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Aunque la industria de la propaganda hollywoodiense haya hecho a creer a los estúpidos, incapaces de buscar la información por sí mismos, que fueron los Estados Unidos los que ganaron la Segunda Guerra Mundial, lo cierto es que con solo hacer un míimo esfuerzo de ejercitar las circunvalaciones cerebrales (para muchos ya transformadas irremediablemente en rígidas rectas) podemos comprobar alugnas evidencias:
Como se puede comprobar en los gráficos adjuntos, los que mayor aportación de bajas militares hicieron a la victoria fueron, precisamente, dos paises revolucionarios comunistas: la URSS y China, seguidos a gran distancia por otro estado socialista, Yugoslavia (sin contar a Alemania, que fue la segunda en víctimas militares, aunque tuvo bastante pocas víctimas civiles comparativamente con las anteriores). Eso significa no solo que sus ciudadanos fueron el principal objetivo del fascismo, cuya existencia misma se fundamente en la destrucción de los éxitos y logros de la clase obrera mundial tras la estela de la Revolución Bolchevique, sino que estos, además de ser los que más bajas tuvireon, sobre todo civiles, también fueron los que en realidad ganaron la guerra.
Al igual que la propaganda de Hollywood, convertida en verdad histórica por obra y gracia de las técnicas enseñadas por Goebbles y emuladas por sus seguidores de Washington, Bonn o Bruselas, afirma que la guerra empezó con la invasión nazi de Polonia, olvidando el ataque japonés a China meses antes, también olvida convenientemente que principalmente el Ejercito Rojo soviético, como también el chino, probablemente podrían haber llegado hasta Londres o Tokyo para liberar totalmente a la humanidad de la peste fascista si no hubieran sido tan confiados y crédulos en la buena voluntad de sus "aliados", creyendo quizás que estos iban a aprender la lección del fascismo para erradicarlo definitivamente de la faz de la tierra, en lugar de, como sucedió después y sufrimos hoy cada vez de forma mas lacerante, recogieran su bandera para continuarlo, para escarnio de la clase obrera mundial, en un principio de forma maquillada, pero tras la caida de la Union Soviética hace 23 años de forma cada vez más abierta y brutal.
En todo caso, veamos los dos gráficos comparativos sobre las víctimas militares por paises en la SGM que deja más que claro a quien le debemos la derrota de las hordas criminales nazis, y lo poco que participaron los, sin embargo, tan loados por su supuesta "importante" participación en la "victoria" por los medios de propaganda capitalistas.
Por último, podemos echar un vistazo a otro gráfico que incluye todas las víctimas, militares y civiles, en este caso también las alemanas. Como se puede comprobar, en este caso, la Unión Soviética y China fueron también las que aportaron más muertos a la contienda, seguidos de paises como Polonia o, y esto tampoco se suele citar en los panfletos eurocentristas, Indonesia, India o Indochina.
En todos los casos anteriores, las bajas civiles fueron mas que las militares, como consecuencia de los métodos habituales de exterminio utilizados por las tropas del eje (Alemania, Japón, Hungria, Italia, Rumania, etc...) en sus agresiones, mientras que en los paises aliados del oeste de Europa, Estados Unidos o las potencias del eje las víctimas civiles fueron bastantes menos que las militares, como resultado o de la lejania al frente de batalla -los norteamericanos- como por la inexistencia de intenciones criminales contra la población civil en las ofensivas del Ejército Rojo soviético o del chino (aunque en este caso los panfletos propagándísticos digan lo contrario para criminalizar a los estados revolucionarios socialistas).
No solamente, pues, fue el Ejército Rojo el que acabó con el poderoso ejército alemán, ansioso por hacer las paces con sus aliados naturales, Estados Unidos, Francia e Inglaterra, tomando Berlín, sino que los ejércitos de partisanos y revolucionarios comunistas, como los de China y Yugoslavia, aportaron bastante más a la derrota del fascismo que los poderosos ejércitos capitalistas, que soñaban con hacer las paces con Alemania (a la que financiaban con grandes beneficios las multinacionales norteamericanas) y con el final de su único y verdadero enemigo: el comunismo.
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