se ha vuelto este movimiento global basado en los derechos humanos. Los proyectos para relanzar la marca Israel y desviar la atención de la política son necesarios precisamente porque la vieja imagen de Israel como un país víctima que busca la paz ya no es sostenible.
En lugar de ceder ante las tácticas sucias de la oposición, el activismo por los derechos palestinos se ha vuelto aún más creativo y ambicioso.
Activistas en Los Angeles (California) reclamando la cancelación de un contrato municipal con Veolia, en 2012.
Victorias del BDS
En menos de 10 años desde el llamamiento al BDS, el movimiento se ha consolidado realmente como una fuerza a tener en cuenta. Hemos logrado hitos inimaginables hace un tiempo. La lista es larga y crece día a día, así que voy a nombrar sólo unos pocos ejemplos recientes. En el ámbito de la fe, este verano, poco antes de los monstruosos ataques de Israel contra Gaza, la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana de EEUU votó a favor de retirar sus inversiones de tres compañías estadounidenses involucradas en la ocupación israelí, convirtiéndose en la primera gran denominación protestante de EEUU en hacerlo. Por la misma época, la Iglesia Metodista Unida en todo el mundo retiró sus inversiones de la compañía de seguridad privada G4S debido a su papel en las cárceles israelíes. Hace dos años también desinvirtieron los cuáqueros y los menonitas de EEUU, mientras que muchas otras denominaciones están planeando tomar resoluciones similares de boicot y desinversión el año que viene.
Quizás nada ilustra tan bien la creciente fuerza del movimiento BDS como la campaña de boicot a SodaStream, la empresa israelí de máquinas de soda casera fabricadas en una colonia ilegal en territorio ocupado. Hace un año, los activistas preparaban un día de acción global en decenas de ciudades de todo el mundo para boicotear a Sodastream durante la temporada de vacaciones. Cuando en enero pasado Sodastream anunció que la actriz de Hollywood y embajadora global de Oxfam Scarlett Johansson sería la nueva imagen de la marca SodaStream, activistas de todo el mundo se movilizaron, señalando la contradicción entre promover al mismo tiempo los derechos humanos y la ocupación. A raíz de la campaña de protestas, acciones, innumerables cartas y tácticas diversas en las redes sociales, que llegaron a millones de personas, Johansson se retiró de su papel como embajadora de Oxfam -una victoria novedosa del BDS, que provocó una atención mediática sin precedentes y la vergüenza de la empresa. Poco después, Earth Day Network –una red que moviliza al movimiento ambientalista en 192 países – cortó sus lazos con la empresa. En mayo, el Director Ejecutivo de Sodastream anunció que las ganancias habían sufrido una caída en picada, de casi el 85%. Este verano, el multimillonario inversor George Soros retiró todas sus inversiones en la compañía, citando las directrices de la Unión Europea relativas a los productos de las colonias. Por último, hace apenas unas semanas, Sodastream anunció su intención de trasladar su fábrica de Cisjordania al Negev. Si Sodastream se traslada a las tierras arrebatadas a los beduinos palestinos, el boicot continuará. Esta mudanza nos da la oportunidad de demostrar que nuestro movimiento es moralmente coherente en su oposición a todas las formas de colonización corporativa. Y significa también un extraordinario suceso tras los esfuerzos sostenidos del BDS en los últimos años.
Algunas imágenes de la ingeniosa campaña contra SodasStream y su embajadora Scarlett Johansson:
Las comunidades locales también están desafiando con éxito contratos municipales con especuladores cómplices de la ocupación. Una campaña que marcó un hito en St. Louis, Missouri, reunió a defensores de los derechos palestinos, activistas ambientales, trabajadores, grupos contra la privatización y otros en la lucha para evitar que la ciudad hiciera un contrato sobre agua con Veolia, una multinacional francesa famosa por la destrucción del medio ambiente, los abusos laborales y el mantenimiento de las colonias israelíes. La empresa finalmente anunció su retiro de la licitación, en respuesta a la presión popular. Después de perder más de 16 millones de dólares en contratos en todo el mundo como resultado de tales campañas, Veolia vendió todas sus líneas de autobús en Israel/Palestina y recientemente anunció sus planes para poner fin a su presencia en Israel.
