Foto: politicadigital.com.ar
El
golpe militar originó un éxodo de chilenos al exterior, muchos de ellos
encontraron su segunda patria en la entonces Unión Soviética, incluidos
los periodistas que entre 1974 y 1988 formaron parte de la plantilla de
Radio Moscú (el nombre antigua de nuestra emisora), haciendo el programa Escucha Chile, una voz de la verdad sobre lo que ocurría en el país andino en tiempos de la dictadura.
Con toda la razón, siempre y cuando hablamos del régimen de Pinochet, que duró dieciséis años, nos acordamos del programa Escucha Chile y de quienes lo hacían a diario.
Uno
de los chilenos que entre 1974 y 1980 formaba parte de la plantilla de
ese programa es Eduardo Labarca, periodista, escritor y traductor
profesional, quien en entrevista telefónica con La Voz de Rusia compartió sus recuerdos sobre Escucha Chile, el programa resistente al régimen militar:
–El programa Escucha Chile de Radio Moscú es parte de la historia de Chile.
El
programa Escucha Chile tuvo una enorme repercusión: era, sobre todo en
el primer período de la dictadura de Pinochet, una de las formas
principales de información que tenía la población, la más importante,
porque se cerraron todos los medios de comunicación o quedaron en manos
de los militares.
Y
esta radio, donde estábamos nosotros, desde tan lejos estaba sin
embargo muy cerca, le gente la escuchaba. La calidad de la transmisión
era muy potente y se oía.
Y
Radio Moscú daba las informaciones sobre los actos represivos de la
dictadura que nos llegaban por muchas vías. Nosotros recibíamos allí en
Moscú informaciones que llegaban, algunas, prácticamente directamente de
Chile por diversas maneras. Algunas por vías diplomáticas, otras por
teléfono: personas que llamaban a parientes en cualquier país y ellos
nos llamaban a nosotros, y la Radio Moscú el, prgrama Escucha Chile,
salvó muchas vidas. Porque cuando una persona detenida fue sacada de su
casa por la noche y llegaba a algún lugar desconocido, la familia, los
vecinos, los amigos, los compañeros trataban de hacernos llegar la
noticia por cualquier vía, pero lo más rápidamente posible.
Entonces,
nosotros a veces de día y de noche, recibíamos llamadas, recibíamos a
veces por los teletipos que existían entonces, por muchas vías
recibíamos las noticias. Si a alguien le secuestraban a un hermanmo, o
un amigo, lo que hacía era que trataba de comunicarse con algún chileno
-que estuviera ya sea en Agrentina, o en Francia, o en España, o en
Estados Unidos, o en Canadá- por teléfono y darle la noticia. Y esa
persona nos nos llamaba.
Nosotros
teníamos los teléfonos “abiertos”: teníamos varios números que los
exiliados chilenos conocían –números de teléfonos de Radio Moscú, del
programa Escucha Chile. Entonces, nos llamaban y nosotros dábamos la
noticia inmediatamente, a veces con diferencia, qué sé yo, de mediahora,
una hora. Habían detenido a alguién, y nosotros, si estábamos en
nuestro horario de transmisión, dábamos la noticia. Y eso tenía
repercusión en Chile instantánea.
Tal
es así que el programa Escucha Chile era grabado, era estudiado por la
gente de la dictadura. Y en los propios campos de concentración y
centros de tortura era frecuente que los propios militares o
torturadores pusieran el programa Escucha Chile. Era una cosa
desafiante. Ellos a veces, cuando estaban interrogando a alguién, ponían
el programa y se burlaban, pero en el fondo tenían mucho temor.
Nosotros
hacíamos la “lista negra” de los torturadores y criminales, y cada
nombre de un militar que llegaba a nuestro conocimiento lo repetíamos en
cada programa dando la lista de nombres y ellos tenían mucho temor de
salir en esa lista. Esa lista protegió a mucha gente y salvó de algunos
represores que al estar allí tuvieron temor.
Y,
como digo, las denuncias de las detenciones, al hacerse públicas, no
podía la dictadura ocultar el hecho, además eso repercutía en la
Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, en las
organizaciones no gubernamentales, que recogían la información, y era un
gran altoparlante difusor. Porque además, Radio Moscú en su programa no
solo se ecuchaba en Chile, lo escuchaba todo el exilio, entonces, lo
que allí se decía eran las noticias saliendo diariamente. Nosotros
dábamos noticias y recibíamos muchísimas noticias de muchísimas
fuentes.
Incluso
en un momento recibíamos los diarios, los periódicos de Chile
prácticamente al día sigueinte. Esos llegaban por línea aérea SAS
escandinava que tenía vuelos a Santiago: llegaban a Helsinki, y de allí
en un vuelo de Aeroflot venían a Moscú y tenían preferencia. Llegaban al
aeropuerto y –rrrum- los mandaban en paquete a la radio y nosotros al
día siguiente estábamos leyendo la prensa chilena, nos relataban de
mucha actualidad, de todo lo que estaba pasando, podíamos decir de hasta
las películas que se estaban dando en el cine, los partidos de fútbol,
comentábamos, y eso nos daba una aspecto de radio interna. Que lo era,
era una radio interna aunque estaba en Moscú. Muy informada, muy
dinámica, mucho más abierta y muchísimo más informada que las radios que
estaban transmitiendo en Chile.
Hasta aquí el relato del escritor y periodista chileno Eduardo Labarca sobre lo que era Escucha Chile, un programa de Radio Moscú, que salía al aire durante la dictadura de Pinochet.
En
la segunda parte de sus memorias Eduardo Labarca les contará qué supuso
para él, en su formación personal, el período entre 1974 y 1980, cuando
vivió y trabajó en Moscú.
vs/kg
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
Leer más: http://spanish.ruvr.ru/2013_09_09/programa-Escucha-Chile-Radio-Moscu-historia-Chile/
Leer más: http://spanish.ruvr.ru/2013_09_09/programa-Escucha-Chile-Radio-Moscu-historia-Chile/
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