En términos generales, los diputados de la Asamblea Legislativa afirman que no todos son iguales. Algunos descargan la responsabilidad de su poca credibilidad ante la población en las actuaciones de otros funcionarios e incluso colegas; mientras que otros prefieren salvarse a sí mismos y piden el beneficio de la duda.
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 31 DE ENERO DE 2013 10:47 | POR OTTO MORÁN
“No todos somos iguales, no es bueno generalizar”, fue la frase constante entre los diputados consultados por Diario LA PÁGINA luego de conocer el resultado de la más reciente encuesta de CID-Gallup, donde un 75% de los salvadoreños consultados opinan que los legisladores no contribuyen a fortalecer la democracia en el país.
Los diputados de la Asamblea Legislativa no consideran que sea “equilibrada” la opinión de los consultados pues, a su juicio, no debe generalizarse la desconfianza a partir de actuaciones de otros funcionarios e incluso algunos de sus colegas.
Para el diputado de ARENA, Roberto D’aubuisson “para poder manejar la cosa pública se necesita el concurso de todos y los políticos que trabajamos con dedicación y con principios le aportamos a la gobernabilidad del país y al fortalecimiento de la democracia; el problema es cuando vemos políticos que manejan la cosa pública como si fuera su hacienda y sin principios, valores, responsabilidad ni rendición de cuentas, de forma oscura como es el caso más patético que tenemos ahora mismo con el presidente Funes”, comentó.
“El presidente después de que han pasado casi dos meses de la sentencia que le ordena que ya nombre a los miembros del Instituto de Acceso a la Información Pública, teniendo los nombres, la ley y todo en sus manos, no los nombra y ha dicho que nada lo obliga a hacerlo” expuso D’aubuisson.
Para el tricolor, este “tipo de cosas” son las que hacen ver mal a los políticos y “lamentablemente la gente generaliza”, pues asegura que al menos él trabaja de forma honesta, correcta.
“Es lamentable que pensando en el interés de la población nos vemos arrastrados por las actuaciones de aquellos que actúan de forma corrupta” indicó.
¿Injusto el descrédito?
Por su parte, Reynaldo Cardoza, diputado de CN, también consideró injusto que se desconfíe casi de manera generalizada de la labor de los diputados.
Según Cardoza, el aporte a la democracia se está haciendo desde el instante en que se permite a la población elegir a sus representantes, además de las reformas que poco a poco se van realizando para validar la opinión de los electores y plasmarla con las decisiones en el órgano legislativo.
“Si antes no se ha venido creyendo en los políticos ahora hay una alternativa y es la posibilidad de votar en lista abierta y ver la cara de los diputados que se quiere que trabajen en su representación, creo que por eso hay democracia en el país porque se eligen a los políticos por votaciones y no veo porqué la gente no tenga confianza, pues al menos en el departamento de Chalatenango, mi departamento, la gente tiene confianza en su diputado” aseguró.
Juan Carlos Mendoza, diputado de GANA también expuso su argumento en defensa de su labor en el departamento que representa.
El diputado naranja por el departamento de Santa Ana considera que la desconfianza de las personas puede radicar en una “mala forma de hacer política en el pasado”.
“Creo que por muchos años la política en el país se ha venido haciendo a su antojo y en ese sentido es que creo que la población tiene esa percepción aunque en estos últimos tiempos con los medios tecnológicos, redes sociales y demás, la población presiona más y se entera de las cosas que suceden en el ámbito político y su opinión genera presión a la clase política que a su vez se ve obligada a tomar decisiones más apegadas a la democracia” consideró.
“Desgraciadamente vemos que la gente tiene una mala percepción del trabajo de los políticos pero lo hace de manera generalizada y eso quizá lo resentimos mucho los diputados que sí trabajamos y nos esforzamos por el país” mantuvo Mendoza.
Otra perspectiva…
Pero el trabajo de los diputados en la Asamblea no sólo se limita al que se hace a título personal, consideró la diputada del FMLN Nery Díaz, quien destacó la importancia de homologar las promesas de campaña con las acciones político-partidarias tanto en el seno del órgano legislativo como fuera de él.
“Nosotros respetamos la opinión de quienes han aportado esas ideas; sin embargo, nosotros estamos haciendo lo que la constitución nos manda, tenemos un compromiso con los salvadoreños y salvadoreñas como FMLN y esa es la función que estamos haciendo, nuestra función de legislar” apuntó.
“El FMLN se ha caracterizado en esta participación política por acompañar y hacer coherente lo que propone con lo que hace. La historia siempre nos va a recordar justamente por eso, porque procuramos transitar en la ruta que nos trazamos en función de legislar para las mayorías. Nuestros gobiernos municipales procuran hacer su mayor esfuerzo para responder a tantas necesidades insatisfechas y cuando se nos da la oportunidad de estar en estos espacios procuramos hacer lo mejor a partir de la función que nos corresponde” concluyó la efemelenista.
Los legisladores parecen estar conscientes de que la credibilidad de su labor está desgastada, en lo que sí no se ponen de acuerdo es en definir el origen o aceptar responsabilidades.
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