Honduras: Renuncia comisionado de Coalianza enjuiciado por usurpar funciones de diputados
En su contra pesan pruebas visuales contundentes de que sus actuaciones en el parlamento hondureño constituyen una infracción grave que atenta contra la forma de gobierno del Estado de Honduras. (Foto inserta, José Antonio Pineda, en el momento que actúa como diputado de manera ilegítima).
En la actualidad Pineda afronta un
juicio abierto por el Ministerio Público que, en los próximos días,
deberá afrontar y será la justicia hondureña la que determine su delito
por haber actuado más allá de las atribuciones que le confiere la
legislación hondureña.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Hace unos minutos, el pleno del Congreso Nacional, que realiza sesión este día, aceptó la renuncia del titular de la Comisión para la Promoción de la Alianza Público-Privada (Coalianza), José Antonio Pineda.
La separación de este funcionario se origina en los primeros días de enero pasado, cuando de manera abusiva, y asumiendo de manera ilegitima funciones de diputado, se sentó en una butaca en el Congreso Nacional y votó en al menos dos sillas de parlamentarias que en ese instante no se encontraban en el hemiciclo.
Pineda, que había sido invitado a la sesión del Congreso porque iban a aprobarse proyectos de inversión público-privado administrados por la institución a su cargo, y alta importancia para los intereses de los hondureños, terminó cometiendo el delito de usurpación de funciones y abuso de autoridad porque no está entre sus atribuciones las acciones parlamentarias.
En la actualidad Pineda afronta un juicio abierto por el Ministerio Público que, en los próximos días, deberá afrontar y será la justicia hondureña la que determine su delito. - En su contra pesan pruebas visuales contundentes de que sus actuaciones en el parlamento hondureño constituyen una infracción grave que atenta contra la forma de gobierno del Estado de Honduras.
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Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Hace unos minutos, el pleno del Congreso Nacional, que realiza sesión este día, aceptó la renuncia del titular de la Comisión para la Promoción de la Alianza Público-Privada (Coalianza), José Antonio Pineda.
La separación de este funcionario se origina en los primeros días de enero pasado, cuando de manera abusiva, y asumiendo de manera ilegitima funciones de diputado, se sentó en una butaca en el Congreso Nacional y votó en al menos dos sillas de parlamentarias que en ese instante no se encontraban en el hemiciclo.
Pineda, que había sido invitado a la sesión del Congreso porque iban a aprobarse proyectos de inversión público-privado administrados por la institución a su cargo, y alta importancia para los intereses de los hondureños, terminó cometiendo el delito de usurpación de funciones y abuso de autoridad porque no está entre sus atribuciones las acciones parlamentarias.
En la actualidad Pineda afronta un juicio abierto por el Ministerio Público que, en los próximos días, deberá afrontar y será la justicia hondureña la que determine su delito. - En su contra pesan pruebas visuales contundentes de que sus actuaciones en el parlamento hondureño constituyen una infracción grave que atenta contra la forma de gobierno del Estado de Honduras.
La Corte y los egresados de la ELAM
Víctor Manuel Ramos
La Corte Suprema de Justicia ha vuelto a fallar en contra de los médicos egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), Cuba, al ratificar la decisión arbitraria –y anticubana, digo yo- de la UNAH de imponerles un Servicio Social Obligatorio de dos años, a pesar de que el Reglamento dice que el mismo durará solamente un año (Reglamento que a mi modo de ver es ilegal, como se verá).
La Corte Suprema de Justicia ha vuelto a fallar en contra de los médicos egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), Cuba, al ratificar la decisión arbitraria –y anticubana, digo yo- de la UNAH de imponerles un Servicio Social Obligatorio de dos años, a pesar de que el Reglamento dice que el mismo durará solamente un año (Reglamento que a mi modo de ver es ilegal, como se verá).
