Posted: 24 Apr 2014 06:30 AM PDT
En los últimos días he leído detenidamente la exhortación apostólica escrita por el Santo Padre Francisco, titulada EVANGELII GADIUM,
que significa “la alegría del Evangelio”. He reflexionado profundamente
sobre el claro mensaje que el libro encierra, entre otros temas, sobre
la paz, la justicia social y la familia.
Ayer, mientras volábamos hacia Roma,
hablaba con mi esposa Margarita sobre lo mucho que significa para mí
visitar a su Santidad el Papa Francisco. Hablábamos de la dimensión
social de la evangelización y la promoción del diálogo y la paz a la que
el Santo Padre nos está exhortando.
A nuestra llegada al aeropuerto
internacional de Fiumicino, fuimos recibidos por Monseñor José Avelino
Bettencourt, jefe de la Oficina de Protocolo del Vaticano, quien nos
ofreció su amabilidad y nos hizo sentir en casa.
Este día jueves realizaremos varias
actividades, de las cuales mantendremos informado a todo el pueblo
salvadoreño. Por la mañana, junto al ministro de Relaciones Exteriores,
Jaime Miranda, nos dirigiremos hacia la embajada de El Salvador en la
Santa Sede, donde mantendremos una reunión con el embajador Manuel
López.
Por la tarde tendré el placer de reunirme
con Monseñor Vincenzo Paglia, el postulador de la causa de Monseñor
Romero. Considero que esta será una gran oportunidad para manifestarle
el deseo de todo un país por la beatificación de nuestro pastor y
mártir.
Siguiendo con las actividades de este
jueves, por la noche compartiré un momento con la comunidad salvadoreña
radicada en Roma. Estoy seguro que será una velada agradable.
Espero con ansias ese encuentro para
expresar a nuestros compatriotas que nuestro Gobierno está listo para
implementar políticas de acuerdo a las necesidades de la comunidad
salvadoreña en el exterior.
Todas estas importantes actividades
anteceden al encuentro que tendré mañana con su Santidad el Papa
Francisco. Será para mí un honor ser recibido por tan digno
representante de la Iglesia Católica.
Los salvadoreños nos sentimos muy
orgullosos de que por primera vez en la historia este importante líder
mundial proceda de un país latinoamericano. Nuestros pueblos están
demostrando su calidad humana y el deseo de justicia e igualdad.
Cualidades bien marcadas en el Santo Padre.
Con la satisfacción de tan productivos
encuentros estoy seguro que regresaremos a nuestra tierra llenos de
bendición, deseosos de compartir el noble mensaje de amor y esperanza
que el Papa Francisco inspira.
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