Las campañas locales e internacionales también han apuntado a G4S, una empresa de seguridad privada con sede en el Reino Unido que gestiona las cárceles israelíes. Tras una presión mundial sostenida, y la decisión de la Fundación Bill y Melinda Gates de vender la totalidad de sus acciones en la compañía este verano, G4S anunció sus planes de retirarse de Israel. Mucho más allá de las victorias simbólicas, estos avances recientes indican que las campañas de BDS están teniendo consecuencias tangibles y económicas para Israel y sus cómplices, demostrando que la participación en la opresión israelí es insostenible y tiene un elevado costo. No puede haber más “business as usual” con el apartheid israelí.
En la costa oeste de EEUU, activistas en ciudades como Oakland (California) han bloqueado con éxito la descarga de mercancías de Israel. También hay un nuevo panorama en el mundo académico y cultural. En completo rechazo a los esfuerzos desesperados de Israel por relanzar su imagen, un número creciente de asociaciones académicas se han sumado al boicot académico, mientras cada vez más y más artistas y actores están cancelando sus presentaciones en Israel y refrendando el boicot cultural como una forma de resistencia a la ‘normalización’ con un Estado canalla.
También en el ámbito académico, hace cinco años, el Hampshire College se convirtió en la primera universidad de Estados Unidos en retirar sus inversiones de la ocupación israelí -notable, en parte, porque también fue la primera universidad en desinvertir en la Sudáfrica del apartheid. Ahora, en 2014, nos resulta imposible mantener actualizado el número de universidades de EEUU que aprueban distintas resoluciones de desinversión. Parece que cada semana hay una nueva victoria.
Protesta en Nueva York en agosto 2014 (Foto: AP/Jason DeCrow).
Conectar las luchas
Una de las razones por las que los grupos estudiantiles de EEUU han tenido tanto éxito es porque colocan constantemente su trabajo por la justicia en Palestina en el contexto más amplio de la lucha contra el racismo y el colonialismo globales. Llegué ayer directamente de mi ciudad natal, St. Louis, y de la cercana Ferguson, en Missouri, que se han convertido en focos de tensión del movimiento estadounidense para enfrentar la brutalidad policial desde que en agosto la policía asesinó a Michael Brown, un joven negro de 18 años de edad, desarmado. En EEUU sabemos lo que significa un “sistema de castas raciales” que, en palabras del profesor palestino-americano Steve Tamari, “criminaliza el movimiento y las acciones de los afroamericanos (…) y perpetúa el aislamiento y la marginación de las comunidades negras estadounidenses”. La policía está matando a la gente de color por, literalmente, caminar por la calle, como en el caso de Brown. Las tasas de encarcelamiento de hombres negros en EEUU son superiores a las de Sudáfrica durante el apartheid. Ha sido bien demostrado que el tratamiento de los palestinos por parte de Israel se ajusta a -de hecho, supera- la definición del crimen de apartheid según Naciones Unidas. Recientemente, la ex Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos Navi Pillay también comparó la violencia en Ferguson a la que ella experimentó creciendo en Sudáfrica, y dijo: “en muchas partes de los Estados Unidos el apartheid está floreciendo.”
La madre y el padre de Brown, junto a una delegación de St. Louis recientemente dieron testimonio ante la 53ª Sesión del Comité de Naciones Unidas contra la Tortura sobre el asesinato de Brown y la posterior brutalidad policial contra los manifestantes. He traído aquí copias de su informe. El Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon pidió a los representantes de la ley que protejan los derechos de la población de Ferguson y de todas partes a manifestar pacíficamente. Sin embargo, apenas la semana pasada, nuestra comunidad ha sido testigo de otra escalada de represión policial con mazas, gas pimienta, gas lacrimógeno, balas de goma, porras y arrestos en masa tras el anuncio de que el asesino de Brown, Darren Wilson, no será llevado ante la justicia.
En Ferguson la gente le está llamando a esto ‘su intifada’. El mismo gas lacrimógeno usado contra los palestinos que luchan por la libertad está siendo utilizado contra las personas que luchan por sus derechos en EEUU y en todas partes. Una fuerza policial predominantemente blanca ha levantado checkpoints, bloqueos de carreteras y distintos tipos de muros en las comunidades negras en toda el área de St. Louis y más allá. El estudiante de Derecho Dayo Olopade escribe que la situación en Ferguson es en esencia de ocupación: “Cuando los funcionarios tienen derecho a controlar tus movimientos, acciones y destino, no hay otra palabra (…) Cuando encima de eso, los ocupantes no se te parecen en nada y no son parte de tu comunidad, es mucho peor”. La gente está hacienda las conexiones entre la violencia israelí contra los palestinos y el fenómeno global del control policial militarizado en las comunidades de color.