El abogado defensor ha argumentado que
la Corte Suprema de Justicia se ha extralimitado en sus funciones
porque no está facultada a legislar y por tal razón no puede sancionar
como válida una resolución que se aparta de lo dispuesto en el
Reglamento del Servicio Médico Social acordado en forma tripartita
entre la Facultad de Ciencias Médicas, la Secretaría de Salud y el
Colegio Médico de Honduras.
Mientras ejercía funciones como Vice
Decano de la Facultad de Ciencias Médicas, pude verificar algunos
antecedentes que hacen que el Reglamento en mención sea nulo. Veamos:
El Servicio Médico Social fue creado por
Don Julio Lozano Díaz, quien ejercía como Jefe Supremo del Estado de
Honduras y gobernaba mediante decretos ley, pues había asumido la
titularidad de los tres poderes del Estado. Las razones que llevaron al
Jefe de Estado a la creación del Servicio Médico Social son: había
pocos médicos, pues la Facultad de Medicina (que así se llamaba
entonces, antes de la promulgación de la autonomía universitaria), los
graduaba a cuentagotas; los egresados se resistían a ir a prestar sus
servicios en los municipios más pobres y lejanos del país; y, porque
pensó que si los egresados de la Facultad de Medicina de la Universidad
Nacional de Honduras -entonces no era autónoma- recibían gratuitamente
su formación, deberían compensar, al pueblo, lo que el pueblo había
invertido en la formación de estos profesionales.
Las resoluciones del Jefe Supremo del
Estado tenían carácter de Decretos legislativos, por tanto, es evidente
que ni la Universidad, ni la Secretaría de Salud, ni el Colegio Médico
podían modificar el espíritu de su letra (tal función compete al
Congreso Nacional). Si mal no recuerdo, la decisión de Don Julio
rezaba, aproximadamente, en estos términos: Se establece el Servicio
Médico Social para que los egresados de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Honduras devuelvan al pueblo lo que el pueblo invirtió
en su formación.
Si nos atenemos a esta decisión de Don
Julio Lozano, en su calidad e Jefe Supremo del Estado de Honduras, es
evidente que los egresados de la ELAM no están metidos en el ajo,
porque ellos no se han graduado en la Facultad de Medicina de Honduras
de aquel entonces ni en la actual Facultad de Ciencias Médicas (así se
llama hoy) de la UNAH y por consiguiente no deben absolutamente nada,
por su formación como médicos, al pueblo de Honduras. En todo caso su
deuda está con el pueblo y el gobierno de Cuba que les brindó la
oportunidad de estudiar la noble carrera de medicina para que se
pudieran al servicio de los hondureños. Por tanto, no están obligados a
realizar el Servicio Médico Social. Y pareciera que el gran delito que
han cometido estos jóvenes, a quienes el Estado de Honduras no les
brindó la oportunidad de estudiar medicina, es haber estudiado en la
Isla de Cuba, bajo un régimen socialista. En una ocasión en que estuve
en la despedida de estos jóvenes pude comprobar la pobreza y la
humildad de sus padres, a tal grado que vi a algunos descalzos.
El Reglamento del Servicio Médico Social
que estaba vigente fue aprobado por el Consejo Universitario y
reformado conjuntamente por la Facultad de Ciencias Médicas, la
Secretaría de Salud y el Colegio Médico, sin tener, ninguna de estas
entidades, competencia para reformar lo acordado por el Consejo
Universitario y es en estas reformas ilegales en las que se incluyó la
obligatoriedad, para los egresados de Universidades extranjeras, del
Servicio Médico Social.
No olvidemos que no todos los egresados
de la Universidad hacen un año de Servicio Social, por tanto no deja de
ser, igualmente, discriminatorio que ésta sea una obligación casi
exclusiva para los estudiantes de medicina, en las condiciones en que
el Servicio Médico Social se realiza, asunto que contraviene la
garantía constitucional de no ser sometido a discriminación alguna.
