Nunca lo pude hacer en vida, pero había jurado que de alguna forma lo conocería A noche andaba solo en una pequeña finca donde acostumbro a meditar allá en mi casa de Tejutepeque .y bueno andaba pensando cuando el Dr. Fredy Eizaga (otro hermano del alma venezolano) me visitaba en mi casa del pueblo con frecuencia, dado a la hermandad y trabajo Bolivariano-Morazánico que hacíamos , me había pedido que hiciera una glorieta y pusiera un par de hamacas en ella y bueno la construí, pero Fredy ya se había marchado de este mundo, regresó a morir al suelo bolivariano.
Anoche recordaba cuando Fredy me decía que no comiera mucha carne y me pedía que le cortara fruta fresca en los frescos atardeceres de la finca, y bueno era tal que siendo diplomático se sentaba en la finca con no menos de treinta personas que siempre llegaban a platicar con él. Coño, siempre decía, aquí sólo comunistas viven.
Fueron largas veladas de hablar sobre el Proceso Bolivariano, sobre Bolívar, Sucre, Martí, Miranda, Farabundo, Sandino, Che, Fidel, Douglas Bravo y era una enciclopedia y una ametralladora platicona. Cuando murió sentí un vacio, ya que recientemente habían muerto dos de mis hermanos a quienes Fredy veía como hermanos también.
Anoche estaba tirado en la hamaca y siempre llega un clarinero a hacerme compañía y platico con él y le llamo Fredy y bueno; me canta y revolotea sobre mi cabeza. Siempre he creído que es el espíritu de Fredy. Anoche, sin embargo; no era Fredy, ya que oí cuando me dijo en su canto:" no soy Fredy". En lugar de preguntarle quien era, le dije de primas a primeras: "Comandante, estamos de posta permanente cuidando la revolución" . VI entre la foresta tupida y oscura una luz ámbar, después roja y escuché su voz:"Lee la Carta".
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