Por Gloria Marisela Morán
Otra
protesta generada por la decisión tomada el pasado 30 de septiembre por
Monseñor José Luis Alas Escobar se llevó a cabo este 6 de octubre
frente a Catedral Metropolitana. Cientos de personas se aglomeraron para
hacerle saber al religioso que no están de acuerdo con el cierre de
Tutela Legal del
Arzobispado; además para pedirle que resguarde los documentos que se
han archivado en esa oficina por más de 30 años.
Mujeres
y hombres de todas las edades llegaron a partir de las 8 de la mañana,
con carteles, letanías pintadas en sus cuerpos. Alzando la voz y
cantando canciones que fueron entonadas antes y durante la época del
conflicto armado en las luchas populares. Por ejemplo cantaron "El Dios
de los pobres", canción que evoca a una iglesia del lado de los más
vulnerables, y dice: "Vos sos el Dios de los pobres, el Dios humano y sencillo, el Dios que suda en la calle, el Dios de rostro curtido, por eso es que te hablo yo, así como habla mi
pueblo. Porque sos el Dios obrero, el cristo trabajador".
Todos,
sin importar si se conocían o no, se tomaron de las manos y empezaron a
rodear la infraestructura de la iglesia, simulando, según ellos, un
“abrazo a Catedral”. César Pérez, uno de los manifestantes, dijo que
con el cierre de Tutela Legas han violentando sus derechos y dejan en
tela de juicio que la iglesia católica esté de lado de los pobres y de
los más vulnerables.
Nombres
y fotos de hombres y mujeres que fueron asesinados y desaparecidos
durante la guerra figuraban en los carteles pegados en las rejas de
Catedral. Así como los rostros de a quienes los manifestantes llaman
“los asesinos del pueblo” se veían.
“Es
curioso ver como ahora muchos han venido acá (a Catedral) para
protestar contra un máximo representante de la iglesia católica, yo vi a
mucha gente aquí durante la guerra protestando contra las injusticia
del gobierno, venía aquí porque sentía el apoyo de los
representantes de la iglesia en ese momento, pero hoy (vienen) porque
no lo sienten”, expresó Pérez.
Cerca
de 14 organizaciones, entre ellas FESPAD, ORMUSA, la Oveja Negra,
Madelaine Lagadec, fueron las que convocaron a la manifestación pacífica
y en conjunto pidieron a la Asamblea Legislativa que declare los
archivos de Tutela Legal patrimonio histórico-cultural de El Salvador.
Asimismo,
en voz de Sofía Bonilla de Oveja Negra, solicitaron las garantías
necesarias para que se realice un proceso transparente en el manejo y
protección de los archivos y para esto sugieren la creación de una
comisión de observadores con actores de reconocida trayectoria en la
aplicación de justicia.
Para
las organizaciones el resguardo de los archivos no solo es de
importancia para las víctimas del conflicto armado que confiaron en
Tutela Legal, sino también para que las futuras generaciones conozcan la
verdad sobre lo que pasó y así evitar que la historia se repita y cobre
miles de vidas inocentes.
El arzobispo Escobar Alas dijo el viernes pasado que el cierre de
Tutela Legal fue consecuencia de “irregularidades” que supuestamente
cometía el personal jurídico contable y administrativo. Escobar Alas
evitó detallar a qué se refería con “irregularidades” alegando que usará
las pruebas en un proceso judicial.
Escobar
Alas aseguró también que la investigación, que concluyó en el cierre de
la instancia, habría durado “mucho tiempo” y se desnaturalizó por “el
mal manejo”; además se ha quejado que Tutela se limitaba a atender a las
víctimas del Conflicto Armado, “descuidando las necesidades actuales y a
nosotros nos interesan las víctimas cualquier que sea el contexto de su
vulneración”. Anunció, también la creación de una nueva institución la
cual tendrá su germen en la ya fundada “comisión ad hoc” que cuida los
archivos de la Guerra y ha abierto el Centro de Documentación Monseñor
Arturo Rivera y Damas. Nunca aclaró
si ésta última es de acceso al público o solo a privados.
Ex empleados se defienden
Por
su parte, Ovidio
Mauricio González, ex director de Tutela Legal, dijo no estar de
acuerdo con esas razones y aseguró haber sido transparentes en cada uno
de las áreas que cubría el centro.
Por
medio de un comunicado los ex empleados dijeron que no pueden existir
irregularidades porque los proyectos siempre eran avalados y
reconocidos por “el señor Arzobispo, quien mantenía comunicación con los
cooperantes acerca de la adecuada ejecución de los proyectos y sobre el
desempeño de Tutela Legal” y que hasta el cierre inesperado de las
oficinas no habían expresado desacuerdos para que se
continuara con las labores de la oficina.
El
ex director manifestó que ellos no piden reinstalo en las oficinas sino
que piden protección para los archivos y que den a las víctimas del
conflicto armando la esperanza de obtener justicia, pese a los años que
han pasado.
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