Algunos colegas alegan que estos médicos
egresados de la ELAM no están adecuadamente preparados, pero la
preparación que exige la Facultad de Ciencias Médicas de la UNAH no se
podrá lograr con dos años de Servicio Médico Social, porque tal
actividad los pre graduados la realizan sin ninguna supervisión y sin
ninguna actividad docente promovida por la UNAH.
Si realmente estos jóvenes, como alega
algunos, no están adecuadamente preparados lo lógico es que se les
someta a un examen para valorar sus conocimientos y de esa manera
otorgarles el reconocimiento de su diploma o acordarles exigencias
académicas para equipararlos al rasero de la UNAH, porque, hay que
enfatizar que estos jóvenes vienen al país con su título de médico
otorgado por una Universidad. En Cuba, para poder acceder a un título
profesional es necesario aprobar un examen público y oral sobre la
materia de la profesión a la cual se aspira; pero además, como en todo
hay que ser justos, tal examen debe ser practicado a todos los
egresados que deseen ejercer una profesión universitaria en el país,
incluidos los egresados de la UNAH, y por ternas independientes,
porque, lo digo por experiencia, pues hasta hace poco fui docente de la
Facultad de Ciencias Médicas durante 35 años y puedo afirmar que,
durante ese lapso, fui testigo del deterioro permanente de la enseñanza
de la Facultad de Medicina y de la calidad de sus egresados. No veamos
solo la paja en el ojo ajeno sabiendo que tenemos una viga en el
nuestro. Tal examen, que en Cuba se llama Estatal, liberaría a la UNAH
de ser juez y parte y permitiría al Estado saber si realmente las
Universidades –nacionales y extranjeras- cumplen con su tarea de formar
profesionales adecuadamente calificados para enfrentar los retos
profesionales que exige la realidad nacional y si los diplomas vienen
respaldados, por parte de sus poseedores, de la formación requerida.
Las quejas de la Dra. Elsa Palov en
relación con los postgrados en el Hospital Escuela Universitario son
válidas y aplican tanto al Internado Rotatorio como al Servicio Médico
Social. Muy poco se ha hecho para remediar esos males.
No está de demás reafirmar mi demanda de
que el Servicio Médico Social, con la estructura académica
administrativa actual, ya no es necesario: no tenemos escasés de
médicos, por el contrario hay muchísimos desempleados; y, los pueblos
de Honduras ya merecen que quien les atienda sus problemas de salud sea
un profesional graduado y no un estudiante en proceso de formación que
ejerce sus funciones sin ninguna supervisión docente ni profesional.
El Colegio Médico de Honduras hace caso omiso a su función gremial al
no impulsar esta idea de la supresión del Servicio Médico Social, tal
como está concebido actualmente, para que tales plazas sean ocupadas
por médicos graduados y actualmente desempleados. El Servicio Médico
Social, en todo caso, debe realizare bajo la supervisión de un médico y
con el aporte para alimentos y hospedaje por parte de las
municipalidades.
La pedagogía de los médicos cubanos
Emir Sader
“Las médicas cubanas se parecen a empleadas
domésticas.” La afirmación, la más expresiva de una ola de expresiones
de intolerancia y discriminación racista, hecha por una periodista
brasileña de derecha, representa, sin darse cuenta, el más significativo
elogio a Cuba.
Frente a las necesidades de atención médica de su población, el gobierno brasileño, después de convocar a médicos de ese país a ocupar los puestos en las regiones del país con más necesidades y menor atención, hizo un convenio con el gobierno de Cuba para traer a Brasil a miles de médicos –ya han llegado más de seis mil– del país que incuestionablemente tiene una de las mejores medicinas sociales del mundo. Los extraordinarios –más todavía por el nivel de desarrollo económico del país– índices de salud de la población cubana –de la mortalidad infantil a la expectativa de vida al nacer, pasando por todo y cualquier criterio que se analice– lo confirman.
