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Aunque los medios de propaganda les llamen "aliados", los soldados norteamericanos no hacen más que realizar su labor de vigilancia de los intereses de las multinacionales de su país, como hacen en el resto de paises donde mantienen sus bases, y en realidad velan porque los recursos y la riqueza delos rumanos sigan siendo en gran parte para ellos.
Que los soldados soviéticos, después de la liberación del país de las garras fascistas en agosto de 1944, se quedaran unos años establecidos en Rumania, es definido por los culturetas actuales y los medios de propaganda (eso que llaman cínicamente "prensa libre") como ocupación rusa, mientras la presencia de la armada yankee en la base Mihial Kogalniceanu del Mar Negro, no después de una guerra, sino simplemente para asegurar que el sometimento al imperio del vasallo rumano siga pareciendo una acción voluntaria, es vendida como la colaboración del amigo yankee.
Eso si, que los sovieticos se marcharan voluntariamente pocos años despues del final de la guerra, en 1958, cuando Rumania habia recuperado su soberanía nacional, mientras los marines americanos hayan llegado para quedarse mucho tiempo (recientemente se han iniciado los preparativos para la instalacion de una base en el marco del escudo antimisiles ideado por Washington contra Rusia en Deveselu, al sur del pais), no es valorado ni mucho menos por esos mismos medios de propaganda, en manos de las grandes fortunas locales que se forjaron precisamente a costa del saqueo de la riqueza producida por los trabajadores rumanos durante años de Socialismo.
Al fin y al cabo, el paseo militar de los norteamericanos bajo el símbolo de la grandeza rumana, el Arco del Triunfo, no es más que un ilustrativo símbolo de lo poco de grandeza que les queda a los rumanos despues de dos décadas de invasión norteamericana y casi una de sometimiento a la Unión Europea, y muestra de quien manda realmente en el pais, y no se trata por cierto del ejercio norteamericano: como en el resto de paises sometidos a la dictadura del capital, y en muchos de los casos con presencia militar norteamericana (lo mismo que sucede en la mismisima Alemania, en Italia o en España, entre otros muchos vasallos del imperio), las grandes corporaciones criminales, muchas de ellas, la mayoría, norteamericanas.
Por cierto que el desfile militar ha supuesto para el bolsillo de los rumanos más de 1 millón de euros; gasto exorbitante dada la situación sufrida por la mayoria de los rumanos, con una media salarial de apenas 300 euros y no digamos ya de las pensiones, con constantes recortes del gasto público en escuelas, hospitales o cultura y con una destrucción de puestos de trabajo en los últimos 20 años de los 8,3 millones existentes en 1989 a los apenas 4 millones actuales.
Es lo que tiene el nacionalismo: engañar a los trabajadores haciéndoles creer que la patria es un barco común en el que los grandes delincuentes de la burguesia comparten intereses con las víctimas de su saqueo merece gastar una pasta inmensa en fastos y defiles (sobre todo si pagan los que trabajan).
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