Conectar estas luchas -en Palestina, en Ferguson y en todo el mundo- es una cuestión de principios y de estrategia. Debemos oponernos al racismo en todas sus formas, no importa dónde ocurra; porque es lo que se debe hacer, y porque trabajando juntos somos más fuertes. El BDS ofrece enormes oportunidades para conectar nuestro trabajo. Corporaciones como G4S lucran con el complejo industrial de prisiones en todo el mundo, y deben ser enfrentadas por las comunidades marginadas en múltiples continentes y contextos. Juntos, podemos hacerles frente. Para citar a los manifestantes de Ferguson y a muchos antes que ellos: “La unión nos hace fuertes, la division nos mata” (“United we stand, divided we fall”). Las comunidades negras de St. Louis y Ferguson han apoyado las campañas de BDS lideradas por los palestinos durante muchos años, incluyendo la lucha contra Veolia. Sin ellos, no lo habríamos conseguido. Sería un mensaje poderoso que el Comité de la ONU para el ejercicio de los derechos inalienables del pueblo palestino y esta conferencia, como un cuerpo, emitieran una declaración de solidaridad con los manifestantes de Ferguson y contra la discriminación racial y la brutalidad policial. Esta petición viene directamente del pueblo de San Luis y de Ferguson que, como el palestino, están luchando en este mismo momento para que sus derechos humanos fundamentals y su dignidad sean respetados.
Marcha en el puente de Brooklyn, NY, durante las protestas por Ferguson (Foto: Occupy Wall St.).
Conclusión: un llamado a la Acción
En conclusión, 2014 es el año de unir todos las luchas justas por la libertad y la igualdad, para afirmar la dignidad y los derechos de todas las personas –que es para lo que fueron creadas las Naciones Unidas. El BDS ofrece un modelo eficaz para ejercer una presión global sobre Israel, exigiendo que ponga fin a sus violaciones de los derechos palestinos y del derecho internacional. Ciertamente tenemos un largo camino por recorrer; pero ya los políticos israelíes, los altos dirigentes empresariales y los periodistas de los principales medios están diciendo que la única manera de detener al BDS y de evitar el creciente aislamiento de Israel es restablecer los derechos palestinos. En otras palabras, el BDS está funcionando.
Ya no hay más excusas. Es hora de pasar de las declaraciones y la palabrería diplomática a la acción. La ONU declaró a 2014 el Año Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. Pero usar la palabra solidaridad sin responder al reclamo proveniente de los mismos oprimidos de que pongamos fin a nuestra propia complicidad es irresponsable -y paternalista. Es hora de que cada entidad que votó por el año de solidaridad -y aquellas que no lo hicieron, también- manifieste su solidaridad con acciones como el BDS. La no cooperación con Estados canallas no debería ser vista como una opción, sino como una obligación de aplicación inmediata por parte de gobiernos locales y municipales, tal como establece el derecho internacional. Poner fin a los contratos de organismos de la ONU con G4S podría ser un primer paso.
Cada uno de nosotros y nosotras debemos responder al llamado de la manera que podamos: en los ayuntamientos y parlamentos, en los campus universitarios, en las comunidades de fe, a través de la acción jurídica, en el mundo empresarial, y más allá. Podemos elegir campañas que lleven la lucha de Palestina a nuestra casa, que nos ayuden a construir coaliciones efectivas, y que se puedan ganar. Hay un sinnúmero de tácticas para elegir, desde flash mobs a simulacros de juicios, desde referendos a hip hop, desde réplicas de muros hasta manifestaciones o conferencias como ésta. Que cada quien analice su propio contexto y dé el paso siguiente. No hay tiempo que perder. Unámonos todas y todos en este movimiento creciente y eficaz, bajo el liderazgo palestino, por la libertad, la justicia y la igualdad.
Traducción del inglés: María Landi
Fuente: María Landi, Blog Palestina en el Corazón
El BDS no solo fue el tema central en Málaga: también tuvo una fuerte presencia en la conferencia de Sevilla, donde hubo representantes del movimiento BDS de EEUU, Palestina, Brasil, Bélgica, Francia y Kuala Lumpur, entre otros. Leer aquí la Declaración del Olivo, documento final de la conferencia internacional.
Comparto la ponencia realizada en Sevilla por Anna Baltzer, coordinadora nacional de la campaña de BDS en los EE.UU, por considerarla un texto elocuente sobre las potencialidades y alcances del movimiento global de BDS, y en particular sobre sus avances en los EE.UU. El texto sirve también como balance de los avances del BDS en el año 2014.