Ese convenio, que podría pasar simplemente por uno más entre Brasil y Cuba, generó una ola de reacciones que ha promovido un diagnóstico social de una y de otra sociedad, inédito y de una profundidad inesperada. Empezando por los mismos médicos brasileños, en su gran mayoría formados en universidades públicas brasileñas –las mejores del país—, pero que no tienen que entregar ninguna contraparte a la sociedad que los ha formado, de forma gratuita. A menudo concluyen sus cursos y abren consultorios en los barrios mejor situados de las grandes ciudades brasileñas, para atender a una clientela de gran poder adquisitivo.
Como resultado, el mapa de las enfermedades del país y el de la ubicación de los médicos suele ser brutalmente desencontrado, prácticamente lo opuesto: donde están las enfermedades no están los médicos; donde están los médicos, no están las enfermedades.
Aun así, después de negarse a ir atender a la población más pobre –la gran mayoría, en el país todavía el más desi-gual, a pesar de los inmensos avances de la última década, del continente más desigual del mundo—, han intentado impedir que el gobierno brasileño trajera médicos de afuera del país –de otros países también, además de Cuba—, para atender a su población. Han hecho manifestaciones callejeras, han intentado crear situaciones de malestar con los médicos cubanos, han intentado desarrollar campañas en contra de la reelección de Dilma Rousseff, creyendo disponer de autoridad política sobre sus pacientes.
La declaración con que empieza este artículo se inscribe en ese escenario de elitismo y falta de sensibilidad social de médicos brasileños. La frase, que pretende descalificar a médicas cubanas, porque en lugar de la imagen del médico hombre, blanco, con fisonomía de los doctores de las películas de Hollywood, son personas nacidas del pueblo cubano, se revela como un inmenso elogio de la sociedad cubana y en una dura crítica de la brasileña. Mujeres de origen popular, que en Brasil serían empleadas domésticas en Cuba es normal que puedan formarse como médicas y salir a expresar su solidaridad con otros pueblos, necesitados de profesionales que Cuba logra formar en exceso para las necesidades de su país.
Esa reversión del sentido de la frase se dio también en el plan más general de la sociedad brasileña que, confundida al inicio, muy rápidamente reaccionó de forma muy positiva y más del 80 por ciento apoya activamente la venida de los médicos cubanos a Brasil. Por las necesidades que pasaron a ser atendidas por los médicos cubanos, así como por la atención que inmediatamente empezaron a recibir sectores populares muy amplios de Brasil, hasta allí sin ninguna atención o con atención absolutamente precaria. Ciudades que nunca habían tenido la presencia de médicos, cuya población tenía que desplazarse kilómetros de distancia para tener una consulta esporádica, empiezan a conocer un derecho esencial a la atención médica directa y permanente, gracias a los médicos cubanos.
Es un programa de salud pública, pero que encierra consigo una lección, una pedagogía política de gran evidencia –que es lo que incomoda más a la derecha brasileña—. Personal formado en universidades públicas –en Cuba todas lo son– tiene que atender las necesidades fundamentales de su pueblo, que además son los que pagan los impuestos que financian las universidades públicas, a las que, sin embargo, sus hijos no acceden.
Brasil ha avanzado como nunca en su historia con los gobiernos de Lula y Dilma Rousseff en el combate a la desigualdad, a la pobreza y a la miseria, pero no encuentra todavía correspondencia en las estructuras educacionales que forman al personal médico. De ahí el apoyo de Cuba –que la presidenta de Brasil agradeció a Fidel Castro, en ocasión de la reciente reunión de la Celac en La Habana, cuando se inauguró la primera parte del puerto de Mariel, que Brasil construye en la isla, colaborando con la ruptura del bloqueo impuesto por Estados Unidos.
