Quiero una patria llena de amor, de
fraternidad y solidaridad humana. Mi patria café y cacao, cedro y bálsamo,
maquilishuat y amate, mi patria sonrisa y abrazo, beso y verso, poesía y canto,
una patria alegría y eterna sinfonía, una patria escuela, libro y lápiz, tinta
indeleble de mis viejos padres, una patria sencilla, alegre y bella, llena de
agua, de rocío y de estrellas, una patria donde cante la paz y diga no a la
violencia, donde los niños corran y eleven barriletes, de amor y respeto a los
mayores, una patria donde todos y todas nos sintamos felices y orgullosos de la
misma, donde cuidemos y demos amor a nuestros ancianos, una patria que no
excluya a un solo hijo, una patria de ensueño, pero posible. Por ello lucho y
luchar es mi vida para que exista paz, justicia y alegría.
No quiero esa patria de sangre y
luto, de hambre y desempleo, de escuelas cerradas o abiertas sin maestros, de
pocos ricos y millones muriendo de inanición, de infantes mendigando y
durmiendo en las oscuras y hediondas calles en medio de los horribles basureros.
Quiero una patria donde los niños
jueguen y aprendan jugando, donde la mujer para luces de esperanzas, donde la
mujer sea valorada por lo que es y no sea usada como objeto y sujeto mercantil,
una patria donde los obreros reciban de acuerdo a su trabajo, en la cual las y
los campesinos sean reconocidos por su ardua labor cotidiana, donde la juventud
cante y aprenda y trabaje cantando de alegría.
Una patria donde el oportunismo, la traición
y la falta de solidaridad humana nos sean los parámetros de vida, sino el reconocimiento
al esfuerzo, el amor y la solidaridad nos convierta en un pueblo diferente.
Una patria de amor y sin
embargo; aunque ello falte, así la amo con toda mi alma.
Seguiré forjando mi esperanza, trabajando a diario por ello, muchos me
rechazan, no me importa, no soy ni nunca seré un mendruguero y si no tengo casa
aun mejor, dormiré bajo las estrellas y luceros. Principio
del formulario.
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