Cartel anunciando las II Jornadas de BDS, Málaga 2014
El movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS)
Anna Baltzer
Es un honor estar aquí para hablar del movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS) desde mi posición como Organizadora Nacional de la US Campaign to End the Israeli Occupation (campaña estadounidense para poner fin a la ocupación israelí), una coalición de más de 400 organizaciones que trabajan para poner fin a todas las formas de complicidad institucional con las políticas de ocupación y apartheid de Israel. Me gustaría comenzar aclarando que la mayor parte de mi presentación se centrará en el BDS en el contexto de Estados Unidos, simplemente porque esa es mi área de especialización, no porque crea que el trabajo allí es más importante o avanzado que en otros lugares; por el contrario, creo que en EEUU tenemos mucho que aprender de la efectividad de las campañas europeas y de otros lugares, lo cual es una de las razones por las que estoy tan contenta de estar hoy aquí con ustedes.
Es difícil remarcar lo importante que ha sido el llamamiento del movimiento BDS para nuestro trabajo en los EEUU. El BDS ha transformado por completo al movimiento de solidaridad, poniendo la iniciativa de nuevo en manos de la gente común, y a los propios palestinos y palestinas como nuestro principal referente a la hora de rendir cuentas. El BDS ha desplazado el poder desde un supuesto “proceso de paz” impotente, dominado por las élites políticas, hacia un movimiento masivo de personas comunes y corrientes y de conciencia en todo el mundo.
El año pasado, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró a 2014 como Año Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. En ese momento la Asamblea General no podía predecir que 2014 se convertiría en un año crucial, tanto en términos de la escalada de violencia israelí contra el pueblo palestino como de la creciente presión sobre Israel por parte de la sociedad civil internacional. Los monstruosos ataques israelíes sobre Gaza este verano, que dejaron un saldo de más de 2.200 hombres, mujeres, niños y niñas muertas -la mayoría de ellas civiles-, y la continua, implacable y violenta colonización de Cisjordania (incluyendo Jerusalén Este) no dejan lugar a dudas: no podemos esperar a que Israel cambie su conducta o a que su patrocinador, EEUU, entre en razón.
Israel ha mantenido su accionar destructivo precisamente porque no tiene ningún incentivo para cambiar. El estatus quo -el apoyo incondicional de EEUU y una comunidad internacional en última instancia pasiva- es totalmente favorable a Israel. El BDS tiene como objetivo crear dicho incentivo imponiendo una dura sanción al estatus quo. Las Naciones Unidas fueron creadas para afirmar la dignidad y los derechos de todos los seres humanos. 2014 es el año para que quienes buscan un cambio duradero se unan en torno a estos nobles objetivos y retomen las riendas.
Anna Baltzer en Sevilla, flanqueada por Felicia Eaves (presidenta de la campaña de BDS en EEUU) y por Mahmoud Nawajaa, coordinador del Comité Nacional de BDS en Palestina. (Foto: María Landi).
Rendir cuentas ante los palestinos y palestinas
Es fácil hacer declaraciones sobre la solidaridad, pero ¿qué significa la solidaridad en la práctica? Para mí, la característica fundamental de la solidaridad es el reconocimiento de que las y los oprimidos son los líderes de su propia lucha. Nuestra tarea, en el campo de la solidaridad, es entender por qué están luchando y respetar el papel que nos piden que juguemos.
El llamamiento de 2005 al boicot, la desinversión y las sanciones (BDS) -con un claro enfoque de derechos, una amplitud de tácticas que consideran los matices y contextos específicos y una amplia base de apoyo de la sociedad civil palestina- responde preguntas críticas sobre lo que significa realmente tener como referencia al pueblo palestino. Las personas de todo el mundo que están preocupadas por los derechos palestinos pueden ahora ver en el Comité Nacional de BDS un liderazgo palestino que trasciende las facciones políticas y recoge las sugerencias de la sociedad civil en su lucha por la libertad y la autodeterminación. Por lo tanto, uno de los éxitos más importantes del BDS ha sido poner las voces palestinas claramente en el centro de nuestro accionar y rendición de cuentas.
De la simpatía a la acción: recuperar el poder
El BDS no nos pide algo heroico: nos plantea la obligación moral básica de poner fin a nuestra propia complicidad con la opresión israelí; de no hacer el mal. Mientras que la oposición caracteriza al BDS como nefasto y temible, sabemos que el BDS es una herramienta no violenta para hacer frente a la violencia extrema de las políticas de ocupación y apartheid de Israel. El BDS utiliza tácticas bien probadas y de larga tradición en el legado del movimiento anti-apartheid sudafricano y de otras luchas anticoloniales, antirracistas y de liberación.