Los médicos cubanos son mejores que gran parte de los médicos que Brasil tiene hoy porque –además de su excelente formación profesional– son mejores ciudadanos, formados por una sociedad orientada no por la medicina mercantil, sino por las necesidades reales de la población. La venida de los médicos cubanos permite, como ningún manual de educación política, aclarar los principios de las sociedades capitalistas –volcadas hacia los valores de cambio– y las sociedades socialistas –volcadas hacia los valores de uso—. Una, atendiendo demandas del mercado, la otra, a las demandas de las personas.
http://www.pagina12.com.ar/ imprimir/diario/elmundo/4- 239585-2014-02-11.html
Frente a las necesidades de atención médica de su población, el gobierno brasileño, después de convocar a médicos de ese país a ocupar los puestos en las regiones del país con más necesidades y menor atención, hizo un convenio con el gobierno de Cuba para traer a Brasil a miles de médicos –ya han llegado más de seis mil– del país que incuestionablemente tiene una de las mejores medicinas sociales del mundo. Los extraordinarios –más todavía por el nivel de desarrollo económico del país– índices de salud de la población cubana –de la mortalidad infantil a la expectativa de vida al nacer, pasando por todo y cualquier criterio que se analice– lo confirman.
Ese convenio, que podría pasar simplemente por uno más entre Brasil y Cuba, generó una ola de reacciones que ha promovido un diagnóstico social de una y de otra sociedad, inédito y de una profundidad inesperada. Empezando por los mismos médicos brasileños, en su gran mayoría formados en universidades públicas brasileñas –las mejores del país—, pero que no tienen que entregar ninguna contraparte a la sociedad que los ha formado, de forma gratuita. A menudo concluyen sus cursos y abren consultorios en los barrios mejor situados de las grandes ciudades brasileñas, para atender a una clientela de gran poder adquisitivo.
Como resultado, el mapa de las enfermedades del país y el de la ubicación de los médicos suele ser brutalmente desencontrado, prácticamente lo opuesto: donde están las enfermedades no están los médicos; donde están los médicos, no están las enfermedades.
Aun así, después de negarse a ir atender a la población más pobre –la gran mayoría, en el país todavía el más desi-gual, a pesar de los inmensos avances de la última década, del continente más desigual del mundo—, han intentado impedir que el gobierno brasileño trajera médicos de afuera del país –de otros países también, además de Cuba—, para atender a su población. Han hecho manifestaciones callejeras, han intentado crear situaciones de malestar con los médicos cubanos, han intentado desarrollar campañas en contra de la reelección de Dilma Rousseff, creyendo disponer de autoridad política sobre sus pacientes.
La declaración con que empieza este artículo se inscribe en ese escenario de elitismo y falta de sensibilidad social de médicos brasileños. La frase, que pretende descalificar a médicas cubanas, porque en lugar de la imagen del médico hombre, blanco, con fisonomía de los doctores de las películas de Hollywood, son personas nacidas del pueblo cubano, se revela como un inmenso elogio de la sociedad cubana y en una dura crítica de la brasileña. Mujeres de origen popular, que en Brasil serían empleadas domésticas en Cuba es normal que puedan formarse como médicas y salir a expresar su solidaridad con otros pueblos, necesitados de profesionales que Cuba logra formar en exceso para las necesidades de su país.
Esa reversión del sentido de la frase se dio también en el plan más general de la sociedad brasileña que, confundida al inicio, muy rápidamente reaccionó de forma muy positiva y más del 80 por ciento apoya activamente la venida de los médicos cubanos a Brasil. Por las necesidades que pasaron a ser atendidas por los médicos cubanos, así como por la atención que inmediatamente empezaron a recibir sectores populares muy amplios de Brasil, hasta allí sin ninguna atención o con atención absolutamente precaria. Ciudades que nunca habían tenido la presencia de médicos, cuya población tenía que desplazarse kilómetros de distancia para tener una consulta esporádica, empiezan a conocer un derecho esencial a la atención médica directa y permanente, gracias a los médicos cubanos.
