La conciencia sobre el poder del consumo responsable aumenta y se va extendiendo la idea de que “el dinero también puede ser una fuerza positiva”, en palabras de Joan Antoni Melé, subdirector general de Triodos Bank. Se va haciendo evidente una contradicción como que aunque existen “valores compartidos por una aplastante mayoría de la sociedad, no se mira si están en la economía” según la visión en este caso de Christian Felber, promotor de la denominada Economía del Bien Común.
En esta línea,aparecen proyectos para facilitar en la práctica un consumo que no esté desconectado de sus consecuencias económicas, sociales y medioambientales. A veces desde iniciativas que permiten conocer, incluso a nivel personal, el origen de los productos que adquirimos, como recogíamos en un artículo anterior sobre grupos de consumo ecológico. O aprovechando las posibilidades de internet para acceder a informaciones que permitan un consumo en positivo.
Con más de 100.000 productos ya evaluados y la distribución deaplicaciones para móvil que permiten escanear el código de barras de un producto para obtener la calificación de Goodguide, la organización aspira a convertirse en “la fuente mundial de referencia para obtener información sobre los impactos sociales, ambientales y de salud de productos y empresas”.
En definitiva, todas estas iniciativas constatan, como mínimo, el desarrollo de una conciencia social sobre la necesidad de un consumo y una actividad empresarial más responsables. ¿Conoce otros proyectos similares? Compártalos con nosotros.
Aplicación para analizar la sostenibilidad de los productos
DE CONSUMIDOR A CONSUMIDOR
“Tú eres la demanda, cambia la oferta” es el lema de una de estas últimas iniciativas, Producto Social Bruto (PSB). El índice PSB se presenta como una herramienta para “formarse una idea rápida y simple (aunque inevitablemente imperfecta) del impacto social de las empresas”. Los mismos usuarios registrados en la web son los que configuran un ranking de empresas según su responsabilidad social, a partir de la publicación de noticias sobre las mismas y la valoración de cuatro factores por cada empresa, como son fiscal, laboral, social y medioambiental.EVALUACIÓN EXPERTA DE PRODUCTOS
Fundado en 2007 por Dara O’Rourke, profesor de política medioambiental y laboral de la Universidad de California, el proyecto Goodguide propone un enfoque distinto. Un equipo científico “compuesto por químicos, toxicólogos, nutricionistas, sociólogos y expertos en ciclo de vida ambiental del producto”, evalúa el impacto de los productos en la salud, el medio ambiente y la sociedad.Con más de 100.000 productos ya evaluados y la distribución deaplicaciones para móvil que permiten escanear el código de barras de un producto para obtener la calificación de Goodguide, la organización aspira a convertirse en “la fuente mundial de referencia para obtener información sobre los impactos sociales, ambientales y de salud de productos y empresas”.
Calculadoras de la iniciativa Cero CO2
CALCULANDO NUESTRO CO2
Como recuerda la ONGECODES, “nuestra actividad diaria, con los necesarios desplazamientos al trabajo o al centro de estudios, el uso de la calefacción o el aire acondicionado, también tiene un impacto en el clima”. Y, como para mejorar algo primero hay que ser consciente de ello, Ecodes proporciona una calculadora de CO2 donde podemos conocer fácilmente las emisiones de nuestro transporte y climatización. Es una herramienta de su iniciativa Cero CO2 que, además de promover la reducción de la contaminación, también permite compensar la que emitimos apoyando diversas iniciativas medioambientales en países en desarrollo.En definitiva, todas estas iniciativas constatan, como mínimo, el desarrollo de una conciencia social sobre la necesidad de un consumo y una actividad empresarial más responsables. ¿Conoce otros proyectos similares? Compártalos con nosotros.
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