En su nivel más elemental, el BDS ha permitido a la gente pasar de las palabras bonitas y la simpatía por la causa palestina hacia acciones tangibles en forma de campañas. Nos ha devuelto la iniciativa para poner fin a toda forma de implicación propia en la agresión israelí. Esto es más significativo en el contexto de EEUU, teniendo en cuenta los miles de millones que le damos anualmente a Israel en forma de ayuda militar para perpetuar sus crímenes. Al exigirnos que llevemos a cabo campañas para poner fin a nuestra complicidad individual o institucional, el BDS hace dos cosas: por un lado, nos hace responsables; pero lo más importante, nos devuelve el poder. Ya no estamos esperando que el presidente Obama o el Congreso de EEUU o el gobierno israelí hagan el cambio: estamos forzando ese cambio, bajo el liderazgo del pueblo palestino. Y está funcionando; por primera vez en décadas, en EEUU la oposición se ve obligada a respondernos. Estamos a la ofensiva, y los tradicionales guardianes de Israel están a la defensiva.
Protesta ante las oficinas centrales de G4S en Londres (Foto: Stop G4S.org).
Cambiar el discurso
Nuestro movimiento está definiendo cada vez más los términos de la discusión. Las campañas de BDS que se desarrollan en las principales instituciones religiosas, sindicatos, centros comerciales, campus universitarios y municipalidades han hecho que la pregunta fundamental ya no sea si Israel está cometiendo crímenes o no, sino: qué es lo que como sociedad civil vamos a hacer al respecto; o cuál es la mejor táctica para enfrentar esos crímenes.
A medida que las resoluciones de BDS se ponen a votación en municipios, asambleas de las iglesias y gremios estudiantiles -y que los medios de comunicación hacen públicas esas votaciones-, el BDS está desafiando a las masas -que antes podían ignorar la agresión israelí- a que finalmente tomen partido. Estamos poniendo a Israel y su colonización, y a sus cómplices, bajo juicio. Permanecer neutral ya no es una opción: con el dinero de nuestros impuestos, matrículas o consumo, todos y todas estamos implicadas, y tenemos que decidir de qué lado estamos.
El BDS es, sin duda, la herramienta educativa más eficaz que hemos encontrado en el contexto estadounidense. Esto se debe a que el BDS convierte un asunto internacional en algo local para las personas, no importa dónde vivan. El bloqueo de Gaza no es sólo algo entre palestinos e israelíes; su infraestructura es gestionada por la misma empresa, por ejemplo, a la cual usted le compró su computadora (como Hewlett Packard). Las demoliciones de casas y la tortura en las cárceles israelíes no sólo es obra de Israel; su iglesia o su universidad está implicada en esa destrucción y abusos a través de sus inversiones en empresas como Caterpillar y G4S. Las colonias no son algo que sucede en una tierra lejana: son el origen de los productos que llegan a nuestras tiendas y centros comerciales, y que tenemos la opción de comprar o no (como Sodastream). Esos abusos están siendo financiados con el dinero de nuestros impuestos, mientras los políticos sostienen que no tenemos suficiente para escuelas, servicios de salud adecuados y otros programas sociales. De repente, la ocupación es problema de todos; es algo con lo que todas nos involucramos diariamente. Eso ha sido siempre así, pero el BDS lo ha sacado a luz de la manera más brillante.
Asamblea de la Iglesia Presbiteriana de EEUU que votó desinvertir en tres compañías cómplices de la colonización y el apartheid israelíes. Detroit, junio 2014.
La reacción
Al poner a la ocupación bajo juicio, estamos poniendo la causa palestina en el centro, construyendo nuestro movimiento y nuestro poder. Pero este poder creciente no ha pasado desapercibido. En 2006, el gobierno israelí lanzó una iniciativa multimillonaria llamada “Marca Israel”, creada para “mejorar la imagen del país en el extranjero, bajando el perfil de la religión y evitando cualquier discusión sobre el conflicto con los palestinos”. En lugar de defender la ocupación, la campaña pretende cambiar el tema de conversación, poniendo énfasis en los logros científicos y culturales de Israel, usando cínicamente al mundo académico y artístico para encubrir sus crímenes de guerra. A fines de 2010, la Federación Judía de Norteamérica anunció que iba a financiar una multimillonaria “Red de Acción Israel” (Israel Action Network) con el objetivo principal de luchar contra las campañas de BDS. A principios de ese año, el Instituto Reut -un influyente think-tank israelí- exhortó al gobierno a destinar recursos importantes para “atacar” y en lo posible “sabotear” al movimiento BDS y las campañas relacionadas. En EEUU, los apologistas de Israel han empleado innumerables tácticas de intimidación en los campus y en las iglesias para sofocar las campañas de desinversión. El Parlamento israelí aprobó una ley anti-boicot que pretende imponer fuertes multas a las y los ciudadanos israelíes que llamen al boicot académico o económico como respuesta a la ocupación. Los esfuerzos de Israel para luchar contra el BDS también han sido militarizados por el ejército israelí, que opera una unidad de inteligencia de señal abierta para monitorear la actividad del BDS en las redes sociales.
