Posted: 11 Apr 2014 06:30 AM PDT
Ha llegado un tiempo muy esperado por
todos. La Semana Santa es muy especial para quienes cultivamos nuestra
fe y además es la grandiosa oportunidad para dedicar tiempo a nuestra
familia y amigos y, por qué no, a nosotros mismos.
Casi nadie dejará pasar sus merecidas
vacaciones sin salir de paseo. Playas, montañas, ríos y lagos, entre
muchas más ofertas que nos hace nuestra variada naturaleza, sumadas a la
belleza de nuestros pueblos y sus tradiciones y a las modernas
atracciones de las grandes ciudades, serán los destinos entre los que
tendremos que escoger.
Me llama significativamente la atención el
fervor de nuestra gente por mantener vivas las tradiciones. Tradiciones
que enriquecen nuestra identidad y que además se convierten en nuestros
principales atractivos turísticos, que cada municipio debe esmerarse en
potenciar.
En el caso de mi familia, cada Viernes
Santo realizamos diversas actividades juntos. Desde muy temprano,
partimos hacia mi natal Quezaltepeque, pues a mis nietos les encanta
participar junto a jóvenes del pueblo de la elaboración de la alfombra
alusiva a la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, que ubican
precisamente frente a nuestra casa.
La mañana se nos va en preparar el
almuerzo, que normalmente es el tradicional Pescado en Torta. No pueden
faltar además las torrejas y los jocotes y mangos en miel.
Al llegar la tarde hacemos un recorrido en
familia por las principales calles admirando el arte en cada alfombra
hecha. Al regresar esperamos ansiosos a que pase la procesión del Santo
Entierro. La breve parada que se hace en la alfombra frente a nuestra
casa, en la que han participado nuestros nietos, es un momento muy
especial para toda mi familia.
Sé que todos tienen su forma peculiar de
celebrar esta semana, pero entre todas las actividades es importante que
hagamos una pausa y reflexionemos sobre el valor de esta importante
fecha. Como ya lo mencioné, esta semana es muy especial para aquellos
que profesamos nuestra fe y valoramos el sacrificio de Jesús.
Considero que el mensaje central de este
tiempo es el llamado que se nos hace a todos de dar un poco más de
nosotros, de nuestro tiempo, fuerzas o recursos, para ayudar a otros.
Eso es lo que nos constituye en más que conocidos o compatriotas, en
hermanos.
Este año no tendré la dicha de participar
de esta hermosa tradición junto a mi pueblo, pues me encuentro fuera del
país. Pero quiero expresar mis mejores deseos a todos los salvadoreños:
que este tiempo de alegría y devoción avive la llama del amor y la
unidad entre nosotros.
|
You are subscribed to email updates from El Blog de Salvador
To stop receiving these emails, you may unsubscribe now. |
Email delivery powered by Google |
Google Inc., 20 West Kinzie, Chicago IL USA 60610 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario