La
polémica que rodea al alcalde de la ciudad canadiense de Toronto, Rob
Ford, por un vídeo en el que aparece fumando crack, le ha llevado a
nuevas reducciones de poderes.
El consejo municipal de Toronto votó el lunes para despojar a Ford de las últimas de sus facultades significativas en un acalorado debate, en el que los miembros ediles gritaron "¡Vergüenza! ¡Vergüenza!" además de mantener un choque con el alcalde.
Con este fallo, Ford no tiene ningún poder legislativo y ya no preside la comisión ejecutiva, aunque retiene su puesto y su capacidad para representar a Toronto en actos oficiales.
A pesar de que el consejo municipal no tiene facultades para expulsarlo, de esta manera, ha buscado imponerle la sanción más severa a su alcance después de que se revelara que fumó crack y que se ha presentado ebrio en actos públicos.
El propio funcionario consideró esta decisión como un "golpe de estado" y prometió dar "guerra sin cuartel" en la próxima elección local.
A pesar de que este escándalo ha desatado una ola de críticas en este país, Ford sigue contando con el apoyo del primer ministro, Stephen Harper, quien ha afirmado que seguirá trabajando con él. Son del mismo partido.
Ford, desde que ganó las elecciones municipales hace tres años, ha sido objeto de las críticas de los concejales por protagonizar polémicas titulares pero la presión se intensificó después de que un vídeo mostrara al alcalde, de 44 años de edad, maldiciendo y amenazando con asesinar a una persona desconocida.
En los últimos días, Ford ha admitido el uso de cocaína, la compra de drogas ilegales, así como la conducción bajo los efectos del alcohol; además de usar un lenguaje obsceno en la televisión.
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