Estiman que han sido 18 millones en este 2014
Millones de musulmanes de diferentes países llegan cada año a la ciudad santa iraquí de Karbala para conmemorar el día de Arbaín, ceremonia religiosa que marca la culminación de un período de cuarenta días de luto tras el aniversario del martirio del Imam Husein (la paz sea con él), nieto del profeta Mohamad (la paz sea con él), y el tercer Imam chií.
Millones de devotos, algunos después de pasar días en el camino y andar cientos de kilómetros, participan en esta ceremonia religiosa del mundo musulmán. Ese día, para los musulmanes chiíes en todo el mundo, es un día de dolor, duelo y reflexión. Los fieles, llorando y rezando, muestran su pena por el martirio del Imam Husein (P). En el siguiente artículo queremos analizar las preguntas que surgen al respecto.
¿Por qué después de tantos años y pasados XIV siglos desde el martirio del Imam Husein (P) y sus 72 seguidores, millones de musulmanes participan cada año en esas ceremonias conmemorativas? O ¿qué importancia tienen estas jornadas para los seguidores del Islam?
Multitudinaria concentración religiosa
En el día Ashura, el 10 del mes de Muharram del año 680 d.C., en las cálidas arenas del desierto de Karbala, en Irak, el Imam Husein (P) y 72 miembros de su familia, amigos y seguidores, incluido un hijo de 6 meses, fueron martirizados bajo las más horripilantes circunstancias a manos del ejército de Yazid, el segundo califa Omeya.
Los acontecimientos del mes de Muharram son un punto culminante en la historia del Islam. A pesar de que han transcurrido 14 siglos de la tragedia del martirio del Imam Husein (P), los musulmanes chiíes de todo el mundo recuerdan cada año la epopeya que rodeó aquel injusto crimen y el mensaje que transmitió el Imam Husein (P) al dar su vida en su lucha contra la tiranía y el despotismo, y para defender los valores humanos de la verdad, la justicia y la libertad. En otras palabras, las ceremonias de Ashura simbolizan la postura eterna e inquebrantable de la verdad contra la falsedad y la lucha de la humanidad contra la opresión.
Cada año, durante Muharram y por 40 días, se realizan reuniones de duelo en Irán e Irak, así como en diferentes países de Asia, Europa y las Américas. En dichos encuentros los fieles musulmanes conmemoran la epopeya de Karbala y, aunque los rituales difieren dependiendo de cada país y región, todos lloran por una misma razón, es decir, la crueldad y los crímenes cometidos contra un ser humano que se esforzaba por establecer la justicia y promover la libertad. En estas ceremonias los sufrimientos de los mártires de Karbala son narrados, enlutados y lamentados, mientras explican los valores y las enseñanzas defendidos por el Imam Husein (P) y sus seguidores.
Si bien, Arbaín es una ceremonia especial y típica de los chiíes, los suníes, izadíes, zoroastros, e incluso los cristianos, participan en este evento, considerado como una de las mayores concentraciones religiosas del mundo desde el punto de vista de la cantidad de personas que asisten a la misma, es decir, tres veces mayor que la población que va a La Meca, algo que le da un sentido totalmente distinto, ya que personas de diferentes credos y razas lo conmemoran y, de esa forma, reconocen al Imam Husein (P) como símbolo de la libertad y el sacrificio.
Arbaín un desafío para los terroristas
Lo más importante de todo en este contexto reside en que cerca de unos 20 millones de personas, pese a todos los peligros existentes en Irak y de la ofensiva lanzada por los terroristas de Daesh, que se consideran los principales enemigos de los chiíes, acuden al país árabe para conmemorar ese día.
Teniendo en cuenta la actual situación de Irak y la masacre de ese pueblo a manos de los terroristas takfiríes, esta ceremonia es la mejor oportunidad que tienen los chiíes para mostrar la verdadera imagen del Islam, la cual difiere por completo por la enarbolada por los terroristas.
Los takfiríes, desde hace un año, empezaron sus operaciones expansionistas y, como una estela de muerte, llegaron a las cercanías de la capital iraquí, Bagdad. En su camino, no se enfrentaron al Ejército, los ciudadanos fueron los que pagaron el precio con su sangre. Cortan cabezas, asesinan niños, acribillan a balazos a familias enteras y, a su paso, dejan muerte y destrucción, y todo lo hacen bajo el nombre de Islam en el marco de un proyecto que podemos calificarlo de Islamofobia.
No obstante, Arbaín, este evento tan significativo que se realiza cada año y atrae a millones de personas a Irak, para su conmemoración, pone de relieve la realidad del Islam, es decir, la lucha contra la tiranía, defender los derechos humanos y la libertad, entre otros, algo totalmente diferente de lo demostrado por los terroristas, que se hacen llamar musulmanes y han amenazado con hacer todo lo que esté en su mano para impedir que se lleve a cabo esta ceremonia.
Con todo lo expuesto, hay que decir que el uno, cuando ve un evento de tal dimensión, que se realiza cada año y cada vez que se celebra aumenta el número de fieles que acude al mismo, debe reflexionar y preguntarse el por qué de tanta fe, así como qué entraña tal ceremonia y los actos conmemorativos que la rodean para que los fieles, pese a las amenazas de los grupos terroristas, a los que la vida humana no vale nada, emprendan tal peregrinar y se adentren en un país que hoy en día es considerado uno de los lugares más inestables del mundo.
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