Los extremos a los que el gobierno de Israel y sus aliados están llegando para contrarrestar el BDS demuestran cuán poderoso se ha vuelto este movimiento global basado en los derechos humanos. Los proyectos para relanzar la marca Israel y desviar la atención de la política son necesarios precisamente porque la vieja imagen de Israel como un país víctima que busca la paz ya no es sostenible.
En lugar de ceder ante las tácticas sucias de la oposición, el activismo por los derechos palestinos se ha vuelto aún más creativo y ambicioso.
Activistas en Los Angeles (California) reclamando la cancelación de un contrato municipal con Veolia, en 2012.
Victorias del BDS
En menos de 10 años desde el llamamiento al BDS, el movimiento se ha consolidado realmente como una fuerza a tener en cuenta. Hemos logrado hitos inimaginables hace un tiempo. La lista es larga y crece día a día, así que voy a nombrar sólo unos pocos ejemplos recientes. En el ámbito de la fe, este verano, poco antes de los monstruosos ataques de Israel contra Gaza, la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana de EEUU votó a favor de retirar sus inversiones de tres compañías estadounidenses involucradas en la ocupación israelí, convirtiéndose en la primera gran denominación protestante de EEUU en hacerlo. Por la misma época, la Iglesia Metodista Unida en todo el mundo retiró sus inversiones de la compañía de seguridad privada G4S debido a su papel en las cárceles israelíes. Hace dos años también desinvirtieron los cuáqueros y los menonitas de EEUU, mientras que muchas otras denominaciones están planeando tomar resoluciones similares de boicot y desinversión el año que viene.
Quizás nada ilustra tan bien la creciente fuerza del movimiento BDS como la campaña de boicot a SodaStream, la empresa israelí de máquinas de soda casera fabricadas en una colonia ilegal en territorio ocupado. Hace un año, los activistas preparaban un día de acción global en decenas de ciudades de todo el mundo para boicotear a Sodastream durante la temporada de vacaciones. Cuando en enero pasado Sodastream anunció que la actriz de Hollywood y embajadora global de Oxfam Scarlett Johansson sería la nueva imagen de la marca SodaStream, activistas de todo el mundo se movilizaron, señalando la contradicción entre promover al mismo tiempo los derechos humanos y la ocupación. A raíz de la campaña de protestas, acciones, innumerables cartas y tácticas diversas en las redes sociales, que llegaron a millones de personas, Johansson se retiró de su papel como embajadora de Oxfam -una victoria novedosa del BDS, que provocó una atención mediática sin precedentes y la vergüenza de la empresa. Poco después, Earth Day Network –una red que moviliza al movimiento ambientalista en 192 países – cortó sus lazos con la empresa. En mayo, el Director Ejecutivo de Sodastream anunció que las ganancias habían sufrido una caída en picada, de casi el 85%. Este verano, el multimillonario inversor George Soros retiró todas sus inversiones en la compañía, citando las directrices de la Unión Europea relativas a los productos de las colonias. Por último, hace apenas unas semanas, Sodastream anunció su intención de trasladar su fábrica de Cisjordania al Negev. Si Sodastream se traslada a las tierras arrebatadas a los beduinos palestinos, el boicot continuará. Esta mudanza nos da la oportunidad de demostrar que nuestro movimiento es moralmente coherente en su oposición a todas las formas de colonización corporativa. Y significa también un extraordinario suceso tras los esfuerzos sostenidos del BDS en los últimos años.