Es un programa de salud pública, pero que encierra consigo una lección, una pedagogía política de gran evidencia –que es lo que incomoda más a la derecha brasileña—. Personal formado en universidades públicas –en Cuba todas lo son– tiene que atender las necesidades fundamentales de su pueblo, que además son los que pagan los impuestos que financian las universidades públicas, a las que, sin embargo, sus hijos no acceden.
Brasil ha avanzado como nunca en su historia con los gobiernos de Lula y Dilma Rousseff en el combate a la desigualdad, a la pobreza y a la miseria, pero no encuentra todavía correspondencia en las estructuras educacionales que forman al personal médico. De ahí el apoyo de Cuba –que la presidenta de Brasil agradeció a Fidel Castro, en ocasión de la reciente reunión de la Celac en La Habana, cuando se inauguró la primera parte del puerto de Mariel, que Brasil construye en la isla, colaborando con la ruptura del bloqueo impuesto por Estados Unidos.
Los médicos cubanos son mejores que gran parte de los médicos que Brasil tiene hoy porque –además de su excelente formación profesional– son mejores ciudadanos, formados por una sociedad orientada no por la medicina mercantil, sino por las necesidades reales de la población. La venida de los médicos cubanos permite, como ningún manual de educación política, aclarar los principios de las sociedades capitalistas –volcadas hacia los valores de cambio– y las sociedades socialistas –volcadas hacia los valores de uso—. Una, atendiendo demandas del mercado, la otra, a las demandas de las personas.
http://www.pagina12.com.ar/
Mayoría de los estadounidenses apoya la normalización de las relaciones con Cuba
La mayoría de los estadounidenses está a favor de cambiar la política de Washington hacia Cuba tras más de medio siglo de bloqueo hacia la isla, según una encuesta publicada hoy. De acuerdo con el sondeo, elaborado por el centro de pensamiento bipartidista Atlantic Council, el 56 por ciento de los estadounidenses favorece un “cambio” en la política hacia la isla.
Más sorprendente aún es la postura de Florida, tradicional bastión extremista, pero donde la cifra de personas favorables a una “normalización de las relaciones” es mayor aún que la media nacional, con un 63 por ciento.
“Es hora de cambiar de rumbo, es hora de modernizar nuestra política hacia Cuba”, sostuvo el senador demócrata Patrick Leahy en la presentación del sondeo en Washington. La política del embargo “en vez de aislar a Cuba nos ha aislado a nosotros frente América Latina”, recordó.
En el mismo sentido se expresó el senador republicano Jeff Flake, quien destacó la importancia del dato sobre Florida de la encuesta.”A mí siempre me han dicho que el motivo de no cambiar la política es F-L-O-R-I-D-A”, dijo. Esta encuesta “elimina ese argumento”, afirmó.
La mayoría de los estadounidenses está a favor de cambiar la política de Washington hacia Cuba tras más de medio siglo de bloqueo hacia la isla, según una encuesta publicada hoy. De acuerdo con el sondeo, elaborado por el centro de pensamiento bipartidista Atlantic Council, el 56 por ciento de los estadounidenses favorece un “cambio” en la política hacia la isla.
Más sorprendente aún es la postura de Florida, tradicional bastión extremista, pero donde la cifra de personas favorables a una “normalización de las relaciones” es mayor aún que la media nacional, con un 63 por ciento.
“Es hora de cambiar de rumbo, es hora de modernizar nuestra política hacia Cuba”, sostuvo el senador demócrata Patrick Leahy en la presentación del sondeo en Washington. La política del embargo “en vez de aislar a Cuba nos ha aislado a nosotros frente América Latina”, recordó.
En el mismo sentido se expresó el senador republicano Jeff Flake, quien destacó la importancia del dato sobre Florida de la encuesta.”A mí siempre me han dicho que el motivo de no cambiar la política es F-L-O-R-I-D-A”, dijo. Esta encuesta “elimina ese argumento”, afirmó.
