Yulia arrebató el récord que desde 1998 estaba en manos
de la estadounidense Tara Lininski, quien a la edad de quince años
batió el récord en 1998 en los JJOO de Nagano. Yulia podría ahora, en el
torneo individual, adjudicarse una presea más, lo que sabremos el 20 de
febrero en las competiciones individuales femeninas.
Los
periodistas de los principales medios deportivos del mundo están solo
aprendiendo a pronunciar correctamente el nombre de Yulia Lipnítskaia,
que les resulta demasiado complicado. Su actuación en esta prueba
asombró a todos. Por su actuación en el programa corto recibió el
puntaje más alto de los jueces, aventajando a la vicecampeona olímpica
de Vancouver y bicampeona mundial, Mao Asada, de Japón. Después de la
ejecución del programa libre, con la penetrante banda sonora de la Lista de Schindler, los doce mil espectadores que colmaban la sala la ovacionaron de pie.
Yulia
Lipnitskaia hizo volar literalmente a los medios mundiales de difusión.
Los periodistas deportivos no escatimaron en elogios ni epítetos en
grado superlativo. “El talento indescriptible de Yulia puede arrebatar
la corona a la reina Yu-na Kim”, escribía la edición francesa de Equipe. El periódico The Washington Post
la definió como el “fenómeno de quince años” y destacaba su
flexibilidad y giros increíbles que la deportista ejecuta con una
velocidad excepcional. Sandra Stevens, periodista de sumo prestigio y
autoridad en patinaje artístico, del Daily Telegraph de Londres, ponía de relieve la precisión de las líneas y la expresividad musical de la adolescente rusa:
—Yulia,
campeona de Europa y nadadora de dos etapas del Gran Premio y medalla
de plata de la final de la serie, es una adolescente fantástica que
trabaja mucho. Es imposible mantenerse indiferente al ver cómo patina:
es tan hermoso. Además de que domina un elemento excepcional: el de los
giros en spacatto. No sé de nadie en el mundo que pueda hacer algo
similar. Asombra también su capacidad de tratar al público. Pienso que
es un rasgo de su carácter; es muy abierta y mantiene el contacto con
los jueces y con la sala.
Yulia Lipnítskaia nació
en los Urales, en Ekaterimburgo. A los cuatro años su madre la llevó a
patinar. A los diez años se planteó el interrogante de terminar con el
patinaje o pasar a un nuevo nivel profesional. Decidieron probar y
viajaron a Moscú para presentarle a la entrenadora Eteri Tutberidze,
quien percibió rápidamente la tranquilidad y la concentración que poseía
Yulia. Naturalmente que asombró su flexibilidad y distensión, lo que
permitía a la niña ejecutar giros excepcionales que dejan a cualquiera
sin aliento. Los giros a una velocidad increíble en spacatto son el
elemento de lujo de Yulia, afirma Eteri Tutberidze:
—En
este momento, los giros son su talento. Porque otro deportista gastaría
medio entrenamiento en los giros sin lograr ni esas posiciones ni esa
velocidad. Pero en ella es innato. Tiene una gran capacidad y además la
trabaja.
Otro rasgo del carácter de Yulia es su
laboriosidad proverbial. Trabaja al margen de lo que la inquiete, del
estado de ánimo. Nadie la obliga. Ella misma desea lograr un resultado y
lo alcanza, afirma la entrenadora.
A los quince años es
campeona de oro y medalla de plata de la final del Gran Premio, y antes
fue campeona mundial infantil. La victoria en el torneo por equipos en
Sochi le dará seguridad para las actuaciones que vienen, asegura la
deportista:
—Con este
título me será más fácil participar en el torneo individual, pues ya
tengo experiencia olímpica, lo que es muy valioso, por cierto.
En
el torneo individual olímpico competirá por primera vez con la
surcoreana Kim Yu-Na, campeona olímpica de Vancouver 2010. La coreana
es, en cierto sentido, un enigma en los Juegos de Sochi. Pues, a raíz de
una lesión estuvo sin competir buena parte de la temporada, de ahí que
nadie puede aseverar en qué estado se encuentra, aunque nadie pone en
duda su maestría. El año pasado, después de un receso de tres años
regresó triunfalmente al gran deporte y se adjudicó el campeonato
mundial.
Hoy nadie se atreve a predecir si Yulia podrá
imponerse en el torneo individual y llegar a ser bicampeona olímpica. El
patinaje artístico individual femenino sigue siendo una disciplina de
las más impredecibles y mucho lo decide, aparte de la preparación
física, la disposición sicológica. Aunque en esta temporada Yulia ha
mostrado más de una vez que tiene unos nervios de acero.
sb/as/aa
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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