Algunas imágenes de la ingeniosa campaña contra SodasStream y su embajadora Scarlett Johansson:
Las comunidades locales también están desafiando con éxito contratos municipales con especuladores cómplices de la ocupación. Una campaña que marcó un hito en St. Louis, Missouri, reunió a defensores de los derechos palestinos, activistas ambientales, trabajadores, grupos contra la privatización y otros en la lucha para evitar que la ciudad hiciera un contrato sobre agua con Veolia, una multinacional francesa famosa por la destrucción del medio ambiente, los abusos laborales y el mantenimiento de las colonias israelíes. La empresa finalmente anunció su retiro de la licitación, en respuesta a la presión popular. Después de perder más de 16 millones de dólares en contratos en todo el mundo como resultado de tales campañas, Veolia vendió todas sus líneas de autobús en Israel/Palestina y recientemente anunció sus planes para poner fin a su presencia en Israel.
Las campañas locales e internacionales también han apuntado a G4S, una empresa de seguridad privada con sede en el Reino Unido que gestiona las cárceles israelíes. Tras una presión mundial sostenida, y la decisión de la Fundación Bill y Melinda Gates de vender la totalidad de sus acciones en la compañía este verano, G4S anunció sus planes de retirarse de Israel. Mucho más allá de las victorias simbólicas, estos avances recientes indican que las campañas de BDS están teniendo consecuencias tangibles y económicas para Israel y sus cómplices, demostrando que la participación en la opresión israelí es insostenible y tiene un elevado costo. No puede haber más “business as usual” con el apartheid israelí.
En la costa oeste de EEUU, activistas en ciudades como Oakland (California) han bloqueado con éxito la descarga de mercancías de Israel. También hay un nuevo panorama en el mundo académico y cultural. En completo rechazo a los esfuerzos desesperados de Israel por relanzar su imagen, un número creciente de asociaciones académicas se han sumado al boicot académico, mientras cada vez más y más artistas y actores están cancelando sus presentaciones en Israel y refrendando el boicot cultural como una forma de resistencia a la ‘normalización’ con un Estado canalla.
También en el ámbito académico, hace cinco años, el Hampshire College se convirtió en la primera universidad de Estados Unidos en retirar sus inversiones de la ocupación israelí -notable, en parte, porque también fue la primera universidad en desinvertir en la Sudáfrica del apartheid. Ahora, en 2014, nos resulta imposible mantener actualizado el número de universidades de EEUU que aprueban distintas resoluciones de desinversión. Parece que cada semana hay una nueva victoria.
Protesta en Nueva York en agosto 2014 (Foto: AP/Jason DeCrow).
Conectar las luchas
Una de las razones por las que los grupos estudiantiles de EEUU han tenido tanto éxito es porque colocan constantemente su trabajo por la justicia en Palestina en el contexto más amplio de la lucha contra el racismo y el colonialismo globales. Llegué ayer directamente de mi ciudad natal, St. Louis, y de la cercana Ferguson, en Missouri, que se han convertido en focos de tensión del movimiento estadounidense para enfrentar la brutalidad policial desde que en agosto la policía asesinó a Michael Brown, un joven negro de 18 años de edad, desarmado. En EEUU sabemos lo que significa un “sistema de castas raciales” que, en palabras del profesor palestino-americano Steve Tamari, “criminaliza el movimiento y las acciones de los afroamericanos (…) y perpetúa el aislamiento y la marginación de las comunidades negras estadounidenses”. La policía está matando a la gente de color por, literalmente, caminar por la calle, como en el caso de Brown. Las tasas de encarcelamiento de hombres negros en EEUU son superiores a las de Sudáfrica durante el apartheid. Ha sido bien demostrado que el tratamiento de los palestinos por parte de Israel se ajusta a -de hecho, supera- la definición del crimen de apartheid según Naciones Unidas. Recientemente, la ex Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos Navi Pillay también comparó la violencia en Ferguson a la que ella experimentó creciendo en Sudáfrica, y dijo: “en muchas partes de los Estados Unidos el apartheid está floreciendo.”
La madre y el padre de Brown, junto a una delegación de St. Louis recientemente dieron testimonio ante la 53ª Sesión del Comité de Naciones Unidas contra la Tortura sobre el asesinato de Brown y la posterior brutalidad policial contra los manifestantes. He traído aquí copias de su informe. El Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon pidió a los representantes de la ley que protejan los derechos de la población de Ferguson y de todas partes a manifestar pacíficamente. Sin embargo, apenas la semana pasada, nuestra comunidad ha sido testigo de otra escalada de represión policial con mazas, gas pimienta, gas lacrimógeno, balas de goma, porras y arrestos en masa tras el anuncio de que el asesino de Brown, Darren Wilson, no será llevado ante la justicia.