TC1507 se presenta como un maíz altamente reproductivo y resistente a los insectos.
UE aprueba el cultivo de un nuevo maíz transgénico
Los ministros de Asuntos Europeos de los 28 estados miembros de la UE
aprobaron el martes el cultivo de TC1507, una nueva especie del maíz
genéticamente modificado, pese a que 19 países rechazan esta propuesta.
“No hubo mayoría cualificada”, anunció Evangelos Venizelos,
vicepresidente del Gobierno griego y ministro de Exteriores, en nombre
de la presidencia griega de la UE, durante el debate público entre los
ministros en Bruselas. El conjunto de los 19 países contrarios a la autorización sumaban 210 votos, lejos de los 260 votos necesarios.
La abstención de cuatro estados (Alemania, Bélgica, Portugal y la
República Checa) y el voto favorable de otros cinco países (España, Gran
Bretaña, Suecia, Finlandia y Estonia) impidieron el rechazo al cultivo.
Conforme a los procedimientos regulados, ahora le llega el turno a la
Comisión Europea. Según las normas comunitarias en materia de
transgénicos, caso de no darse una mayoría cualificada a favor o en
contra de una medida, ésta regresa a manos de la CE que, supuestamente,
debe aprobarla automaticamente. Un portavoz del gigante biotecnológico
de EE.UU. DuPont Pioneer, la empresa diseñadora de TC1507, comentó a la agencia de noticias de AFP que estaba a la espera de que la Comisión siguiera adelante “más temprano que tarde para dar su aprobación final” al producto. “El ‘lobby’ que hay en el tema de los transgénicos es muy potente”, destacó ante RT María Carrascosa, activista ecologista de la plataforma Andalucía Libre de Transgénicos.
TC1507 se presenta como un maíz altamente reproductivo y resistente a
los insectos lepidópteros y malas hierbas. Cabe destacar que actualmente
Europa lo
importa para su consumo, ya que su uso para alimentos y piensos en el
territorio de la UE sí está permitido. Si se aprobara también su
cultivo, sería el segundo maíz modificado que se siembre en Europa, tras
el MON810 de Monsanto. En 2012, según datos de la UE, el país en el que más cultivó comercialmente el MON 810, fue España, con 116.306 hectáreas. Según los datos preliminares, en 2013 esta cifra ya alcanzó las 137.000 hectáreas.
“A pocas semanas de las elecciones europeas dar esa autorización es
extremadamente peligroso para la imagen de la UE y sus instituciones”,
advirtió el ministro francés de Asuntos Europeos Thierry Repentin. “Se
trata de la peor decisión en el peor momento”, comentó su homóloga
húngara, Enikő Győri. En una rueda de prensa posterior a la votación,
Győri calificó lo sucedido de “drama absurdo” y aseguró que en su país
no habrá ningún OMG, tal y como lo tiene previsto la legislación
nacional, según recoge el portal húngaro de noticias politics.hu.
Por su parte, el comisario de Salud y Consumo de la UE, Tonio Borg,
confirmó que si el TC1507 es autorizado, los estados miembros pueden
bloquear el cultivo en su territorio.
(Con información de Russia Today)
www.losnecios.com
http://lasnecias.blogspot.com/
http://losnecius.blogspot.com/
www.resistenciahonduras.net
http://lasnecias.blogspot.com/
http://losnecius.blogspot.com/
www.resistenciahonduras.net
Este es un grupo de correos de amigos de la Organizacion Politica Los Necios. Creemos en el debate, en el ejercicio de opinar y difundir pensamiento revolucionario, sentimiento humano. Tambien para hacer acopio de ideas, observaciones, criticas y pensamientos que contribuyan con la construccion de una nueva sociedad hondureña y centro americana, que a la vez nuestra luz crezca y se comparta con el mundo.
¡Venceremos!
¡Necedad!
OPLN
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