© Collage: La Voz de Rusia
El excolaborador de la CIA de EEUU decidió
familiarizarse con las obras del famoso historiador después de haber
leído un pequeño volumen de sus trabajos. También le gustó la novela Crimen y Castigo de
Dostoievski. Según Kucherena, el norteamericano estudia activamente la
lengua rusa, así como la historia y la cultura del país porque quiere
permanecer en Rusia. ¿Qué podrá ser lo más útil para que el extranjero
Snowden pueda convertirse en un “ruso”?
Para llegar a
ser uno de los nuestros de verdad, Edward Snowden debe comenzar a llenar
algunas lagunas de la infancia. Es decir, ver dibujos animados
soviéticos. El norteamericano sabrá que en vez de Donald Duck y Mickey
Mouse, también existe el gato Sharik y el perro Matroskin que viven en
la aldea de Prostokváshino, al paso que el Lobo y la Liebre de la serie Nu, pogodí no
son peores que Tom y Jerry, y que nuestro Winnie Pooh es más ridículo y
más bondadoso que el norteamericano. Después Snowden debe pasar el
programa de secundaria rusa. Además de Crimen y Castigo de
Dostoievski, que ya leyó, el exagente de la CIA debe aprender de memoria
varios versos de Pushkin y Lérmontov. Los conoce cada ruso. Luego pasar
a Gogol, Turguénev y Tolstói. No podrá prescindir del baño ruso. ¿Qué
ruso no ha estado en el baño al menos una sola vez? El negociante de
Londres John Kopiski que durante más de veinte años vive en Rusia,
visita la casa de baños semanalmente.
–El baño es una tradición muy buena.
Luego
llega el turno a la historia. Si no alcanza a leer todas las obras de
Karamzín, que tanto quiere tener entre sus manos, el norteamericano
podrá hojear manuales de historia para la escuela secundaria.
Seguidamente, ver el cine ruso, algo imprescindible. Debe comenzar con
películas soviéticas. Las bodas de Malinovka, Las muchachas y, por supuesto, ver comedias soviéticas que han visto varias generaciones de rusos: La operación Y y otras aventuras de Shurik, El brazo de diamantes.
Gracias a estas comedias, el norteamericano podrá comprender el humor
ruso, sin ellas, será muy difícil a aprender a bromear tal y como lo
hacemos los rusos. Además, Snowden necesitará los libros de Davlátov, de
Ilf y Petrov. Para poder ser el centro de cualquier tertulia deberá
citar frases de libros, aprender un par de chistes. Pero en esto le
ayudarán más los contactos personales con los rusos, considera el
experto del Instituto de Culturología de la Academia de Ciencias de
Rusia Leonid Kitáev-Smik.
–El humor es la cultura
de la comunicación, si contacta con la gente, con el tiempo comprenderá
este humor, en especial si se comunica con personas llenas de humor.
Después
de esto, el exagente de la CIA deberá olvidarse de las hamburguesas o,
como mínimo, dejar de encargar a Anatoli Kucherena pizza y a pasar a
probar la cocina rusa. No es obligatorio comer borshch, lo único que
conocen los norteamericanos. Además de sopas calientes y frías, hay
ensaladas, tartas, platos calientes y fiambres. Es cierto que Snowden lo
sabrá más tarde. Además de la historia, el exagente de la CIA deberá
tomar conocimiento de la cultura rusa: ópera, ballet, lienzos de famosos
pintores.
Estos consejos ayudarán a Edward Snowden a sentirse ruso en cierto grado. Pero cuándo le sean de utilidad es un enigma.
vs/kg/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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