En Ferguson la gente le está llamando a esto ‘su intifada’. El mismo gas lacrimógeno usado contra los palestinos que luchan por la libertad está siendo utilizado contra las personas que luchan por sus derechos en EEUU y en todas partes. Una fuerza policial predominantemente blanca ha levantado checkpoints, bloqueos de carreteras y distintos tipos de muros en las comunidades negras en toda el área de St. Louis y más allá. El estudiante de Derecho Dayo Olopade escribe que la situación en Ferguson es en esencia de ocupación: “Cuando los funcionarios tienen derecho a controlar tus movimientos, acciones y destino, no hay otra palabra (…) Cuando encima de eso, los ocupantes no se te parecen en nada y no son parte de tu comunidad, es mucho peor”. La gente está hacienda las conexiones entre la violencia israelí contra los palestinos y el fenómeno global del control policial militarizado en las comunidades de color.
Conectar estas luchas -en Palestina, en Ferguson y en todo el mundo- es una cuestión de principios y de estrategia. Debemos oponernos al racismo en todas sus formas, no importa dónde ocurra; porque es lo que se debe hacer, y porque trabajando juntos somos más fuertes. El BDS ofrece enormes oportunidades para conectar nuestro trabajo. Corporaciones como G4S lucran con el complejo industrial de prisiones en todo el mundo, y deben ser enfrentadas por las comunidades marginadas en múltiples continentes y contextos. Juntos, podemos hacerles frente. Para citar a los manifestantes de Ferguson y a muchos antes que ellos: “La unión nos hace fuertes, la division nos mata” (“United we stand, divided we fall”). Las comunidades negras de St. Louis y Ferguson han apoyado las campañas de BDS lideradas por los palestinos durante muchos años, incluyendo la lucha contra Veolia. Sin ellos, no lo habríamos conseguido. Sería un mensaje poderoso que el Comité de la ONU para el ejercicio de los derechos inalienables del pueblo palestino y esta conferencia, como un cuerpo, emitieran una declaración de solidaridad con los manifestantes de Ferguson y contra la discriminación racial y la brutalidad policial. Esta petición viene directamente del pueblo de San Luis y de Ferguson que, como el palestino, están luchando en este mismo momento para que sus derechos humanos fundamentals y su dignidad sean respetados.
Marcha en el puente de Brooklyn, NY, durante las protestas por Ferguson (Foto: Occupy Wall St.).
Conclusión: un llamado a la Acción
En conclusión, 2014 es el año de unir todos las luchas justas por la libertad y la igualdad, para afirmar la dignidad y los derechos de todas las personas –que es para lo que fueron creadas las Naciones Unidas. El BDS ofrece un modelo eficaz para ejercer una presión global sobre Israel, exigiendo que ponga fin a sus violaciones de los derechos palestinos y del derecho internacional. Ciertamente tenemos un largo camino por recorrer; pero ya los políticos israelíes, los altos dirigentes empresariales y los periodistas de los principales medios están diciendo que la única manera de detener al BDS y de evitar el creciente aislamiento de Israel es restablecer los derechos palestinos. En otras palabras, el BDS está funcionando.
Ya no hay más excusas. Es hora de pasar de las declaraciones y la palabrería diplomática a la acción. La ONU declaró a 2014 el Año Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. Pero usar la palabra solidaridad sin responder al reclamo proveniente de los mismos oprimidos de que pongamos fin a nuestra propia complicidad es irresponsable -y paternalista. Es hora de que cada entidad que votó por el año de solidaridad -y aquellas que no lo hicieron, también- manifieste su solidaridad con acciones como el BDS. La no cooperación con Estados canallas no debería ser vista como una opción, sino como una obligación de aplicación inmediata por parte de gobiernos locales y municipales, tal como establece el derecho internacional. Poner fin a los contratos de organismos de la ONU con G4S podría ser un primer paso.
Cada uno de nosotros y nosotras debemos responder al llamado de la manera que podamos: en los ayuntamientos y parlamentos, en los campus universitarios, en las comunidades de fe, a través de la acción jurídica, en el mundo empresarial, y más allá. Podemos elegir campañas que lleven la lucha de Palestina a nuestra casa, que nos ayuden a construir coaliciones efectivas, y que se puedan ganar. Hay un sinnúmero de tácticas para elegir, desde flash mobs a simulacros de juicios, desde referendos a hip hop, desde réplicas de muros hasta manifestaciones o conferencias como ésta. Que cada quien analice su propio contexto y dé el paso siguiente. No hay tiempo que perder. Unámonos todas y todos en este movimiento creciente y eficaz, bajo el liderazgo palestino, por la libertad, la justicia y la igualdad.
Traducción del inglés: María Landi
Fuente: María Landi, Blog Palestina en el Corazón
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